Jos¨¦ Luis Marca, empresario taurino de post¨ªn

Jos¨¦ Luis Marca (Zaragoza, 1929) quiso ser torero, pero le bastaron tres festejos como novillero para comprender que el traje de luces no era lo suyo. Us¨® su natural inteligencia para una pronta retirada y la puso al servicio de su carrera como taurino, en la que destac¨® como gran figura. As¨ª lo ha reconocido el mundo del toro con motivo de su reciente fallecimiento, acaecido el pasado martes en una cl¨ªnica sevillana, donde estaba ingresado a causa de una dolencia cardiorrespiratoria que padec¨ªa desde hac¨ªa tiempo.

Ten¨ªa 83 a?os, estaba ya retirado de los despachos y callejones de las plazas, pero su apellido segu¨ªa siendo un referente en el taurinismo de los ¨²ltimos cincuenta a?os, en el que triunf¨® de forma indiscutible como apoderado; se gan¨® un merecido prestigio como ganadero y realiz¨® sus pinitos como empresario.

En el momento de los elogios, los que le conocieron lo califican como un personaje singular, especial, irrepetible, ¨²nico y poseedor de una gran personalidad. Sea como fuere, su trayectoria como apoderado alcanz¨® la gloria y el respeto cuando en los a?os ochenta se hizo cargo de la carrera de Paco Ojeda, el gran torero revolucionario de la ¨¦poca, que despu¨¦s se convertir¨ªa en su yerno.

La experiencia y el prestigio que cosech¨® al lado de Ojeda le sirvieron para convertirse en el apoderado de moda al que se rifaban las figuras, tales como Juan Antonio Ruiz, Espartaco, Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares, El Litri, Finito de C¨®rdoba, Emilio Mu?oz y Rafael de Paula, y otros m¨¢s recientes como Morante de la Puebla, C¨¦sar Jim¨¦nez, Miguel Abell¨¢n, Mat¨ªas Tejela y Daniel Luque, que fue el ¨²ltimo torero que estuvo a su lado profesionalmente, aunque la relaci¨®n fue corta y acab¨® sin avenencia.

Se hizo ganadero con vacas y sementales del encaste Domecq, y conoci¨® el ¨¦xito como ganadero comercial de los que tanto gustan y reclaman los toreros de post¨ªn. Fue empresario de la plaza de su localidad natal, Zaragoza, y de otras de menor importancia, como Soria, Teruel, Aranda de Duero y Egea de los Caballeros.

Al d¨ªa siguiente de su fallecimiento fue enterrado en el sevillano cementerio de San Fernando, al lado de inolvidables astros de la tauromaquia de todos los tiempos. Jos¨¦ Luis Marca no fue torero, pero alcanz¨® la gloria terrenal, dinero y prestigio, como taurino de categor¨ªa, con las cualidades y defectos de quienes profesan esta vocaci¨®n, y el reconocimiento un¨¢nime por su campechan¨ªa, su natural inteligencia, su conocimiento del medio y su contrastada habilidad y capacidad para dirigir las carreras profesionales de algunos de los m¨¢s reconocidos toreros de las ¨²ltimas d¨¦cadas.