El lado oscuro de Helmut Newton
El museo berlin¨¦s dedicado al fot¨®grafo rescata una parte de su obra in¨¦dita o menos conocida que explora en la perversidad del ser humano
Helmut Newton conquist¨® la fama y la riqueza gracias a las fotograf¨ªas de hermosas mujeres que, a veces vestida y otras desnudas, siempre resultaban lascivas y con un aura de misterio. Su serie Big Nudes, a la que pertenecen los cinco retratos que dan hoy la bienvenida en el museo berlin¨¦s que lleva su nombre, le catapult¨® al incierto honor de ser odiado por las feministas de su pa¨ªs, que le echaron en cara una cierta tendencia facistoide, una acusaci¨®n algo terrible que sin embargo siempre hacia sonre¨ªr a Newton.
Ahora, y gracias a una nueva iniciativa de la Fundaci¨®n Helmut Newton que administra uno de los museos m¨¢s exquisitos de Berl¨ªn, los admiradores del genial fot¨®grafo ¡ªfallecido hace ya casi nueve a?os¡ª, tienen la rara oportunidad de admirar no solo el lado m¨¢s conocido del artista sino tambi¨¦n su lado m¨¢s oculto. Newton ten¨ªa un ojo genial para captar luminosas escenas que enloquec¨ªan a las revista de moda, pero tambi¨¦n era un hombre con fantas¨ªas que rozaban lo perverso. Ambas caras se enfrenan ahora para ofrecer una oportunidad ¨²nica para adivinar los caminos de su personalidad creativa.
En un enorme sal¨®n de su museo, ubicado en la calle Jeben de la capital germana, la fundaci¨®n ofrece hasta el 19 de mayo de 2013 la oportunidad de contemplar varias decenas de fotos realizadas por Newton en la d¨¦cada de los ochenta y los noventa del siglo pasado, muchas de ellas in¨¦ditas, que demuestran que era algo m¨¢s que un fot¨®grafo famoso de moda.
Bajo el titulo Archive de Nuit, el museo muestra a un Newton desconocido que en sus "ratos libres" daba rienda suelta a su imaginaci¨®n de artista genial. Junto a una serie de fotos que muestran paisajes de la Costa Azul, castillos, catedrales europeas, vistas a¨¦reas y paisajes buc¨®licos, el fot¨®grafo recurre, una y otra vez, a su musa eterna, la mujer, pero con un acento diferente.
En la selecci¨®n Archive de nuit no hay fotos de moda, ni modelos famosas. En cambio, el museo ofrece instant¨¢neas de Newton que muestran a mujeres desnudas en cocinas, en salas con lavadoras, en habitaciones de hoteles, tiradas sobre el piso hablando por tel¨¦fono. Las modelos de Newton son a la vez activas y pasivas, caprichosas y melanc¨®licas, dom¨¦sticas y salvajes y todas muestran, con una claridad asombrosa, que estaban posando ante uno de los fot¨®grafos m¨¢s importantes del siglo XX.
Las im¨¢genes que se pueden contemplar en la serie Archives de Nuit no son seductoras, tampoco son glamurosas, pero todas esconden una historia individual de brutalidad, dulzura e iron¨ªa. Por ejemplo, la ¨²nica instant¨¢nea hecha en Madrid que se puede ver en la exposici¨®n, muestra un mont¨®n de s¨¢banas sucias del Hotel Ritz.
La segunda parte de la nueva exposici¨®n ofrece la visi¨®n m¨¢s cl¨¢sica del gran fot¨®grafo, un gran resumen de su genial instinto para vender moda con una pesada carga de erotismo. World without Men (Mundo sin hombres) es el nombre ir¨®nico de la muestra que muestra fotos realizadas en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas del siglo pasado para las revistas de moda m¨¢s famosas del planeta.
La muestra tambi¨¦n es in¨¦dita, ya que es la primera vez que el legendario libro de fotos que publico Newton en 1984 con el mismo t¨ªtulo se convierte en una exposici¨®n y es presentado en su totalidad. En esta secci¨®n de la muestra, los hombres solo aparecen como un decorado secundario para no ensombrecer la hermosura y el poder de las musas de Helmut Newton.
¡°ARchives de nuit y woirld without men¡± son parte de una sola persona: mi esposo. ?l fue brillante, casi un genio y nunca dej¨® de trabajar como fot¨®grafo¡±, dijo June Newton la viuda de 89 a?os, el d¨ªa de la inauguraci¨®n de la exposici¨®n.
Newton abandon¨® Berl¨ªn en 1938. A la edad de 18 a?os, subi¨® a un tren que part¨ªa de la famosa estaci¨®n Banhof Zoo.Sin esa estaci¨®n no se podr¨ªa explicar por qu¨¦ hoy descansa en la ciudad su magn¨ªfico archivo. La casualidad quiso que las autoridades de la ciudad ofrecieran a Newton un edificio vac¨ªo ubicado a un costado de la famosa estaci¨®n. Cuando Newton visit¨® el centro, unex casino de oficiales prusianos, y mir¨® a trav¨¦s de una ventana, pudo ver las v¨ªas de tren de la estaci¨®n. En ese momento, supo que aquel edificio centenario ser¨ªa su museo.
Babelia
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