La Liga naufraga en abierto
Los partidos no llegan al mill¨®n de aficionados en Marca TV TVE renegociar¨¢ a la baja los derechos televisivos de la selecci¨®n
Desde 1997, el f¨²tbol es considerado en Espa?a un acontecimiento de ¡°inter¨¦s general¡±. La ley obliga, por ello, a que cada jornada se televise en abierto un partido de Liga por jornada. Para los operadores que hasta la temporada pasada dispon¨ªan de estos derechos, el f¨²tbol les daba audiencia y prestigio. Este curso, el campeonato ha dejado de ser un producto con tir¨®n al excluir los partidos que disputan los dos grandes (Real Madrid y Barcelona) y tambi¨¦n los clubes embarcados en torneos internacionales. Esta restricci¨®n limita el inter¨¦s de las retransmisiones, como muestran las audiencias. Marca TV, adjudicataria de los derechos del partido en abierto, no supera la barrera del mill¨®n de aficionados.
El primer encuentro que difundi¨® este canal, el Getafe-Mallorca, fue visto por 619.000 espectadores (3% de la cuota de pantalla, porcentaje que en el Baleares subi¨® al 11,4%). El Celta-Sevilla mejor¨® los resultados (atrajo a 922.000 hinchas, el 5,6% del p¨²blico), pero es dif¨ªcil que se consigan las millonarias audiencias de otras campa?as.
Con este nuevo modelo de explotaci¨®n de los derechos, el f¨²tbol en abierto queda reducido a un partido de Champions los martes (a trav¨¦s de TVE y de la auton¨®mica catalana TV-3) y a los choques de la selecci¨®n espa?ola. La Liga de Campeones le proporciona a la televisi¨®n p¨²blica sus mejores datos (TVE-1 supera los siete millones de espectadores cuando retransmite al Madrid o al Barcelona). Pero La Roja se ha convertido en un problema. As¨ª lo ve, al menos, TVE, que tiene en vigor un contrato con Santa M¨®nica, empresa que comercializa los derechos de la selecci¨®n absoluta.
La tarifa de La Roja es demasiado cara, seg¨²n las cuentas que han echado los nuevos gestores de la corporaci¨®n estatal, que cifran en 43 millones el precio anual de estos derechos. Algunos de estos partidos corresponden a citas oficiales y otros a choques amistosos, que tienen una audiencia sensiblemente inferior. Pero el precio sigue siendo alto. Un amistoso puede salir por cuatro millones de euros, seis veces m¨¢s de lo que cuesta un cap¨ªtulo de una serie de producci¨®n nacional.
Los partidos oficiales que se disputan fuera, como el Georgia-Espa?a clasificatorio para el Mundial de Brasil, disputado a mitad de septiembre, se jug¨® en las pantallas de Telecinco ante 4,4 millones de espectadores. Fue, junto al concurso La Voz, el mejor contenido de la cadena privada ese mes.
Asfixiada econ¨®micamente, TVE afirma que no tiene recursos para prorrogar el acuerdo en los mismos t¨¦rminos y si no hay una rebaja, prescindir¨¢ de La Roja. La televisi¨®n p¨²blica aspira a alcanzar un pacto similar al logrado para las retransmisiones de la Liga de baloncesto, la Copa del Rey y la Euroliga, que ha conseguido rebajar la factura en seis millones de euros. ¡°Tenemos margen de maniobra para hacer una programaci¨®n prescindiendo del f¨²tbol pero manteniendo el baloncesto¡±, dice la corporaci¨®n.
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