Galos ¡®brit-pop¡¯

La presencia en el reparto de esta pel¨ªcula de nombres tan cegadores del star-system galo como G¨¦rard Depardieu ¡ªla ¨²nica constante en la franquicia¡ª, Catherine Deneuve, Jean Rochefort y Fabrice Luchini da fe de que los personajes creados en 1959 por Ren¨¦ Goscinny y Albert Uderzo son una gloria nacional a cuyo poder¨ªo casi nadie sabe negarse. Por desgracia, Ast¨¦rix y Ob¨¦lix al Servicio de su Majestad tambi¨¦n da fe de otra cosa: llevar a esos iconos a un cine de imagen real con vitaminas de s¨ªntesis no fue, nunca, una buena idea, pero esta cuarta entrega de la saga ¡ªdonde el protagonista adquiere un nuevo rostro: el de Edouard Baer¡ª lo deja claro incluso para quienes tuvimos alguna debilidad ¡ªm¨¢s relacionada con la nostalgia de lector que con el goce de espectador¡ª ante alguna de las pel¨ªculas precedentes.

Dirigida por Laurent Tirard ¡ªque hab¨ªa llevado otra creaci¨®n de Goscinny en El peque?o Nicol¨¢s (2009) tras pasar, sin mucha delicadeza, por Las aventuras amorosas del joven Moli¨¨re (2007)¡ª, la pel¨ªcula funde la acci¨®n de dos ¨¢lbumes consecutivos ¡ªAst¨¦rix en Breta?a (1966) y Ast¨¦rix y los normandos" (1967)¡ª para devaluar su juego de anacronismos y prejuicios culturales, libres de agresividad, en parque tem¨¢tico bufo de cart¨®n piedra, donde todo dardo c¨®mico se desv¨ªa de su diana. Ast¨¦rix en Breta?a ya hab¨ªa sido objeto de una adaptaci¨®n animada en 1987, bajo la direcci¨®n de Pino Van Lamsweerde, quinta pel¨ªcula protagonizada por los personajes: las torpezas de su animaci¨®n posibilista no produc¨ªan el estupor del presente trabajo, que vulgariza la labor de sus c¨®micos ¡ªlo poco que brilla el talento de Val¨¦rie Lemercier es doloroso¡ª y que, en su doblaje espa?ol, amplifica la grima de esas forzadas dicciones inglesas que, probablemente, ya figuran en el original.