Mumford & Sons, el ¨¦xito bajo la bendici¨®n de Bob Dylan
La banda brit¨¢nica de 'folk' lucha contra las comparaciones en su nuevo disco 'Babel'
Los cuatro j¨®venes m¨²sicos de Mumford and Sons pueden presumir de tener un privilegio al alcance de muy pocos: Bob Dylan les coron¨®. ¡°Es maravilloso, tan bueno como tener el mejor de los ¨¦xitos¡±, reconoce en conversaci¨®n telef¨®nica desde Londres Ben Lovett, cantante y teclista de esta triunfal banda brit¨¢nica que espera mantener su creciente ¨¦xito con la reciente publicaci¨®n de su nuevo disco, Babel (Island).
Sucedi¨® en la ceremonia de los premios Grammy en febrero del a?o pasado, donde estaban nominados en las categor¨ªas de Mejor grupo revelaci¨®n y Mejor canci¨®n de rock. El autor de Like a Rolling Stone, acompa?ado tambi¨¦n por los magn¨ªficos Avett Brothers, cant¨® con ellos para sorpresa de todos. Luego, Dylan dijo que Mumford and Sons era una de sus bandas favoritas en la actualidad. Y el agua se convirti¨® en vino. Las ventas de su disco de debut Sigh no more y su sencillo The cave se multiplicaron m¨¢s de un 200% en tan solo unas semanas, seg¨²n datos de la empresa Nielsen SoundScan. Se convirtieron en la primera formaci¨®n brit¨¢nica desde Coldplay en vender m¨¢s de un mill¨®n de ¨¢lbumes en el saturado y cerrado mercado estadounidense, donde la m¨²sica proveniente de las islas pasa verdaderas pruebas de fuego.
Ante fulgurante ¨¦xito, no tardaron en salir los esc¨¦pticos. Algunos se refer¨ªan a ellos en tono sarc¨¢stico como unos ¡°Coldplay con banjo¡±. Otros los ve¨ªan como una simple versi¨®n brit¨¢nica de The Fleet Foxes. Al otro lado de la l¨ªnea telef¨®nica, Lovett parece revolverse en su silla. ¡°No es la primera vez que lo escucho y no es viable¡±, dice tajantemente. ¡°Mucha gente solo explica las cosas si es comparando pero no lo comparto. Somos muy diferentes¡±. De hecho, el m¨²sico brit¨¢nico insiste en distanciarse de The Fleet Foxes: ¡°Estamos m¨¢s cerca del pop el¨¦ctrico. Nuestras vidas y nuestras letras son distintas. Cualquiera que diga que nos parecemos es la persona con la opini¨®n m¨¢s err¨¢tica que conozco¡±.
Pero, a decir verdad, la carrera de Mumford and Sons, que se formaron a finales de 2007 en Londres, ha ido paralela al ascenso no solo de The Fleet Foxes sino de toda la corriente del nuevo folk que ha conquistado audiencias impensables hace una d¨¦cada. ¡°Puedo entender que formemos parte de una moda pero somos m¨¢s importantes que eso porque tambi¨¦n formamos parte de una comunidad de folk en Londres¡±, se defiende el m¨²sico. Lovett se refiere a lo que algunos medios brit¨¢nicos llaman ¡°escena folk del oeste de Londres¡±, una etiqueta para agrupar a un buen n¨²mero de artistas que se mueven con soltura entre las formas tradicionalistas y el indie rock como Laura Marling, Noah and the Whale, Johnny Flynn o Emmy the Great. Su epicentro ser¨ªa Bosun¡¯s Locker, la sala donde Marcus, cantante de Mumford and Sons, empez¨® a tocar con la aplaudida Laura Marling y luego decidi¨® crear su propio grupo junto a Lovett. Marcus ha rechazado pertenecer a esta escena, que calific¨® de ¡°invenci¨®n¡±, pero el teclista la ensalza: ¡°Creo que la gente de esta comunidad musical ama lo que hace porque la m¨²sica es algo m¨¢s que dinero para ellos¡±.
Babel es un disco continuista con la exitosa f¨®rmula de folk-rock de Sigh no more, aunque con algunas baladas no muy logradas. A los mandos de la producci¨®n vuelve a estar Markus Dravs, el productor detr¨¢s de Arcade Fire, que plasma con acierto el folk enigm¨¢tico de guitarras circulares caracter¨ªstico del grupo brit¨¢nico. ¡°No buscamos ser tradicionales sino modernos, aunque sientes que est¨¢ todo hecho y tal vez es una cuesti¨®n de combinaci¨®n de diferentes influencias¡±, explica Lovett. ¡°Puedes escuchar un disco de Nick Drake y luego disfrutar de los Smiths¡±, apunta. Con esa base cultural s¨®lida tan suya, donde la banda hace referencias a obras y aspectos sentimentales de William Shakespeare y John Steinbeck, la tem¨¢tica tampoco cambia: letras de fe y supervivencia. En una l¨ªnea similar a la del propio Dylan o Bruce Springsteen, quien les dio su ¨²ltimo gran regalo hace tres meses, seg¨²n afirma Lovett: ¡°Nos invit¨® a subir al escenario con la E Street Band. Fue incre¨ªble y muy espont¨¢neo estar a su lado cantando las letras de una canci¨®n que me sab¨ªa desde ni?o como Hungry heart¡±. Otro privilegio al alcance de muy pocos.
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