El barrio napolitano de Scampia se opone al rodaje de la serie ¡®Gomorra¡¯
El presidente de la municipalidad impide grabar la obra en la zona porque "subraya lo negativo" Los cap¨ªtulos est¨¢n basados en el libro de Roberto Saviano sobre la camorra El alcalde de N¨¢poles respalda la decisi¨®n
¡°?Es realmente posible bloquear la narraci¨®n de un territorio?¡±. La pregunta es del escritor italiano Roberto Saviano. Por contestar no, y escribir Gomorra, un libro sobre los cr¨ªmenes y los protagonistas de los clanes de la camorra, el autor vive escoltado desde 2006. Un rotundo s¨ª ha sido en cambio la respuesta escogida por Angelo Pisani. De ah¨ª que el presidente de la municipalidad a la que pertenece Scampia, considerado como uno de los barrios m¨¢s peligrosos de N¨¢poles y tierra de conquista de la criminalidad organizada, haya negado su visto bueno al rodaje en la zona de varias secuencias de la serie televisiva Gomorra, inspirada en la obra de Saviano.
"He denegado cualquier autorizaci¨®n al uso de las im¨¢genes y los lugares del territorio. Ha llegado el momento de decir basta a la explotaci¨®n instrumental de N¨¢poles y en particular de este barrio¡±, ha declarado Pisani al diario italiano Il Corriere del Mezzogiorno.
Gomorra ya inspir¨® una pel¨ªcula, dirigida en 2008 por Matteo Garrone. De hecho, el cineasta realiz¨® algunas secuencias de su filme en Scampia. La emisora Sky Italia y la productora Cattleya esperaban hacer otro tanto con la serie hom¨®nima, 12 cap¨ªtulos de 50 minutos que se empezar¨¢n a rodar en febrero. Pero se han encontrado con la negativa de Pisani, seg¨²n el cual, ¡°subrayar siempre y solo lo negativo ¡ªque obviamente est¨¢, es innegable¡ª no resuelve sino que empeora los problemas y confirma la marca de infamia que Scampia, a su pesar, arrastra¡±.
¡°Me sorprende mucho el no, por dos razones. No cre¨ªa que a¨²n existiera esa mentalidad de que los trapos sucios se limpian en familia. Y adem¨¢s por todo el planeta los responsables de los territorios intentan atraer producciones, por sus beneficios econ¨®micos y culturales¡±, explica Riccardo Tozzi, presidente de Cattleya. Para el productor, la reacci¨®n de Pisan debe de depender de la ¡°falta de informaci¨®n¡± ya que promete que Gomorra la serie ¡°demostrar¨¢ que Scampia no es solo camorra¡±. De todos modos, la compa?¨ªa a¨²n conf¨ªa en obtener la autorizaci¨®n y espera poder hablar con el alcalde de N¨¢poles, Luigi de Magistris. Aunque, por si acaso, tiene listo un plan B. ¡°Scampia solo representa el 5% de los ambientes. Si finalmente no pudi¨¦ramos rodar all¨ª, lo har¨ªamos en lugares an¨¢logos¡±, asegura Tozzi.
Sea como fuere, de momento De Magistris, un exfiscal elegido en 2011 con el centroizquierda, ha ofrecido su respaldo a Pisani y a su guerra para demostrar que ¡°Scampia no es Bagdad¡±. El mandatario ha publicado un comunicado en su p¨¢gina de Facebook, en el que afirma: ¡°Estamos cansados de ver a Scampia reducida, tambi¨¦n en t¨¦rminos de im¨¢genes, a un territorio de conquista de la camorra, como si no existiera nada m¨¢s que las plazas del tr¨¢fico de droga y la lucha entre clanes¡±.
Al alcalde ha contestado directamente Roberto Saviano, en la en¨¦sima pol¨¦mica sobre c¨®mo narrar la mafia en Italia, un pa¨ªs aficionado a los parlamentarios condenados por colaborar con la criminalidad organizada y que todav¨ªa investiga sin respuestas una supuesta negociaci¨®n entre Estado y Cosa Nostra en los noventa.
El escritor, en un art¨ªculo en el diario italiano La Repubblica, ha salido en defensa de la serie, que supervisa personalmente, y de la productora que adquiri¨® los derechos de su libro. Y ha escrito de De Magistris: ¡°Es normal, siempre ha sido as¨ª. Cuando se est¨¢ en la oposici¨®n se cuenta el mal. Pero cuando la misma gente que un instante antes estaba en el otro bando llega al poder, cambia de idea y quien narra el mal acaba siendo el enemigo que boicotea el cambio y difama el territorio¡±.
En realidad, el propio Saviano apoy¨® en 2011 la candidatura de De Magistris a la alcald¨ªa de N¨¢poles, precisamente porque estaba convencido de que representaba el cambio que la ciudad necesitaba. Pero, poco m¨¢s de un a?o despu¨¦s, nada queda de aquella alianza.
Tanto que De Magistris ha abierto otro frente de batalla con el escritor napolitano: ¡°Scampia es tambi¨¦n la frustraci¨®n de sus habitantes, la mayor¨ªa buena gente, exasperados por ver su barrio contado como marca medi¨¢tica negativa. Me pregunto por qu¨¦ los derechos televisivos tan bien pagados no son trasladados, por ejemplo, a la financiaci¨®n de los proyectos de escuelas y asociaciones que trabajan sobre el territorio¡±.
A falta de una respuesta, que Saviano no ha ofrecido, el escritor ha planteado unos cuantos interrogantes m¨¢s: ¡°?Es posible dejar de contar un territorio donde ha estallado de nuevo una guerra por el control de las plazas del tr¨¢fico de droga, donde han explotado bombas por las calles, donde esas bombas han herido ni?os que jugaban? ?Realmente esta en¨¦sima ocurrencia electoral de prohibir el acceso a las c¨¢maras es la manera justa para llamar la atenci¨®n o para alejarla? La luz sobre el dolor de Scampia la encienden las tragedias. Entonces habr¨ªa que mantener fuera las c¨¢maras de los noticiarios, los v¨ªdeos de los periodistas, la mirada de los observadores internacionales¡±. Y su serie, claro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.