Una utop¨ªa cultural llamada Puerto Rico
La primera jornada del Festival La Palabra brinda un encuentro entre escritores y estudiantes
Mientras Europa tiene un ojo puesto en los bancos y otro en Bruselas, los pa¨ªses del Mediterr¨¢neo se sumen en una depresi¨®n cada vez m¨¢s profunda y los espa?oles contemplan cada d¨ªa c¨®mo los recortes en la cultura hacen bajar los telones de los teatros, vac¨ªan las salas de y cierran las editoriales, la ciudad caribe?a de San Juan, en Puerto Rico, amanec¨ªa ayer viernes con un interminable atasco en las carreteras amenizado por ritmos latinos que se escapaban por las ventanillas de los coches, parados por culpa de las docenas de autobuses escolares de color amarillo que obstru¨ªan el tr¨¢fico y de cuyas puertas sal¨ªan colas interminables de ni?os que se dirig¨ªan en masa al Museo de Arte Contempor¨¢neo de Puerto Rico (MAPR). Un evento cultural es el motivo que agita estos d¨ªas la ciudad, donde se inaugur¨® la tercera edici¨®n del Festival Literario de la Palabra. "Cuando he visto las guaguas haciendo un tap¨®n por la literatura, me he echado a llorar", confesaba emocionada la escritora Mayra Santos-Febres, directora ejecutiva del festival.
Alrededor de 80 escritores e intelectuales llegados de todos los continentes se re¨²nen, hasta el domingo, en este encuentro que ha sido recibido por la ciudad como "el gran evento cultural que pone a esta islita en el mapa", dijo Luc¨¦ Vela, primera dama de Puerto Rico, en la inauguraci¨®n de la cita, que asegur¨® ha invertido gran parte del presupuesto anual para la cultura en este evento: "A m¨ª no me dan muchos chavos para nada, pero es que aqu¨ª la cultura se vive y se hace d¨ªa a d¨ªa, por eso siempre hemos apostado por este proyecto", a?adi¨® precedida por los aplausos y v¨ªtores de los asistentes al acto.
En un contexto de crisis mundial y pesimismo, Puerto Rico ha decidido mirar hacia delante apostando por la inversi¨®n en cultura y educaci¨®n con esta iniciativa, por primera vez enfocada a los ni?os. En el jard¨ªn bot¨¢nico que rodea la sede del MAPR, convertido en un museo al aire libre sembrado de esculturas de artistas aut¨®ctonos como Pablo Rico, Luis Torruella o Dhara Rivera, los estudiantes de primaria y secundaria escuchaban atentos las charlas de los escritores y las lecturas de cuentos que all¨ª se celebran sin tregua. Mientras, en el sal¨®n de actos del edificio, docenas de ni?os grababan con sus tel¨¦fonos el coloquio que manten¨ªan la cantante y promotora del folclore afroperuano Susana Baca con la banda puertorrique?a Cultura Prof¨¦tica acerca de la relaci¨®n entre m¨²sica y literatura.
Un centenar de charlas, debates, mesas redondas y lecturas se suceder¨¢n en la capital del archipi¨¦lago estos d¨ªas. El poeta espa?ol Jos¨¦ Ovejero mantuvo en vilo a un auditorio repleto mientras le¨ªa algunos poemas de su libro, a¨²n sin publicar, Nueva gu¨ªa del Museo del Prado (editorial Demipage). "Pocas veces la lectura de un poeta es tan aclamada como la de Ovejero", comentaban dos escritores portugueses, mientras el madrile?o recib¨ªa una ovaci¨®n de casi dos minutos protagonizada, en su gran mayor¨ªa, por una audiencia que no superaba los 15 a?os.
La jornada inaugural del festival cedi¨® despu¨¦s la palabra al escritor y guionista mexicano Guillermo Arriaga, al espa?ol Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n y al periodista y escritor puertorrique?o experto en expolios de obras de arte del nazismo, H¨¦ctor Feliciano, que charlaron sobre la adaptaci¨®n de la novela al cine, la memoria hist¨®rica y sus or¨ªgenes como escritores. La tarde se cerr¨® con una charla magistral por parte de la escritora Almudena Grandes, titulada Las edades de Almudena, en homenaje a su novela Las edades de Lul¨². La gran afluencia de p¨²blico a todas las actividades se convirti¨® en una demostraci¨®n para el resto del mundo de que Puerto Rico es grande, a pesar de los escasos nueve kil¨®metros cuadrados que ocupa en el mapamundi, y que su cultura no tiene nada que envidiar a la de otros pa¨ªses, posiblemente mejor posicionados en la escala mundial de la econom¨ªa, porque cuenta con un ej¨¦rcito de educadores comprometidos con el desarrollo intelectual de los j¨®venes y con un sector comprometido con la cultura.
Babelia
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