¡°Fue una novia bien linda¡±
Viaje a San Joaqu¨ªn de Flores, pueblo natal de Chavela Vargas La aldea acogi¨® en 1940 la 'boda' de la cantante con un amigo
El libro Solares recoge las cr¨®nicas de la historia del cant¨®n de Flores (provincia de Heredia), el de menor tama?o de Costa Rica en el que en los a?os cuarenta del siglo pasado, cuando la reci¨¦n desaparecida Chavela Vargas era la ¨²nica muchacha que vest¨ªa pantalones en varios kil¨®metros a la redonda, habitaban unas 6.000 personas y las familias viv¨ªan del caf¨¦. Hoy se llega a 22.000 habitantes y ya todo es cemento. Lo explica Alcibes Vargas, de 83 a?os, mientras llega a la p¨¢gina 128 del citado libro, p¨¢gina en la que dice as¨ª: ¡°A?o de 1940. Temporada de verano en S. Joaqu¨ªn de Flores. Chavela Vargas y Carlos Ch¨¢varri van a contraer matrimonio. La boda se efectuar¨¢ en casas de Don Manuel Vargas, a las siete de la noche. Despu¨¦s habr¨¢ lucido baile de fantas¨ªa campesina. A todos se les exige regalo¡±.
Alcibes Vargas recuerda bien esa boda en la que ¨¦l particip¨® como casi todo el pueblo de San Joaqu¨ªn de Flores. La joven Chavela (Alcibes se refiere a ella como Isabel) era un personaje muy popular y querido entonces entre sus vecinos, participaba en todo acto que se organizara en el pueblo. ¡°Ella fue una novia bien linda, era muy bonita¡±. Da fe de ello una foto grande de la artista y as¨ª consta tambi¨¦n por escrito en la p¨¢gina que lee en voz alta este hombre culto, gran conocedor de las historias de sus paisanos y que ha trabajado siempre en la escuela como conserje. ¡°Montada en una carreta Chavela luce m¨¢s hermosa que nunca. Resalta su peinado de colochos¡¡± y el relato va terminando: ¡°...que cante Chavela, que cante Chavela, s¨ª s¨ª. La voz de Isabel es el mejor de los bocadillos en las noches de luna flore?a¡±.
Hab¨ªa pocas radios entonces en San Joaqu¨ªn, como una por cada veinte casas o as¨ª, siguiendo el testimonio de Don Alcibes. ¡°Chavela era la que se aprend¨ªa las canciones que estaban de moda y por su voz las conoc¨ªan los j¨®venes de su pueblo". Alcibes Vargas recuerda por ejemplo Al son de la Marimba o Veredas Tropicales. Chavela se las ense?¨®. ¡°Su especialidad eran las noches de luna llena. Se echaba la guitarra al hombre y se iba a los trapiches con un grupo de chavales. Nos encaram¨¢bamos al carro y la segu¨ªamos todos. Ella siempre con pantalones y bonita, muy bonita. Es verdad que se escandalizaban todos¡±.
Alcibes contin¨²a el relato de la boda, que fue puro teatro: "El inter¨¦s de ese matrimonio era la recaudaci¨®n de regalos para la iglesia o la escuela, no recuerdo. Ella era colaboradora como pocos, muy metida en el pueblo y el pueblo con ella.¡±
Hace cinco o diez a?os, Alcibes Vargas la vio por ¨²ltima vez. Cuenta que se ha dejado ver muchas veces por el pueblo desde que se march¨®. ¡°Sal¨ªa a caminar a las cinco de la ma?ana; eso s¨ª, sola¡±.
¡°Ella se expres¨® muy mal [de Costa Rica]. Tal vez con raz¨®n o sin ella. Pero fue muy sincera. Los que la conocimos en aquellos a?os, tenemos otro concepto de ella. Fue una ¨¦poca muy linda para todos, para ella tambi¨¦n¡±.
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