El rock hace memoria... y caja
El ¨¦xito de la autobiograf¨ªa de Keith Richards provoca una avalancha de libros firmados por estrellas Los de Pete Townshend y Neil Young llegar¨¢n en oto?o
¡°La vida no vale nada¡±, proclamaba Jos¨¦ Alfredo Jim¨¦nez en una de sus rancheras. No pod¨ªa estar m¨¢s equivocado. La vida de un m¨²sico famoso, si est¨¢ bien narrada y empaquetada con gusto, vale millonadas. Literalmente. Keith Richards recibi¨® siete millones de d¨®lares (5,67 millones de euros) en concepto de mero adelanto por sus memorias. Y ha resultado un ¨¦xito a todo los niveles: como recordaba el New York Times, Vida (tal fue su t¨ªtulo en espa?ol, donde fue editada por Global Rhythm) ha vendido bastantes m¨¢s copias que el total de los ¨¢lbumes en solitario lanzados por el guitarrista de los Rolling Stones. Aparte, ha potenciado su papel de venerable forajido: ahora es universal la idea de que Keith constituye el ¡°alma del grupo¡±.
As¨ª que el subg¨¦nero de las autobiograf¨ªas de artistas de pop y rock se ha convertido en un negocio m¨¢s que respetable. En la ¨²ltima temporada, han funcionado bien los libros de Carole King (A natural woman), Gregg Allman (My cross to bear), Steven Tyler (Does the noise in my head bother you?) o Sammy Hagar (Red: my uncensored life in rock), obras de figuras estadounidenses todav¨ªa no traducidas en Espa?a.
El libro de Richards ha vendido m¨¢s copias que sus discos en solitario juntos
Hay un buen dinero al alcance de la mano. Anteriormente, los miembros de grupos truculentos como Aerosmith, Guns N¡¯ Roses, The Doors o M?tley Cr¨¹e dejaban que periodistas amigos transcribieran sus legendarios excesos. Ahora, ellos mismos firman contratos para ¡°escribir¡±; mayormente, se limitan a divagar ante una grabadora y alg¨²n an¨®nimo ghostwriter proporciona forma literaria a sus damnificados recuerdos. Es una forma garantizada de recuperar presencia medi¨¢tica y, si las cosas van bien, aquello puede terminar en pel¨ªcula.
Con la excepci¨®n de David Bowie, que parece definitivamente alejado de los focos, toda la Primera Divisi¨®n del rock y el pop ha pactado con una editorial poderosa para relatar su vida con pelos y se?ales. En diferentes fases de elaboraci¨®n est¨¢n las remembranzas de Yoko Ono, Paul Anka, Jerry Lee Lewis, Carly Simon, Kris Kristofferson, Graham Nash o Robbie Robertson. Hoy es una jugada tan indispensable como el disco desenchufado o las reediciones ampliadas de obras cl¨¢sicas. Para la rentr¨¦e, se esperan las entregas de Neil Young, Waging heavy peace, y Pete Townshend, Who I am.
Mientras Young es un maestro del ocultamiento, del que toda pirueta es posible, el libro de Townshend promete ser explosivo. Pete conoce el pa?o: durante varios a?os, trabaj¨® en la editorial Faber and Faber. Acostumbrado a flagelarse en p¨²blico, el fundador de The Who debe enfrentarse al episodio m¨¢s oscuro de su vida p¨²blica: en 2003 fue acusado de consumir pornograf¨ªa infantil; su excusa fue precisamente que estaba investigando los abusos que sufri¨® como ni?o, en preparaci¨®n para su libro.
Y aqu¨ª est¨¢ la madre del cordero. M¨¢s all¨¢ de los ingresos que proporcione un best-seller, para los m¨²sicos se trata de presentar su mejor perfil. Seg¨²n aconseja cualquier m¨¢nager, ya no vale dejar la presentaci¨®n de su epopeya humana y art¨ªstica a escritores profesionales, que firman ¡ªseg¨²n la relaci¨®n con el objeto de su estudio¡ª biograf¨ªas autorizadas o directamente anatemizadas. Ahora, aunque generalmente haya un negro redactando en la sombra, ellos controlan lo que se publica, un ¡°producto¡± que defienden mediante entrevistas y tumultuosas sesiones de firmas. Se pretende que sea la ?ltima Palabra, de pu?o y letra, con el sello de la verdad oficial.
As¨ª se evitan los berrinches. Morrissey expres¨® en¨¦rgicamente que deseaba la muerte de Johnny Rogan, responsable de una minuciosa cr¨®nica de los Smiths, Morrissey & Marr: la alianza rota, convirtiendo una maldici¨®n en la mejor palanca publicitaria. Tom Waits se tom¨® el trabajo de contactar con sus amigos ilustres para pedirles que no hablaran con el periodista brit¨¢nico Barney Hoskyns, que estaba husmeando sobre su vida. Finalmente, no pudo impedir que se publicara Tom Waits. La coz cantante.
No todos comparten esos pudores. Cada a?o, se lanza al menos una biograf¨ªa de Mick Jagger pero el vocalista de los Rolling Stones, una de las primeras rock stars en firmar un contrato editorial, renunci¨® a contar su verdad, aunque haya tenido que tragar sapos y culebras al leer las maldades que le dedica su compa?ero Richards en Vida. Para algunos, la experiencia introspectiva de escribir resulta devastadora: una vez terminada su autobiograf¨ªa, Billy Joel cambi¨® de opini¨®n, se guard¨® el manuscrito y devolvi¨® el adelanto.
A escala industrial, la espantada de Joel no se not¨®. En estos momentos, cualquier figura relacionada con la aristocracia del rock tiene v¨ªa libre para rentabilizar sus recuerdos. Todo vale: m¨²sicos acompa?antes, promotores de conciertos, empleados de discogr¨¢ficas y, desde luego, novias o esposas. Se trata de un mercado tan robusto que empiezan a proliferar las biograf¨ªas de periodistas musicales o incluso de medios, como la reciente The history of the NME, de Pat Long, sobre el influyente semanario londinense.
Se esperan obras de Yoko Ono, Carly Simon, Neil Young o Pete Townshend
Lo que se espera de estos libros testimoniales es que cuenten historias fuertes. En tiempos de austeridad, moderaci¨®n sexual y cuidado corporal, se revalorizan las cr¨®nicas de barbaridades, a ser posible con una coda de redenci¨®n. Si hay revelaciones sobre el proceso musical, como ocurre en Vida, bienvenidas sean. No se espera que aporten valores literarios; s¨ª ha ganado galardones ?ramos unos ni?os, donde Patti Smith comparte sus vivencias con el desaparecido fot¨®grafo Robert Mapplethorpe.
Tambi¨¦n llamaron la atenci¨®n las hechuras de las Cr¨®nicas de Bob Dylan, a pesar de que, a posteriori, los instrumentos de b¨²squeda de Internet hayan permitido detectar ciertos ¡°pr¨¦stamos¡±. Solo se ha publicado un volumen y los siguientes tomos est¨¢n congelados, por intervenci¨®n del intimidante Andrew Wylie, alias El Chacal. A pesar de que Dylan firmara un contrato por tres libros originales, el agente literario argumenta que la primera entrega de Cr¨®nicas era una colecci¨®n de cuatro ¡°relatos de no ficci¨®n¡±. El objetivo final ser¨ªa liberar a Bob de su anterior compromiso para subastar los derechos de una autobiograf¨ªa convencional. Que podr¨ªan superar ampliamente los siete millones de d¨®lares de Keith Richards.
?Y en Espa?a? Dicen que los pa¨ªses cat¨®licos son poco dados a las confesiones p¨²blicas. Superestrellas como Joan Manuel Serrat o Paco de Luc¨ªa han tenido ¡°vidas interesantes¡±, eufem¨ªsticamente hablando, aunque lo m¨¢s seguro es que consideren que nada ganar¨ªan a estas alturas por protagonizar un strip tease.
Aparte, no habr¨ªa mucha recompensa por sus esfuerzos. Pero eso puede cambiar. Nadie pod¨ªa imaginar que Joaqu¨ªn Sabina. Perdonen la tristeza, la biograf¨ªa que Javier Men¨¦ndez Flores public¨® en 2000, vendiera por encima de las doscientas mil copias. Seis a?os despu¨¦s, cuando se public¨® la continuaci¨®n, Sabina en carne viva. Yo tambi¨¦n s¨¦ jugarme la boca, el cantautor canalla se cobraba el acceso: recib¨ªa un 50 % de los ingresos del libro. El mismo reparto se ha aplicado a otros libros de Men¨¦ndez Flores, protagonizados por Miguel Bos¨¦, Lolita o Dani Mart¨ªn.
DIEZ HISTORIAS EJEMPLARES
1. MILES DAVIS: Miles. La autobiograf¨ªa (Alba) Con ayuda de Quincy Troupe, un Davis torrencial construye su mitolog¨ªa.
2. BOB DYLAN: Cr¨®nicas (Global Rhythm) Una biograf¨ªa limitada a cuatro instantes, desde su llegada a Nueva York a la grabaci¨®n de Oh mercy en Nueva Orle¨¢ns.
3. ART PEPPER: Una vida ejemplar: memorias de Art Pepper (Global Rhythm) C¨®mo el saxofonista m¨¢s yonqui super¨® las estancias en la c¨¢rcel.
4. M?TLEY CR?E: Los trapos sucios (Es Pop) El periodista Neil Strauss define el prototipo de la autobiograf¨ªa a calz¨®n quitado. Muy influyente.
5. CHARLES MINGUS: Menos que un perro (Mondadori) Memorias y fantas¨ªas del poderoso contrabajista y compositor.
6. KEITH RICHARDS: Vida (Global Rhythm) Las aventuras cl¨¢sicas y perceptivas confesiones de su pasi¨®n por la m¨²sica.
7. RON WOOD: Memorias de un Rolling Stone (Global Rhythm) Aunque parezca improbable, Ronnie consigue que Keith resulte un paradigma de la sensatez. Hilarante.
8. CAETANO VELOSO: Verdad tropical (Salamandra) Asiento de primera fila en la revoluci¨®n cultural del tropicalismo.
9. JOHNNY CASH: Cash (Global Rhythm) Patrick Carr da forma y sentido a las turbulentas andanzas de Johnny.
10. VARIOS: Por favor m¨¢tame. La historia oral del punk (Discos Crudos) Aceptando pulpo como animal de compa?¨ªa, un autorretrato coral del punk neoyorquino, recogido y ordenado por Legs McNeil y Gilliam McCain. Muy imitado.
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