Samuel Amell, adalid del hispanismo
Contribuy¨® a promover las letras espa?olas contempor¨¢neas en EE UU
El 28 de diciembre del a?o pasado muri¨® el profesor Samuel Amell en Columbus (Ohio), en cuya universidad estatal hizo la mayor parte de su carrera como profesor de Literatura Espa?ola. Hab¨ªa nacido en Madrid, pero curs¨® los estudios de Letras en Estados Unidos, bajo la direcci¨®n del profesor exiliado Germ¨¢n Bleiberg.
Escribi¨® un notable y madrugador libro, La narrativa de Juan Mars¨¦ (1984), y dedic¨® a?os y esfuerzo a la composici¨®n de The contemporary spanish novel. An annotated, critical bibliography, 1936-1994 (1996). Pero el ¨²ltimo decenio de su vida no fue nada f¨¢cil y quedaron en forma de art¨ªculos o conferencias lo que pod¨ªan haber sido nuevos libros sobre su campo de trabajo predilecto: la novela y el cine de los ¨²ltimos 50 a?os. Mucho tiempo y trabajo hab¨ªa dedicado antes a la organizaci¨®n de tres reuniones que fueron muy significativas: Espa?a en los Ochenta reuni¨® en la Ohio State University a escritores, cr¨ªticos, profesores, editores y gestores culturales en un primer balance de la cultura de la Transici¨®n cuyas actas se publicaron en ingl¨¦s (1990) y en castellano (La cultura espa?ola en el posfranquismo, Playor, Madrid, 1988), a su cuidado y al de su compa?ero de departamento, Salvador Garc¨ªa Casta?eda. En 1990 (Espa?a Frente al Siglo XXI) y en el a?o 2000 (Espa?a en el Siglo XXI) la convocatoria de Columbus se repiti¨®, con muchos m¨¢s asistentes y rotundo ¨¦xito.
Eran, sin duda, otros tiempos¡ Hab¨ªa fe en la iniciativa p¨²blica (el incipiente Instituto Cervantes y el ya extinto Centro de las Letras Espa?olas ayudaron poderosamente al logro), certidumbre al respecto de la representatividad de la cultura espa?ola y, sobre todo, la convicci¨®n de que, cuando se habla de ello, el conflicto (ya fuera de g¨¦nero, de nacionalidad, de opini¨®n pol¨ªtica o est¨¦tica¡) solo es un acicate m¨¢s de la inteligencia cr¨ªtica.
En 1988, Samuel Amell hab¨ªa logrado la creaci¨®n de una revista, Espa?a contempor¨¢nea, que todav¨ªa subsiste. Naci¨® cuando se confirmaba la decantaci¨®n del hispanismo norteamericano por las letras presentes, como mostraron otras publicaciones coet¨¢neas: Letras peninsulares y Anales de literatura espa?ola contempor¨¢nea, entre ellas. Por todo esto, en calendas inciertas, dominadas por la cultura del recorte y la sombra de las desconfianzas, el recuerdo de la ejecutoria de Samuel Amell no puede hacerse sin nostalgia y gratitud. Dos sentimientos que comparten, sin duda, los numerosos amigos que Alma y Samuel Amell hicieron a un lado y otro del Atl¨¢ntico.
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