Eduardo Terrazas: ¡°Un buen arquitecto debe tener conciencia social¡±
El urbanista mexicano re¨²ne su obra pict¨®rica en un libro y la exhibe en el DF
Eduardo Terrazas (Guadalajara, Jalisco, 1936) se explica mejor con un l¨¢piz en la mano. As¨ª que al empezar la entrevista saca uno y arrebata la libreta al periodista para ilustrar sus respuestas con dibujos. Reputado arquitecto, urbanista y dise?ador del logotipo de los Juegos Ol¨ªmpicos de M¨¦xico 68, Terrazas tiene otra faceta menos conocida, la de pintor, que ahora exhibe en tres lugares de la capital mexicana: en la colecci¨®n Jumex, en la galer¨ªa Proyectos Monclova y en la Casa Luis Barrag¨¢n. Adem¨¢s, publica con Turner y con el Consejo para la Cultura de M¨¦xico (Conaculta) Posibilidades de una estructura, un libro que resume sus 45 a?os de trabajo en las artes visuales y que presentan este jueves en el Instituto de M¨¦xico en Madrid el artista Jaime Repoll¨¦s, el diplom¨¢tico Jaime del Arenal y el fil¨®sofo Rafael Argullol. No deja la arquitectura, pero ahora quiere sobre todo pintar, es decir ¡°reconocer el mundo. Porque esa es la funci¨®n del arte¡±.
El t¨ªtulo del libro surge de un descubrimiento: ¡°Me qued¨¦ pasmado al comprobar c¨®mo partiendo de una estructura simple, compuesta por unas pocas rectas entrecruzadas y dos c¨ªrculos, y jugando con ella con peque?as variaciones pod¨ªa crear una infinidad de cuadros, muy distintos entre s¨ª, pero con un origen id¨¦ntico. Un poco al estilo del artesano, que hace cosas distintas a partir del mismo formato¡±. Esa fascinaci¨®n de Terrazas por la artesan¨ªa de su pa¨ªs se refleja en el uso de colores muy vivos, muy tradicionales, muy mexicanos. ¡°Nosotros usamos el color de manera distinta a los europeos. All¨ª le dan cierto simbolismo. Aqu¨ª es adorno, flores que tomamos de la naturaleza¡±.
La entrevista se desarrolla en el estudio del arquitecto, en un piso de la elegante colonia Roma, en la capital mexicana. Pero fuera de las m¨¢s o menos ordenadas calles del centro de la ciudad nos rodea una conurbaci¨®n de m¨¢s de 20 millones de personas. ?C¨®mo se ven los retos del urbanismo desde una de las grandes metr¨®polis del mundo? ¡°Yo creo que ya no hay diferencia entre lo rural y lo urbano. Hasta el campo llega la econom¨ªa global, comen lo mismo, tienen Internet¡ Estamos en el DF, que es solo una demarcaci¨®n, pero alrededor tienes el Estado de M¨¦xico, y Toluca, que ya es un suburbio, y Puebla y Pachuca¡ La ciudad ya no existe, lo que existe es la regi¨®n. Y por eso es importante desarrollar bien los transportes, como el tren de cercan¨ªas, que aqu¨ª no tenemos¡±.
?l tuvo la ocasi¨®n de dise?ar su propia ciudad, en el coraz¨®n de ?frica. Corr¨ªan los a?os 70 y el l¨ªder de Tanzania, Julius Nyerere, pidi¨® al entonces presidente mexicano Echeverr¨ªa que le mandara un urbanista. Su intenci¨®n era jubilar la capital, Dar el Salam, porque hab¨ªa sido el puerto por donde embarcaban los esclavos, y crear una nueva en el centro del pa¨ªs, al estilo de Brasilia. ¡°Quer¨ªan una especie de Nueva York¡±, recuerda Terrazas risue?o, ¡°pero yo les dije: una capital son tres edificios, el ejecutivo, el legislativo y el judicial, como Washington al principio. Estuve all¨ª a?o y medio, pero no les pude convencer. Hab¨ªa un problema: los hab¨ªamos convertido en una naci¨®n pero ellos eran 200 tribus y no ten¨ªan ese concepto, ni siquiera el de la propiedad¡±. Finalmente, el estadounidense James Rossant culmin¨® el proyecto y en 1996 Dodoma pas¨® a ser la capital.
A finales de los 60, Terrazas cobr¨® fama internacional como responsable de la imagen de los Juegos Ol¨ªmpicos de M¨¦xico. ¡°No nos interesaba tanto desarrollar la ciudad, como dar a conocer el pa¨ªs¡±, relata. ¡°Las infraestructuras ya estaban hechas: ten¨ªamos el estadio ol¨ªmpico, el de f¨²tbol, hoteles suficientes¡ Pero en aquel tiempo ¨¦ramos parte del Tercer Mundo y quer¨ªamos dar una imagen de pa¨ªs con rica historia y a la vez moderno, industrial¡±. De esa s¨ªntesis entre tradici¨®n y progreso, surgi¨® el logotipo. ¡°Tomamos los aros ol¨ªmpicos y los fusionamos con el n¨²mero 68, el del a?o en que se celebraban los Juegos, trazamos l¨ªneas paralelas al estilo de las tablas de los huicholes (ind¨ªgenas del estado de Jalisco) y ese fue el resultado: un dise?o con un componente mexicano, pero modernizado por la geometr¨ªa.
Hoy expone sus pinturas, pero Terrazas ha sido, fundamentalmente arquitecto. ?Qu¨¦ diferencia hay entre una y otra actividad? ¡°Son muy distintas. La funci¨®n del arte es reconocer el mundo. La arquitectura es el entorno que el hombre crea para vivir. Y su cliente es la sociedad, el ciudadano: para ser buen arquitecto hay que tener mucha conciencia social. Si hago un auditorio, debo comprobar que sirva a la comunidad, que el espacio sea adecuado o que tenga buena ac¨²stica. El problema llega cuando el dise?o sirve m¨¢s a nuestro ego que a los dem¨¢s. O cuando se construye solo para ganar dinero, sin mayor responsabilidad. De ah¨ª viene en parte la crisis que vivimos¡±.
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