Sexo problem¨¢tico, tambi¨¦n conmovedor
Con una tem¨¢tica tan arisca, Ben Lewin construye una de las pel¨ªculas m¨¢s po¨¦ticas, realistas, complejas, emocionantes y cre¨ªbles que he visto este a?o
No hay temas imposibles si existe la capacidad para hacerlos atractivos y cre¨ªbles, afirmar¨ªa con ¨¦nfasis un profesional de la obviedad y de las frases hechas. A pesar del tono fatigoso de dicha sentencia resulta imposible negar su verdad. Se realizan demasiadas pel¨ªculas con argumento, desarrollo y conclusiones previsibles, incluso para el espectador menos ambicioso y de imaginaci¨®n muy limitada. Pero esas f¨®rmulas tan elementales, por mucho que se repitan, suelen tener ininterrumpido ¨¦xito comercial. Tambi¨¦n existen tramas arriesgadas, que al cont¨¢rselas esquem¨¢ticamente al pr¨®jimo logran que en su expresi¨®n se refleje la desgana o el hast¨ªo, su convicci¨®n de que ni en estado de ebriedad van a pasar por esa taquilla.
Y de acuerdo en que las pel¨ªculas protagonizadas por gente discapacitada, adem¨¢s de representar un cebo infalible para los int¨¦rpretes que aspiran al Oscar, suelen gozar de la simpat¨ªa del p¨²blico, muy predispuesto a sufrir y llorar con las desgracias f¨ªsicas o mentales del pr¨®jimo en la seguridad de que ellos gozan de perfecta salud. Incluso pueden adoptar elementos de comedia y no descuidar un final razonablemente feliz. Creo que Intocable represent¨® el mayor ¨¦xito del cine europeo el a?o pasado. La historia del millonario tetrapl¨¦jico y resignado a su desgracia y el macarra negro que le ense?a no ya a sobrevivir, sino a disfrutar de la existencia, hizo re¨ªr y conmovi¨® a millones de espectadores. No fue mi caso, y espero que no me lapiden por ello. Me pareci¨® tan blandita como previsible, una f¨¢bula en la que adivinaba con progresivo aburrimiento e irritaci¨®n lo que iba a ocurrir y lo que iban a decir los personajes en cada secuencia.
Si alguien te pide que le cuentes de que va Las sesiones y le aclaras que describe la relaci¨®n entre un tetrapl¨¦jico que convive con un pulm¨®n de acero y una terapeuta sexual, es probable que huya espantado. Con tem¨¢tica tan arisca (hay que ser muy retorcido para encontrarle morbo), el director Ben Lewin construye una de las pel¨ªculas m¨¢s sutiles, po¨¦ticas, realistas, complejas, emocionantes y cre¨ªbles que he visto este a?o. La historia de ese lisiado con hambre de sexo y de amor, ir¨®nico y coqueto, atormentado y seductor, y la se?ora que a lo largo de tres improrrogables citas va a intentar despertar y saciar el deseo carnal de ese cuarent¨®n virgen y l¨®gicamente temeroso, est¨¢ contada con inteligencia y autenticidad, respetando a los personajes y al espectador, contagi¨¢ndole a este la turbaci¨®n y las incertidumbres del protagonista, logrando que comprendas los sentimientos que provoca en su entorno, el impacto emocional en esa mujer tan segura de s¨ª misma, esa se?ora que sabe tanto del cuerpo como del alma.
El encanto que transmite este guion tan arriesgado y el pulso del director para hacerlo tragic¨®mico y veraz se complementa con interpretaciones magistrales. La del brillante camale¨®n John Hawkes (cuesta reconocerle de una pel¨ªcula a otra, y su filmograf¨ªa es amplia), la de la extraordinaria Helen Hunt, igual de natural y penetrante est¨¦ vestida o desnuda. Y, por supuesto, es obligatorio o¨ªr sus voces para valorar su trabajo.
Babelia
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