Retrato veraz de las secuelas del mayo franc¨¦s
En 'Apr¨¨s Mai', Assayas vuelve a hacer la cr¨®nica de una ¨¦poca concreta. 'Outrage beyond', de Kitano, es violencia, griter¨ªo y di¨¢logos repetitivos
Olivier Assayas se propuso en Carlos, una pel¨ªcula de cinco horas que se estren¨® comercialmente con su montaje original reducido a la mitad, aunque se vio entera en el Festival de Cannes y en su pase en televisi¨®n, reconstruir una ¨¦poca especialmente convulsa a trav¨¦s de la actividad terrorista del venezolano Ilich Ram¨ªrez, que adopt¨® el alias de Carlos y que era identificado popularmente como El Chacal. Describiendo los atentados que cometi¨® este hombre, las conexiones internacionales entre los grupos terroristas, la complicidad y la protecci¨®n que estableci¨® Carlos con diversos gobiernos para los que actuaba frecuentemente como mercenario, Assayas consegu¨ªa un retrato complejo, apasionante y veraz de esos largos a?os de terror, de los sombr¨ªos mecanismos, alianzas, traiciones y venganzas entre grupos que internacionalizaron lo que ellos denominaban la lucha armada contra el imperialismo y el capitalismo.
En Apr¨¨s Mai, Assayas vuelve a hacer la cr¨®nica de una ¨¦poca concreta, pero en este caso resulta transparente que ha vivido aquello que nos est¨¢ narrando, que su testimonio es de primera mano, que casi todo es autobiogr¨¢fico. Comienza en el Par¨ªs de 1971, tres a?os despu¨¦s de que aquel espont¨¢neo Mayo del 68 intentara cambiar el estado de las cosas y lograra poner muy nervioso al Estado. Sigue los pasos de un adolescente y de sus compa?eros del liceo. Habla con la credibilidad y sensibilidad de un tiempo protagonizado por la confusi¨®n ideol¨®gica, el enfrentamiento violento con el orden, el descubrimiento a tientas de la vida, el sexo, el amor, la rebeld¨ªa y la pol¨ªtica, el desorden an¨ªmico y la necesidad de identificarse con algo que marcan los caminos inici¨¢ticos.
Estos cr¨ªos, que son hijos de la burgues¨ªa ilustrada, descubren pronto el salvajismo del orden reprimiendo las manifestaciones, ejercen la subversi¨®n clandestina, deben escaparse de Francia antes de que les detengan por haber dejado malherido a un guardia, en su militancia ideol¨®gica pasan del trotskismo al mao¨ªsmo y acaban en el anarquismo situacionista. El vagabundeo por placer o por necesidad tambi¨¦n lleva a algunos de ellos al misticismo orientalista, al enganche a la droga dura, a buscar el nirvana en Nepal y sitios as¨ª. Tambi¨¦n aspiran a la creatividad, a contribuir a la causa revolucionaria haciendo documentales y pel¨ªculas militantes, pintando, haciendo graffitis, confundiendo frecuentemente el panfleto con el arte. Y se enamoran, viajan, se separan, se reencuentran, abortan, alucinan, militan en el dogma, dudan, algunos se pierden definitivamente en el peligroso camino.
Olivier Assayas recrea esas vivencias sin intentar poetizarlas, sin manique¨ªsmo, sin dar doctrina, desvelando las luces y las sombras de una generaci¨®n que cre¨ªa posible cambiar el mundo, convencida de que sus motores vitales deb¨ªan de ser el riesgo, la insumisi¨®n y la experimentaci¨®n. Riesgo relativo ya que los protagonistas de esta pel¨ªcula en su viajera existencia y su b¨²squeda de s¨ª mismos, curiosamente siempre encuentran techo y sustento. Se supone que tienen amigos molones en todas partes y que nunca les falta el cheque de sus instaladas familias para sufragar su camino errante.
Todo es reconocible en Apr¨¨s Mai, los personajes, el lenguaje, las actitudes, el aroma y los fetiches de una generaci¨®n muy concreta. La mirada de Assayas te deja una sensaci¨®n m¨¢s agria que dulce, es un testimonio sobre la mezcla de verdad y de impostura, de incertidumbre y b¨²squeda, de arrogancia y desamparo. De esas cosas que marcan la adolescencia y la juventud.
El director japon¨¦s Takeshi Kitano me sorprendi¨® hace muchos a?os en la Mostra de Venecia con Hana-bi. Me sorprendi¨® por su brutalidad ritual y un lirismo extra?o. Kitano no ha vuelto a hacerlo. Sus pel¨ªculas desde entonces me parecen una caricatura lamentable de aquella. Y siempre es la misma pel¨ªcula. Ya me lo s¨¦ todo sobre el honor de la Yakuza, los harakiris, los clanes mafiosos y la ineficaz polic¨ªa que les persigue. Outrage beyond ofrece m¨¢s de lo mismo. Con id¨¦ntico esquematismo visual, ritmo dormitivo, violencia exagerada, griter¨ªo extenuante, di¨¢logos y situaciones repetitivas. Pero el personal de los festivales, tanto organizadores como cronistas y p¨²blico, al parecer encuentran divertid¨ªsimo al maestro Kitano. Ellos sabr¨¢n por qu¨¦.
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