Un vino con la mirada de Barcel¨®

Miquel Barcel¨® (1957) ha estampado sus ojos, a hierro y fuego, en el cuerpo de una botella de vino. En trazos gruesos, marcados uno a uno, sobre papeles rasgados, la mirada del pintor aparece dominante como etiqueta y referencia de la nueva a?ada 2010 del vino Son Negre. Ninguna imagen es id¨¦ntica y las letras son m¨ªnimas. Es una obra compleja, artesana, para un caldo que se cosecha con uvas callet, variedad aut¨®ctona de las tierras del pueblo del artista, Felanitx, Mallorca, desde donde se exportaba vino a Francia y aguardientes a Am¨¦rica, hace m¨¢s de un siglo.

El estreno simb¨®lico del vino Son Negre ocurri¨® en una matanza del cerdo alrededor del 20 de noviembre. Es hijo de unas vi?as viejas resistentes de escasa producci¨®n que cuida Miquel ?ngel Cerd¨¤ en su peque?a bodega familiar AN ?nima Negre, donde manos y m¨¢quinas seleccionan las uvas grano a grano. Cerd¨¢ sit¨²a personalmente en restaurantes y vinotecas de medio mundo su escasa producci¨®n.

En la publicaci¨®n The Wine Advocate, el gur¨² de los vinos Robert Parker ha distinguido la a?ada m¨¢s reciente del Son Negre con 94 puntos, anotando su serenidad y elegancia maravillosa. "Un tinto sofisticado", dice Parker, "que puede aguantar diez a?os antes de su consumo".

Miquel Barcel¨® -que ha sido investido doctor honoris causa por la Universidad Pompeu Fabra- crea por complicidad desde hace seis a?adas la imagen de las etiquetas de este vino de autor, cuyos vi?edos son vecinos de sus tierras familiares y de las canteras de arcilla de las que sale su cer¨¢mica. Antes plasm¨® otros motivos de referencia en las etiquetas: sucesivamente pint¨® peces en dos trazos, un cr¨¢neo de cabra, y dos peque?as bestias, almas bestiales, peque?os monstruos que aluden a la marca madre: ¨¢nima. Las botellas llenas y vac¨ªas son para ¨¦l objeto de pasi¨®n mit¨®mana.

No es el ¨²nico barcel¨® que esta temporada ilustrar¨¢ un vino distinguido. Un autorretrato desdibujado en las hojas y ramas de una planta viste el vino titulado Barcel¨®, creado en veneradas plantaciones de la Rioja por el afamado Telmo Rodr¨ªguez para la revista Matador. ?sta es una pieza de coleccionista. En la madera cruda de las cajas de las botellas, Miquel Barcel¨® ha marcado otros hierros, dos de sus dibujos, un mono y un p¨¢jaro asaeteado, que traslad¨® en la forja del papel al metal otro de sus paisanos, el herrero escultor Jaume Canet.