Cronolog¨ªa de una verg¨¹enza

19 de julio de 2001. G¨¦nova acoge una reuni¨®n de los l¨ªderes del G8. Miles de manifestantes de todo el mundo, muchos de ellos miembros del llamado movimiento no-global, acuden a la ciudad italiana para protestar contra el mitin. El Gobierno de Silvio Berlusconi despliega miles de agentes y blinda la ciudad con murallas y puestos de control. G¨¦nova se llena de cortejos masivos y pac¨ªficos. Algunos black block sin embargo se acaban enfrentando duramente a la polic¨ªa.

20 de julio de 2001. Segundo d¨ªa de manifestaciones y, tambi¨¦n, de incidentes. Los choques entre agentes y anarquistas se saldan con una muerte: Carlo Giuliani. Un carabiniere le dispara cuando el joven, de 23 a?os, intentaba arrojarle un estintor.

21 de julio de 2001. Tras una reuni¨®n nocturna, el VII Nucleo de la polic¨ªa m¨®vil irrumpe en la escuela Armando Diaz, donde (supuestamente) cree que se esconden los black block. Unos 400 polic¨ªas conforman la operaci¨®n. La escuela es en realidad la sede del G¨¦nova Social Forum, en esa ocasi¨®n reconvertida en dormitorio, mientras que el edificio de enfrente acoge un ¨¢rea con ordenadores y conexi¨®n, usada por muchos periodistas como zona de prensa. Las 93 personas, entre activistas, reporteros y miembros de la organizaci¨®n, que duermen en la Diaz sufren porrazos, traumas y todo tipo de violencia. 82 acaban heridos, 63 hospitalizados, y 20 padecen fracturas en los huesos. Aun as¨ª, muchos son llevados a la comisar¨ªa de Bolzaneto, donde sufren lo que en 2008 la primera sentencia sobre esos sucesos definir¨¢ como "torturas". Los 93 acaban adem¨¢s detenidos y acusados, entre otras cosas, de asociaci¨®n para delinquir, posesi¨®n de armas y saqueo.

22 de julio de 2001. En una rueda de prensa, la polic¨ªa muestra las supuestas pruebas que justifican la irrupci¨®n en la D¨ªaz. Entre ellas, varias armas y dos c¨®cteles molotov que, como se demuestra durante la investigaci¨®n, hab¨ªan sido requisadas en otro sitio d¨ªas antes. La polic¨ªa habla de una "resistencia aguerrida". El Supremo, 11 a?os despu¨¦s, hablar¨¢ en cambio de "personas claramente inermes".?

6 de abril de 2005. Arranca el juicio sobre lo ocurrido en la escuela, con 28 imputados. Entre ellos, agentes, funcionarios y algunos jefes de la polic¨ªa. Las acusaciones van de lesiones graves a detenci¨®n arbitraria, pasando por falsos testimonios.

14 de julio de 2008. La primera instancia del proceso sobre los sucesos de la comisar¨ªa de Bolzaneto termina con 30 absoluciones y 15 condenados, la mayor¨ªa agentes, a entre cinco meses y cinco a?os de c¨¢rcel. ¡°La falta, en el sistema penal italiano, de un delito espec¨ªfico de tortura ha obligado la oficina del fiscal a limitar las conductas inhumanas y degradantes (que habr¨ªan podido sin duda ser incluidas en la noci¨®n de tortura adoptada en las convenciones internacionales)¡±, escriben los jueces en las motivaciones de la sentencia.

13 de noviembre de 2008. Termina la primera instancia del juicio sobre los hechos de la Diaz. Hay 13 condenados a un total de 35 a?os y siete meses de prisi¨®n. Los otros 15, entre ellos todos los directivos imputados, son absueltos. "La justicia truncada", titula el diario italiano La Repubblica.

8 de octubre de 2009. En un juicio paralelo, el entonces jefe de la polic¨ªa italiana, Gianni De Gennaro, acusado de inducir a testificar en falso al cuestor de G¨¦nova, Francesco Colucci, es absuelto.

5 de marzo de 2010. Juicio de apelaci¨®n sobre Bolzaneto. La corte anula las absoluciones del primer grado y condena a todos los imputados a resarcir el da?o causado. Siete de ellos son adem¨¢s condenados a entre uno y tres a?os de c¨¢rcel. Entre tanto, sin embargo, los delitos han prescrito. "Aludir al nazismo y al fascismo, al programa de exterminio de los jud¨ªos, a la humillaci¨®n del individuo, justo mientras son cometidos los delitos contestados, o en los momentos previos o siguientes, representa el deshonor m¨¢ximo del que puede mancharse el comportamiento de un oficial p¨²blico", se puede leer en la sentencia.

18 de mayo de 2010. La apelaci¨®n del juicio sobre la Diaz revoluciona el caso. La polic¨ªa mantuvo un comportamiento "s¨¢dico" seg¨²n la corte. De 28 imputados, 25 son condenados, a un total de 98 a?os y 3 meses de c¨¢rcel. Entre ellos, cargos como el comandante del primer reparto m¨®vil de Roma, Vincenzo Canterini, el jefe del departamento central anticrimen, Francesco Gratteri, y el ex subdirector del Ucigos (la polic¨ªa de prevenci¨®n), Giovanni Luperi. A la saz¨®n, los tres hab¨ªan sido ya ascendidos respecto al puesto ocupado durante el G8 de G¨¦nova.

17 de junio de 2010. En la segunda instancia es condenado tambi¨¦n De Gennaro. El juez le considera culpable de inducir a testificar en falso al cuestor y le condena a 1 a?o y cuatro meses de reclusi¨®n.

22 de noviembre de 2011. Tercera y ¨²ltima fase del juicio a De Gennaro. El exjefe de la polic¨ªa es absuelto: ¡°Los hechos no subsisten¡±.

5 de julio de 2012. El Tribunal Supremo confirma definitivamente la sentencia de apelaci¨®n sobre la Diaz. Todos los 25 condenados son suspendidos de inmediato de sus funciones ya que el juez establece que queden vetados de ostentar cargos p¨²blicos durante cinco a?os. Las condenas a los agentes por lesiones graves en cambio ya han prescrito.

2 de octubre de 2012. Se publican las motivaciones de la sentencia del Supremo sobre la Diaz. El tribunal subraya "el odioso comportamiento de quien, en posici¨®n de mando, una vez descubierto que el registro hab¨ªa acabado en masacre injustificable, en vez de aislar a los violentos denunci¨¢ndolos y disoci¨¢ndose de un comportamiento que hab¨ªa da?ado la imagen de la Naci¨®n ante el mundo entero, decidi¨® insistir en las detenciones creando una serie de circunstancias falsas". "La gravedad absoluta se halla en el hecho de que las violencias, generalizadas en todos los ambientes de la escuela, se desataron contra personas claramente inermes, algunas dormidas, otras que ya mostraban su sumisi¨®n sentadas con las manos levantadas, a la espera evidente de disposiciones", contin¨²a el Alto Tribunal italiano.

10 de diciembre de 2012. Condenado a 2 a?os y 8 meses el excuestor de G¨¦nova, Francesco Colucci, por testificar en falso en el juicio sobre la Diaz. Colucci maquill¨® su testimonio para evitar involucrar al entonces jefe de la polic¨ªa, De Gennaro, seg¨²n el juez.

11 de enero de 2013. El Tribunal Europeo de los derechos humanos admite a tr¨¢mite el recurso de algunas de las v¨ªctimas de la Diaz y Bolzaneto. Por tanto, concede tres meses al Gobierno italiano para aclarar los hechos, los procesos y si las condenas finales son apropiadas. La Corte de Estrasburgo critica tambi¨¦n el hecho de que, durante el juicio, "no ha sido posible identificar a todos los responsables".

5 de febrero de 2013. Archivada la denuncia contra los agentes que golpearon, fuera de la Diaz y poco antes de la irrupci¨®n policial, al periodista ingl¨¦s Mark Covell. El reportero acab¨® con ocho costillas rotas, una mano fracturada, los dientes destrozados y un pulm¨®n perforado. "La falta de colaboraci¨®n de los investigadores con la fiscal¨ªa de G¨¦nova ha impedido de facto la identificaci¨®n de los responsables", defiende la fiscal Adriana Petri.

El futuro. "El G8 de G¨¦nova es un cap¨ªtulo cerrado", declar¨® a La Repubblica a finales de 2012 el entonces jefe de la polic¨ªa italiana, Antonio Manganelli (fallecido el 20 de marzo de 2013). "No est¨¢ cerrado en absoluto", defiende en cambio Laura Tartarini, abogada que ha asistido a algunas de las v¨ªctimas a lo largo de toda la odisea judicial. En efecto, el 8 de mayo se retoma la instancia final del juicio sobre lo ocurrido en la comisar¨ªa de Bolzaneto, cuya sentencia seg¨²n la letrada llegar¨¢ el d¨ªa 10. Bastante m¨¢s habr¨¢ que esperar para las motivaciones de la decisi¨®n del juez.

Una vez concluido el recorrido penal, los apaleados de ambos sucesos pedir¨¢n, por la v¨ªa civil, una indemnizaci¨®n. Tambi¨¦n queda pendiente el desarrollo del recurso de las v¨ªctimas ante al Tribunal Europeo de los derechos humanos: son una veintena entre los que recurrieron en enero y otros que lo hicieron hace un mes. Tartarini explica que sus clientes piden que Italia introduzca en su c¨®digo penal el delito de tortura y, en consecuencia, que reciban una indemnizaci¨®n por haberlo sufrido en su piel.