Holanda, ed¨¦n para los ladrones de arte
Pol¨¦mica por la seguridad de los museos tras el robo en R¨®terdam de obras de Picasso o Gauguin 482 cuadros han desaparecido en 23 a?os en el pa¨ªs
![Isabel Ferrer](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F8b95639c-d8ad-4697-89e7-0a8b128cb4e1.png?auth=2ab4e65ae234b6368ea105ef1c40df093c1068ef274989c980910cd81cb9140c&width=100&height=100&smart=true)
![Un operario del museo de Roterdam contempla el hueco dejado por una de las obras sustraídas ayer.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GLSXLE4DC7JT64HZPVHQCYLPDY.jpg?auth=528a9f5ad1a36afe90c4f33a8dde9345948eb4ecc1bf95db1aeabbc9cf88aa38&width=414)
El robo de pel¨ªcula de siete cuadros de alt¨ªsimo valor del Kunsthal, Centro de Arte de R¨®terdam, reaviv¨® ayer en Holanda la pol¨¦mica sobre la seguridad de los museos. No es una discusi¨®n vana, ni un destello atizado por la desaparici¨®n, esta vez, de obras de Picasso, Matisse, Gauguin, Monet, Jacob Meyer de Haan y Lucian Freud. Es que en los ¨²ltimos 23 a?os, han sido sustra¨ªdas nada menos que 482 telas de diversos artistas en una decena de salas repartidas por todo el pa¨ªs. A una supuesta torpeza al cuidar del arte, se han sumado las dudas sobre los nuevos sistemas de protecci¨®n. El Kunsthal es vigilado por ordenador desde una central externa al edificio, cercano al puerto. Las alarmas son de ¨²ltima generaci¨®n, ¡°pero no hab¨ªa nadie dentro la noche del lunes al martes, cuando robaron¡±, ha admitido Emily Ansenk, su directora. Seg¨²n ella, el modelo de supervisi¨®n a distancia es adecuado y ha sido pactado con las aseguradoras ¡°para un inmueble de tecnolog¨ªa puntera¡±. Dise?ado por Rem Koolhaas, el arquitecto m¨¢s laureado y reputado del pa¨ªs, el centro tiene tambi¨¦n fama de ser dif¨ªcil de abarcar.
Las nuevas tecnolog¨ªas no impidieron que los ladrones hubieran huido ya con el bot¨ªn cuando la polic¨ªa entr¨® en el edificio entre las tres y las cuatro de la madrugada. La escena que contemplaron era desoladora. La muestra Las vanguardias llevaba abierta desde el 7 de octubre y de las paredes faltaban siete lienzos se?eros: Cabeza de arlequ¨ªn, de Pablo Picasso (1971); dos de las famos¨ªsimas y delicadas vistas londinenses de Monet (El puente de Waterloo y El puente de Charing Cross, ambos pintados en 1901); Mujer ante una ventana abierta, de Paul Gauguin (1898); La lectora en blanco y amarillo, de Henri Matisse (1919); Autorretrato, de Meyer de Haan (1890), y Mujer con los ojos cerrados, de Lucian Freud (2002). Seg¨²n Chris Marinello, director del Arts Loss Registrer, que cataloga las obras robadas en el mundo, el valor de los cuadros oscila entre los 50 y los 100 millones de euros.
Dada la dificultad de vender obras robadas, el mundo del arte holand¨¦s ha vuelto a preguntarse si no ha llegado el momento de perder la inocencia cuando se trata de proteger el patrimonio nacional. Los circuitos externos de seguridad se consideran impecables, pero los agentes siguen buscando pistas tradicionales. Han repasado el tejado y una puerta lateral del Kunsthal, dos de las v¨ªas de acceso favoritas de los ladrones. La polic¨ªa quiere saber si fue un trabajo desde dentro, o bien un asalto externo en toda regla. Por eso, Ton Cremers, experto en seguridad muse¨ªstica, cree que hubo un fallo estructural. Falt¨® lo que llama ¡°segunda capa protectora¡±, para evitar que los ladrones escapen con lo que quieran. Entre otras cosas, se refiere a m¨¢s personal de guardia por la noche.
Wim van Krimpen, antiguo director del Kunsthal, ha salido en auxilio de su sucesora asegurando que la vigilancia estaba en orden. ¡°Como el centro carece de colecci¨®n permanente, debe preocuparse de cuidar bien las cesiones de otras salas¡±. ¡°De todos modos, estos robos son inherentes al mundo de los museos y casi imposibles de evitar¡±, ha dicho. S¨ª le resulta curioso, y no ha sido el ¨²nico en apuntarlo, que varios de los cuadros aparecieran cerca de las ventanas.
Para los due?os de las obras, la familia del industrial portuario holand¨¦s Willem Cordia (1940-2011), la situaci¨®n es penosa. Apodado el Onassis de R¨®terdam, el patriarca reuni¨® una colecci¨®n particular citada entre las 200 mejores del mundo. Le gustaban las firmas s¨®lidas y ten¨ªa buen gusto para elegir los lienzos. Cuando reuni¨® unos 250 cuadros y cerca de 170 esculturas, cre¨® la Fundaci¨®n Triton. Esta era la primera vez que mostraba en p¨²blico buena parte de los picasso, mondrian, de kooning y van gogh, que tanto le gustaban. En recuerdo suyo, la direcci¨®n del Kunsthal ha decidido abrir de nuevo sus puertas y llenar los huecos con otras piezas. ¡°El robo ha ca¨ªdo como una bomba, pero esta colecci¨®n ¨²nica tiene que seguir expuesta¡±, ha prometido la directora, Emily Ansenk.
La misma reacci¨®n tuvieron en su d¨ªa sus colegas del Stedelijkmuseum y el Museo Van Gogh, ambos en ?msterdam, y los del Frans Hals, de Haarlem. Son algunos de los afectados por la veintena larga de robos de distinto calibre registrados desde 1988 en Holanda. La cifra es abultada y no distingue estilos ni ¨¦pocas. Incluso se han llevado parte de las joyas de la corona portuguesa, expuestas en 2002 en el Museon, en La Haya. Hasta el a?o pasado, hab¨ªan desaparecido de grandes salas, peque?as colecciones, jardines particulares con certificado oficial de calidad y una galer¨ªa de Nimega, al sur del pa¨ªs, casi medio millar de obras.
Dos de los asaltos m¨¢s se?alados afectaron a locales dispares. El primero tuvo lugar en el Van Gogh en 1991. Los ladrones, que estaban dentro, ataron y amenazaron a los guardas con armas y se llevaron 20 cuadros del pintor. Cuando los met¨ªan en un coche, el personal pudo llamar a la polic¨ªa, que persigui¨® a los delincuentes a gran velocidad por la ciudad. En media hora, las obras fueron abandonadas en una estaci¨®n de ferrocarril y solo tres resultaron da?adas. En 2002, desaparecieron en un traslado m¨¢s de 400 cuadros y dibujos de Karel Appel, fundador holand¨¦s del grupo COBRA. Diez a?os despu¨¦s fueron descubiertas en un dep¨®sito en Reino Unido. La mayor¨ªa de las obras sustra¨ªdas, sin embargo, siguen perdidas.
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