Historias y fotograf¨ªas bajo un mismo techo
Las instant¨¢neas ganadoras del concurso que organizaron EL PA?S, el Cervantes y Loewe podr¨¢n verse hasta el 13 de enero en Madrid
Bajo un techo casi infinito, el que cabe bajo el enunciado Universo en espa?ol, se cobijan las m¨¢s de 40.000 fotograf¨ªas que, llegadas de todo el mundo, participaron hace ya un a?o en el concurso convocado por El Pa¨ªs para buscar las huellas de una identidad com¨²n. Con el patrocinio de Solo? Loewe y la colaboraci¨®n del Instituto Cervantes, de aquella marea de im¨¢genes salieron a flote los proyectos que desde hoy y hasta el 13 de enero se muestran al p¨²blico en la sede madrile?a del Cervantes: 38 finalistas, un Premio de los lectores y dos ganadores, uno de Retratos y otro de Historias, cuyos relatos empiezan donde acaba un paisaje abandonado, un torso desnudo o el tiempo que pasa por un monumento arquitect¨®nico.
El canario H¨¦ctor Guerra Hern¨¢ndez, ingeniero de estructuras y arquitecto naval, gan¨® con una serie de 11 fotograf¨ªas en blanco y negro. Dedic¨® su trabajo a edificios de Espa?a varados entre nubes. ¡°Me interesa la historia de los edificios, de las casas, de los puentes. Para m¨ª las historias no son siempre las de las personas¡±. De esas fotograf¨ªas suyas de larga exposici¨®n Jordi Soc¨ªas, miembro de un jurado presidido por Manuel Borja-Villel, director del Reina Sof¨ªa, destaca algo m¨¢s que la precisi¨®n t¨¦cnica: ¡°Son obra de un fot¨®grafo que sabe que la luz es la forma¡±. ¡°Viaj¨¦ por toda Espa?a, del Puente del Ri?¨®n, o de las Arenas, de Las Palmas al Guggenheim de Bilbao. La arquitectura est¨¢ supeditada a la vida, no conozco mejor gu¨ªa para saber hacia donde vamos. Hasta hace poco todo el mundo quer¨ªa un Guggenheim en su pueblo, ahora nadie los quiere ni en pintura. Pero mi idea es optimista, porque no todo ha sido malo¡±. Un juego, a?ade el fot¨®grafo, en el que el banco y negro es una elecci¨®n nada accidental: ¡°el color distrae de la luz y de la geometr¨ªa¡±.
De la lectura limpia de una Espa?a construida en la cresta de la ola, a los tres retratos (en la serie original son 12) de seis hombres y seis mujeres arrastrados por las corrientes de la crisis. Torsos desnudos captados por el sevillano ?scar Romero Blaya para hablar de la derrota. ¡°Nada distrae la mirada¡± apunta la fot¨®grafa de EL PA?S Marisa Florez, miembro del jurado, ¡°son retratos directos y su sencillez multiplica su fuerza¡±. Un periodista, un dise?ador de moda y el propio autor en una galer¨ªa que pretende mostrar el fracaso, tambi¨¦n el suyo: ¡°en el momento que hice la fotograf¨ªa trabajaba en un bar a tiempo parcial por 400 euros cuando hab¨ªa dedicado todo mi tiempo y todo mi dinero a la fotograf¨ªa. Quer¨ªa ponerle cara a esta situaci¨®n en la que vivimos. Fue hace un a?o, hablaba de cinco millones de ¡°desnudos¡± como estos. Ahora ser¨ªan seis millones de hombres y mujeres a la intemperie¡±. Para Romero Baya, la piel es el escudo de los supervivientes. ¡°Porque la vulnerabilidad ha despertado a la dignidad y de ella se alimentan los supervivientes¡±.
Acordonada por las miles de personas que protestaban en la calle en defensa de la sanidad p¨²blica, la exposici¨®n fue inaugurada en el instituto Cervantes por la directora de Cultura del centro, Montse Iglesias, el presidente de Perfumes Loewe, Juan Pedro Abeniacar y la jefa de secci¨®n de El Pa¨ªs Semanal, Eugenia de la Torriente. El tercer premiado, el de los lectores, Asier Armend¨¢riz Gonz¨¢lez-Carrascosa, ofrec¨ªa con sus im¨¢genes de lugares despoblados y abandonados un parad¨®jico remanso de paz. Territorios y paisajes viejos, estructuras oxidadas por el tiempo, lugares, explica ¨¦l, que le recuerdan porque a todos nos hace ilusi¨®n lo nuevo y porque todos dejamos que el tiempo lo devore.
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