El ¡®momento Michelle Obama¡¯
¡°Cuando la vi aparecer supe que ¡®Argo¡¯ ganar¨ªa¡±, dijo Clooney
¡ Y el Oscar sorpresa de la noche fue para Michelle Obama, luciendo torneados brazos de gimnasio y flequillo resultante de una crisis de la mediana edad. Nadie pod¨ªa esperar que cuando Jack Nicholson habl¨® de una conexi¨®n en directo con la Casa Blanca para anunciar el premio a la mejor pel¨ªcula iba a aparecer la Primera Dama, en lugar de alg¨²n gui?o a lo pol¨ªticas que hab¨ªan sido este a?o la mayor¨ªa de las cintas de Hollywood y su estrecha relaci¨®n con el poder de Washington, un love affair que dur¨¢ ya d¨¦cadas.
Como ya hizo FDR (Franklin D. Rooselvelt) en 1941 con una alocuci¨®n de radio de seis minutos desde la Casa Blanca o como no pudo hacer Ronald Reagan en 1981 debido al atentado que sufri¨® ¡ªa pesar de que la aparici¨®n ya estaba grabada, pero la ceremonia fue el d¨ªa 31 de marzo y al presidente-actor le intentaron matar a tiros el d¨ªa anterior¡ª, Michelle Obama ¡ªsin ser presidente¡ª tuvo su momento de gloria en la noche del domingo.
George Clooney confes¨® entre bambalinas que supo que Argo, la pel¨ªcula que ¨¦l y Affleck hab¨ªan producido, hab¨ªa ganado cuando vio a la se?ora Obama en la pantalla. Otros apuntan a que todo se prepar¨® porque se esperaba que la cinta vencedora fuera Lincoln.
Esos 15 segundos le pueden costar caro a la larga a Michelle Obama, y a la Casa Blanca. Tras la operaci¨®n, tan secretista como cuando el presidente viajaba por sorpresa a Afganist¨¢n ¡ªaunque los motivos eran muy distintos, se trataba de seguridad y en el caso de Michelle, puro impacto medi¨¢tico¡ª, ha estado Harvey Weinstein, el magnate cinematogr¨¢fico que prest¨® su casa californiana el pasado a?o para la fiesta de recaudaci¨®n de fondos para la campa?a de Obama que organiz¨® George Clooney. Weinstein puso la casa, un jugoso cheque y todos sus contactos con sus abultadas cuentas bancarias para garantizar la reelecci¨®n del primer presidente negro de EEUU. Dicen que los Obama solo acaban de empezar a pagar favores.
Babelia
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