Sergio Toppi, maestro de dibujantes
Explor¨® muchos g¨¦neros y realiz¨® un sinf¨ªn de historias
Los que fueron ni?os en los sesenta recuerdan haber recortado sus soldados de papel en las p¨¢ginas del Corriere dei Piccoli. El Corrierino, como se llamaba a este suplemento del Corriere della Sera, fue piedra angular en la formaci¨®n de todo ni?o m¨¢s all¨¢ de los Alpes.
Sergio Toppi (Mil¨¢n, 1921), gran maestro de los dibujantes italianos, empez¨® all¨ª, contando historias ambientadas en el lejano Oeste o en el medievo, con aquellos soldados que se pod¨ªan recortar y coleccionar. Toppi sigui¨® dibujando en Il Giornalino hasta el final, hasta que el c¨¢ncer que le aflig¨ªa le mat¨® en Mil¨¢n, el 21 de agosto.
Como pionero que era, explor¨® muchos g¨¦neros y realiz¨® un sinf¨ªn de historias sobre temas hist¨®ricos, b¨¦licos, western... Con un trazo refinado, lleno de l¨ªneas y sombras, preciso y evocador a la vez, Toppi tradujo en im¨¢genes los cl¨¢sicos de la literatura de aventura, como Los tigres de Mompracem de Emilio Salgari, o La llamada de la selva de Jack London.
Pero tambi¨¦n fue dibujante de sus propias historias. M¨¢s discreto y menos comercial que Hugo Pratt o Crepax, nunca vincul¨® su fama a un ¨²nico personaje, como fueron Corto Maltese y Valentina para sus colegas. Toppi colabor¨® con las mejores editoriales, llevando a su lector hasta el M¨¦xico de la revoluci¨®n o al Jap¨®n de los samur¨¢is.
En estas distintas geograf¨ªas, Toppi fue refinando el marco caracter¨ªstico de su arte: no creaba secuencias a base de la continuidad de vi?etas de parecidas dimensiones y el montaje no se desarrollaba en tiras del mismo tama?o, sino que pon¨ªa en p¨¢gina su historia con tablas de diferentes dimensiones. Algunas explotan, fuerzan el espacio y acaban ocupando una p¨¢gina entera. Sus guerreros o aventureros a veces dominan el entorno y fuerzan la jaula de la vi?eta. Lo mismo le pasa al paisaje. La naturalezaconquista un papel importante y acaba siendo un personaje m¨¢s. En esos desiertos ba?ados por la luz de la luna, llenos de detalles sembrados por toda una p¨¢gina, all¨ª se va a quedar Sergio Toppi para siempre.
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