¡®El Para¨ªso¡¯ de Tintoretto vuelve a casa
Tras casi dos a?os de restauraci¨®n el lienzo del genio veneciano vuelve a su emplazamiento habitual en el museo Thyssen
El Para¨ªso, espectacular lienzo con el que Tintoretto quiso rivalizar con la mism¨ªsima capilla Sixtina de Miguel ?ngel, ha regresado esta ma?ana a su emplazamiento habitual, al final de la galer¨ªa que da entrada al Museo Thyssen en Madrid, tras una restauraci¨®n de casi dos a?os, subvencionada por el proyecto de conservaci¨®n de arte de Bank of America Merril Lynch.
En una operaci¨®n de tintes cinematogr¨¢ficos, el equipo de brigadas de la pinacoteca ha trasladado el enorme cuadro ante la vista de un nutrido grupo de periodistas y empleados del centro. Est¨¢n ciertamente poco acostumbrados a trabajar con p¨²blico, pero esta vez era distinta. Despu¨¦s de todo, la ¨²ltima fase de la restauraci¨®n (la m¨¢s artesanal, la que llega tras las radiograf¨ªas, las fotograf¨ªas y reflectograf¨ªas infrarrojas y los an¨¢lisis qu¨ªmicos) se ha practicado a la vista de los visitantes.
Desde julio, Susana P¨¦rez y Alejandra Martos, del equipo de restauraci¨®n del Thyssen, han trabajado ante el p¨²blico en una suerte de vitrina a la entrada del edificio para corregir faltas, retirar repintes y devolver en suma todo su esplendor a la obra maestra de Tintoretto, una de las m¨¢s importantes de la colecci¨®n.
Guillermo Solana, director art¨ªstico del museo lo ha comparado con ¡°un reality contempor¨¢neo¡± y con uno de esos ¡°teatros anat¨®micos¡± en los que los estudiantes de cirug¨ªa observan una operaci¨®n en directo y se ha felicitado por la decisi¨®n de efectuar los trabajos a la vista de todos: ¡°Hemos conseguido una relaci¨®n m¨¢s ¨ªntima, dir¨ªa que hasta f¨ªsica, entre el museo y los visitantes, justo ahora que celebramos el veinte aniversario¡±.
Una vez que los brigadas, perseguidos por un enjambre de fot¨®grafos y camar¨®grafos, han acarreado el cuadro para cubrir la distancia entre la UVI art¨ªstica y el emplazamiento final, una m¨¢quina hidr¨¢ulica ha elevado el lienzo de tama?o extraordinario (169,5 x 494 cm). Este Para¨ªso, en el que se representan los c¨ªrculos conc¨¦ntricos de la gloria, fue el segundo de los dos bocetos presentados hacia 1588 por Tintoretto al Senado veneciano, que buscaba decorar la pared que remata la estancia principal del palacio de los Dux, la sala del Gran Consejo.
Con el cuadro bien asegurado en la pared, ha llegado el momento de los reconocimientos (al banco benefactor, claro, que ya apoy¨® la restauraci¨®n en el Reina Sof¨ªa de la Mujer en azul, de Picasso). Tambi¨¦n, la hora de compartir los secretos que toda restauraci¨®n saca a la luz. Esta ha servido para confirmar la sobrenatural destreza t¨¦cnica de Tintoretto, que pint¨® todas las figuras desnudas, en un ¡°inusual alarde anat¨®mico¡±, para despu¨¦s vestirlas con el pincel, seg¨²n ha revelado Ubaldo Sedano, restaurador jefe de la pinacoteca.
Pero sobre todo ha sido el momento de acercarse al cuadro y contemplar de cerca esos azules y amarillos subidos, la sensacional distribuci¨®n de los espacios y los gestos y el genio delicadamente desmayado de Tintoretto, que desde hoy luce en el Thyssen en perfecto estado de revista.
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