¡°Humor y crueldad son una excelente combinaci¨®n¡±
El autor de ¡®El ni?o con el pijama de rayas¡¯ vuelve con otra novela para j¨®venes lectores ¡®El incre¨ªble caso de Barnaby Brocket¡¯ cuenta la historia de un ni?o rechazado por sus padres
![El escritor irlandés John Boyne, en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2OYRMJJOHQJWAH2QYU2XBBMVDI.jpg?auth=695a83a998b04acafb90f33a4ae1c8af8cc3deaa1a2f341b5d5c2c44080b55b2&width=414)
De la mano de Bruno, un ni?o de nueve a?os que se mudaba con su familia a una casa junto a una cerca, el dublin¨¦s John Boyne (1971) se convirti¨® en un escritor de ¨¦xito. La historia de El ni?o con el pijama de rayas le proporcion¨® premios, cinco millones de ejemplares vendidos ¡ªdos en Espa?a¡ª, y fue traducida a m¨¢s de 30 lenguas. Seis a?os y algunos libros despu¨¦s, Boyne prueba suerte de nuevo con una obra para chavales. El protagonista es otro ni?o, Barnaby Brocket, que nace diferente a los dem¨¢s, "no obedece las leyes de la gravedad", por lo que su cuerpo flota. As¨ª que el peque?o tiende a golpearse la cabeza con los techos y se convierte en un problema para sus aburridos, normales y previsibles padres.
El incre¨ªble caso de Barnaby Brocket, publicado en espa?ol por Nube de Tinta, "es para todo tipo de lectores, sobre todo j¨®venes", dice, afable, Boyne, un librero cuya pasi¨®n por la literatura le llev¨® de vender libros a escribirlos. Este autor afirma que cuando se pone manos a la obra las ideas le llevan "por rumbos inesperados". "Al empezar una novela solo tengo una idea, nada m¨¢s. Eso s¨ª, siempre intento estratificar mis obras, que las distintas clases de lectores puedan encontrar algo en ellas".
Quiz¨¢s por ello le molesta tener que "etiquetar" si sus libros son para ni?os, j¨®venes o adultos. "Cuando se empezaron a publicar novelas, los escritores no hac¨ªan esas diferencias. En la biblioteca de mis padres hab¨ªa muchos libros supuestamente para adultos que me encantaba leer. Y ahora me gustan muchos que son para p¨²blico juvenil. Qu¨¦ importa a qui¨¦n te dirijas. La ficci¨®n es un medio excelente para hablar de forma extraordinaria de la condici¨®n humana". En el caso de Barnaby, como en otras novelas para j¨®venes, Boyne escribe "sin simplificar el lenguaje ni la estructura" y construye una met¨¢fora sobre la importancia de respetar al que no es como nosotros. "Sin querer ser did¨¢ctico, porque no me gusta encontrarme con un texto lleno de mensajes de buena voluntad, he querido contar que ser diferente es muy bueno. Cuando eres ni?o te puedes sentir muy diferente y eso te puede asustar, crear inseguridades". En su libro son precisamente los ni?os los que "se sienten c¨®modos con Barnaby" tal y como es, mientras que los adultos, empezando por sus progenitores, "no lo aceptan".
"Normalmente acabo con rapidez el primer borrador. Le dedic¨® m¨¢s o menos un mes"
Sin embargo, este rechazo le permite a Barnaby volar a otros pa¨ªses y conocer a otras personas. Se suceden las aventuras, algunas muy divertidas, hasta que vuelve a casa para ver si sus padres han enterrado sus prejuicios. "Mi libro es una comedia negra. Alistair y Eleanor abandonan a su ni?o y cuando este regresa lo rechazan otra vez. S¨¦ que es cruel lo que cuento pero el humor y la crueldad son una excelente combinaci¨®n, es algo que est¨¢ en la naturaleza subversiva de la literatura".
Autores decimon¨®nicos
Hablando de libros, es conocida la devoci¨®n de Boyne por autores decimon¨®nicos, cl¨¢sicos que cita en su novela: Dickens, Stevenson, Verne¡ "Visito muchas escuelas y creo que a los ni?os hay que animarles a que disfruten de las novelas que disfrutamos nosotros. Los protagonistas de mis libros juveniles son grandes lectores, por eso menciono los libros que me influyeron y que me dieron la vida que tengo, como David Copperfield o La isla del tesoro. Son obras protagonizadas por hu¨¦rfanos o abandonados que tienen que convertirse en h¨¦roes para sobrevivir. Son grandes historias que no se han mejorado, aunque hoy tambi¨¦n se escriben buenas novelas que se leer¨¢n dentro de 200 a?os". Otro cl¨¢sico que guarda similitudes con Barnaby es El principito, aunque Boyne confiesa que no ha le¨ªdo el universal libro de Saint-Exup¨¦ry: "Pero lo comprar¨¦", dice este escritor que mantiene casi toda la entrevista los brazos entre las piernas y un tono de voz casi inalterado.
Boyne dice que su pa¨ªs, Irlanda, rescatado por Europa, "est¨¢ destruido"
Si Boyne escribi¨® El ni?o con el pijama de rayas en unos d¨ªas, Barnaby Brocket se enmarca en su forma habitual de trabajar. "Normalmente acabo con rapidez el primer borrador. Le dedic¨® m¨¢s o menos un mes, doce horas todos los d¨ªas, encerrado en mi despacho desde las 7 de la ma?ana, sin ver a los amigos. Acabo exhausto, pero solo despu¨¦s me relajo y empiezo a refinar el texto".
Le apunto que esa forma de crear es muy distinta a la de autores como Ken Follett, que tiene pensado todo lo que le va a pasar a sus personajes en sus cartesianos documentos de Excel. "No se me ocurre una forma menos imaginativa de escribir que esa. No soy matem¨¢tico, sino escritor y por eso improviso. No tengo ni idea de c¨®mo fabricar un best seller. Las cifras de venta est¨¢n fuera de mi control. Hay escritores que crean una marca y los lectores ya saben lo que les espera. Yo prefiero sorprenderles".
Muchos de esos lectores a buen seguro que est¨¢n en el paro, golpeados por la crisis. Boyne viene de un pa¨ªs rescatado por la Uni¨®n Europea. "Irlanda est¨¢ destruida, asolada". Sin embargo, no cree que todo el mal est¨¦ en los otros. "Podemos culpar a los bancos, a los especuladores, a los pol¨ªticos, pero al final la culpa es nuestra. Hemos comprado pisos que no pod¨ªamos pagar¡ nuestra codicia nos ha llevado a la ruina".
Su preocupaci¨®n ahora es que guste este Barnaby Brocket. Si logra un superventas como El ni?o con el pijama de rayas ?habr¨¢ segunda parte? "No. El libro tiene un final abierto pero no habr¨¢ secuelas", zanja tajante. "No me interesan. Cuando acaba un proyecto digo 'se acab¨®', me olvid¨® y me meto en el siguiente".
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