Expedici¨®n de arqueolog¨ªa vocal con Dayna Kurtz
La cantante de jazz rescata en su ¨²ltimo disco cl¨¢sicos oscuros estadounidenses de los a?os cincuenta
Dice el conocido proverbio chino que ¡°cuando el dedo del sabio se?ala la Luna, el tonto mira al dedo¡±. Dayna Kurtz no lo reconoce pero lo que pasa con ella en el negocio musical es digno de esta reflexi¨®n. Lleva m¨¢s de una d¨¦cada se?alando la Luna con sus composiciones elegantes y pasionales, propicias para ser cantadas en la ahogada soledad de un cabaret nocturno, mientras la industria discogr¨¢fica no hace caso de su m¨²sica, fij¨¢ndose en otras mujeres de silueta fina pero mucho m¨¢s anodinas en las formas y menos perturbadoras en la esencia.
¡°Es el tiempo de las grandes estrellas: Beyonc¨¦, Lady Gaga, Christina Aguilera, Britney Spears... Me parece bien y divertido para quien le guste, pero la m¨²sica pop es elemental¡±, dice Kurtz entre risas. ¡°El problema es que lo abarcan todo, sin dejar visibilidad¡±, a?ade durante una conversaci¨®n en un c¨¦ntrico hotel de Madrid, donde habla de su ¨²ltimo disco, Secret Canon Vol. 1 (Kismet / Karonte). Si en su anterior trabajo, American standard, recuper¨® rarezas del folk, ahora excava en el jazz y el rhythm and blues primigenio para dar forma a un ¨¢lbum, compuesto de ¡°tesoros del pasado¡±, donde se ajusta demasiado al papel de vocalista jazz¨ªstica, perdiendo un poco de su personalidad torrencial cuando ataca estilos menos clasicistas. Pero ella no opina igual: ¡°Me siento c¨®moda con el blues y el jazz. Para m¨ª, es m¨¢s dif¨ªcil el country¡±. Con todo, Secret Canon Vol. 1 es otro testimonio del buen gusto y la sensibilidad interpretativa de esta compositora inclasificable.
Las estrellas pop lo copan todo,sin dejar visibilidad¡± , dice la artista
Su af¨¢n de b¨²squeda le ha llevado a desempolvar creaciones olvidadas en fascinante ba¨²l de la tradici¨®n norteamericana hasta dar con joyas desconocidas para el gran p¨²blico. ¡°Se puede decir que soy una arque¨®loga musical¡±, afirma la cantante de Nueva Jersey. La mayor¨ªa de pistas que incluye son composiciones de los a?os cincuenta y sesenta, como Do I love you, del pianista Floyd Dixon, o Don't fuck around with love, de Claude Demetrius, quien trabaj¨® para Louis Armstrong o B. B. King. ¡°Esta me la trajeron al estudio los fant¨¢sticos m¨²sicos de sesi¨®n que tuve¡±, explica. ¡°Es maravillosa. ?Parec¨ªa de Ray Charles!¡±. Tambi¨¦n recupera piezas populares del viejo sur como Sweet lotus blossom, una oda a la adicci¨®n compuesta en los a?os treinta. ¡°Me he convertido en amiga de muchos coleccionistas, que me env¨ªan una gran cantidad de correos electr¨®nicos que dicen: ?Alguna vez has escuchado esto?¡±, cuenta entusiasmada.
Entre sus referentes musicales, el propio Ray Charles, Stevie Wonder, Bo Diddley o Little Richard, aunque Nina Simone est¨¢ por encima del resto. ¡°Nadie es comparable a ella¡±, asegura. Fue Simone quien dijo: ¡°Jazz es un t¨¦rmino de los blancos para definir la m¨²sica negra. Yo hago m¨²sica cl¨¢sica negra¡±. ¡°Todo forma parte de lo mismo¡±, se defiende Kurtz. Al igual que Nina Simone, Kurtz tiene m¨¢s p¨²blico en Europa que en Estados Unidos.¡°Soy solo una cantante que hace m¨²sica que le gusta, pero no creo que a los j¨®venes les parezca una t¨ªa a la ¨²ltima¡±.
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