De Roma al cielo... por ramas de bamb¨²
Una estructura gigante creada por los hermanos Mike y Doug Starn celebra en Italia los 50 a?os de la empresa Enel
?Y qui¨¦n no ha deseado alguna vez trepar hasta la copa de un ¨¢rbol para huir del mundanal ruido? Pues ya no hace falta ser ni un crio ni tampoco Keith Richards de veraneo en las islas Fiji para lograr esa sensaci¨®n encontrada de levedad y gravedad que ofrece andar por las ramas. Solo hace falta, eso s¨ª, pasar por Roma.
En la capital italiana, los gemelos estadounidenses Mike y Doug Starn acaban de inaugurar en el Macro Testaccio ¡ªviejo matadero de la ciudad del T¨ªber hoy reconvertido en espacio para el arte contempor¨¢neo¡ª su pieza Big bamb¨², obra fronteriza entre la arquitectura, la escultura y el performance realizada solo con bamb¨² y cuerda. La espectacular obra, que Enel Contemporanea ha regalado a Roma para celebrar el medio siglo de la compa?¨ªa energ¨¦tica italiana, literalmente permite trepar hasta casi 20 de sus 30 metros de altura. Inaugurado el martes por sus creadores, el gigantesco amasijo respira. ¡°Es la arquitectura invisible de la vida¡±, explican los hermanos Starn.
Un cartel en Piazza del Popolo anuncia la nueva atracci¨®n de la ciudad, situada fuera del centro, a los pies del monte Aventino. Desde que en 2010 los Starn creasen un Big bamb¨² ef¨ªmero (el de Roma es permanente) para el museo Metropolitan de Nueva York la fama ¡ªy el cach¨¦¡ª de los artistas se ha multiplicado. La pieza del MET logr¨® convocar en seis meses a 631.000 personas que quer¨ªan experimentar ese laberinto org¨¢nico creado por dos hombres que nacieron en Nueva Jersey en 1961 y que desde entonces no se han separado nunca. Con su aire m¨¢s cercano a un Chuck Norris que a un Christo, los Starn trabajan con un equipo de escaladores que son quienes van tejiendo la estructura de sus obras. ¡°Planificamos la forma b¨¢sica: en este caso quisimos que tuviese forma de cuerno por tratarse de una obra para el viejo matadero de Roma, pero luego la pieza crece sola porque es org¨¢nica, est¨¢ viva¡±. Esa sensaci¨®n de enorme nido construido rama a rama es una de las primeras al acercarse al Big bamb¨². La percepci¨®n cambia al adentrase en sus tripas y empezar a moverse y subir por ella. ¡°Nadie lo ve de la misma manera. En el fondo es un enorme laberinto que se crea al recorrerlo¡±, explica uno de los Starn que, con una c¨¢mara de fotos en la mano, anima al visitante a llegar hasta lo m¨¢s alto mientras su hermano propone algunos cambios de iluminaci¨®n nocturna por el camino.
Como har¨ªa un tarz¨¢n doble, los artistas muestran ¡°el sal¨®n, el escenario, la mesa, el balc¨®n¡¡± y otros rincones de su casa de la jungla. ¡°Esto es seguro hasta con 100 personas dentro pero la organizaci¨®n, por seguridad, no deja m¨¢s de sesenta¡±.
Un cartel en la boca de la mole proh¨ªbe lo obvio: el paso a gente que pese m¨¢s de 180 kilos, que vaya bebida o drogada. ¡°Parece muy fr¨¢gil pero es muy seguro. Podemos quitar el tronco m¨¢s gordo que ni se mover¨¢¡±. M¨¢s de 6.000 piezas de un material altamente resistente llegado desde Bali a Italia. ¡°El bamb¨² suda vida. Es la selva. Es ca¨®tico y simple a la vez. Esta pieza pretende ser una experiencia art¨ªstica liberadora, hay que vivirla con las entra?as porque solo se puede entender de una forma muy sencilla o muy compleja¡±. La complejidad de c¨®mo semejante caos de cuerdas y troncos puede provocar una inequ¨ªvoca sensaci¨®n de orden y la simpleza de encontrar paz como los ni?os, entre ramas.
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