Algarab¨ªa
Se equivoc¨® el Telediario de las 21.00 de Televisi¨®n Espa?ola del martes cuando releg¨® la informaci¨®n sobre la marcha reivindicativa de la pasada Diada. No dio cuenta de ella en su informativo hasta las 21.20. Veinte minutos en un informativo son un mundo. Por poner un ejemplo, Antena 3, nada sospechosa de radical ni separatista, abri¨® con el ¨¦xito multitudinario de la marcha su noticiario de la misma hora. Pero ese error es necesariamente clarificador. Es id¨¦ntico error al que se lleva cometiendo demasiado tiempo cuando se trata el asunto de la catalanidad.
Rajoy lo cometi¨® la noche antes, cuando llam¨® algarab¨ªa a las reclamaciones identitarias que todo el mundo sab¨ªa que ser¨ªan masivas en este 11-S de 2012. El proceso completo del Estatut signific¨® la invenci¨®n del anticatalanismo, con boicots y recogidas de firmas, que pretend¨ªan igualarse al m¨¢s significado antiespa?olismo. Lograron lo contrario. El fracaso final, que apuntal¨® la derrota de Zapatero y la quiebra del PSC, dej¨® un panorama de asombro. En Catalu?a, PP y CiU juegan juntos en el Parlament hasta que la mayor¨ªa absoluta regrese a los convergentes, que oscilan de centro de gravedad seg¨²n pinta el poder estatal, un a?o in-inde-independencia y al otro cen-centra-centralitat.
La algarab¨ªa no se evita con el clima de crisis, sino que la crisis precisamente aumenta el deseo de probar a solas. M¨¢s a¨²n si crisis significa desprotecci¨®n y p¨¦rdida de derechos. Todas las autonom¨ªas, en esto Catalu?a no es una excepci¨®n, juegan con el Estado como si fuera ¨²nico responsable de su debacle financiera. Las medias verdades del nacionalismo con freno y marcha atr¨¢s, los c¨¢lculos bastante ama?ados, todo sea dicho, de una independencia virtual no se combaten con retrasar la hora de emisi¨®n, mirar para otro lado o enconar a la parroquia. Menos a¨²n con otras medias verdades, que lo ¨²nico que suman es una mentira completa. Tenemos un asunto serio del que hablar como naci¨®n, que ser¨ªa nefasto dejar en manos de intereses partidistas o extremos que se retroalimentan. Este reto nos obliga a ser honestos a todos. El reloj de unos y otros funciona con un desfase evidente. Veinte minutos son muchos minutos si lo que queremos evitar es, precisamente, la algarab¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.