El maestro ignorante
La mitad de la poblaci¨®n venezolana lee, s¨ª, pero el volumen m¨¢s le¨ªdo es el de la Constituci¨®n bolivariana
?Qu¨¦ ha pasado con el libro durante esto 14 a?os de gobierno bolivariano, bajo la direcci¨®n de Hugo Ch¨¢vez en Venezuela? Uno de sus bastiones m¨¢s importantes es lo que ¨¦l mismo nombr¨® como la ¡°artiller¨ªa del pensamiento¡±, nombre de uno de los peri¨®dicos m¨¢s antiguos de Venezuela, adquirido por el oficialismo, El correo del Orinoco. Si el pensamiento es la punta de lanza del gobierno de Hugo Ch¨¢vez, es tambi¨¦n su tal¨®n de Aquiles.
La militancia bolivariana nunca ha tenido garantizado su derecho a la lectura y el libro es todav¨ªa un objeto ex¨®tico, extranjero. En plena efervescencia de redes sociales y realismo extremo, la propuesta del gobierno venezolano, nada a contracorriente. Tres puntos son importantes en esta propuesta.
El primero, es la puesta en duda de la autoridad, es decir, de la autoridad como poder hegem¨®nico, no separado de lo pol¨ªtico y lo econ¨®mico, como una autoridad en crisis que ha cedido al mercado y no ha sabido proteger al libro de la depredaci¨®n mercantilista. La segunda es el valor hist¨®rico que tendr¨ªa el libro como reconstructor de la memoria colectiva y de una identidad cultural que pudiese generar lo que se podr¨ªa llamar una ¡°especificidad nacional venezolana¡±. La idea fundamental es redefinir el espacio simb¨®lico y dar visibilidad y voz a los silenciados. La tercera es la inclusi¨®n social a trav¨¦s de la producci¨®n literaria, facilitar el acceso a aquellos que no han tenido derecho a la palabra, creando espacios donde esta palabra pueda ser escuchada (y valorada).
Desde este punto de vista, la edici¨®n y las redes de distribuci¨®n del gobierno venezolano se convierten en un contrapoder y aspiran a dar su propia versi¨®n de la historia, el caso m¨¢s relevante es Sim¨®n Bol¨ªvar. Otra idea importante es romper con la noci¨®n elitista del autor@, convertido en maestro ignorante que no entiende el conocimiento como herramienta de poder, sino como un lazo de uni¨®n con su colectividad, una noci¨®n m¨¢s de mediador que de creador. Este a?o se han impreso 600 libros y la idea es promover la lectura a trav¨¦s de las ferias internacionales, las redes del librer¨ªas del Sur, y los diferentes sellos y fundaciones que ya exist¨ªan y que el gobierno asumi¨® (Monte ?vila editores, que en su ¨¦poca de apogeo fue la primera editorial en publicar a Clarice Lispector, o el Perro y la Rana, entre otras). Adem¨¢s las editoriales independientes est¨¢n en pleno crecimiento: Lugar Com¨²n, Alfa, Punto cero, han ido lanzando autores como Federico Villegas o Rubi Garc¨ªa.
El cuarto punto es el precio barato del libro, estas editoriales y fundaciones venden los libros a precios simb¨®licos, prescinden de las librer¨ªas tradicionales porque no generan plusval¨ªa, lo que no impide que las editoriales sudamericanas y espa?olas circulen en los circuitos privados (aunque el control de cambio no abarata el libro y lo restringe a las clases m¨¢s pudientes). Al mismo tiempo, reformular la autoridad y la idea de un ejercicio literario no transitivo (quien escribe en su torre de marfil), produce una inevitable banalizaci¨®n del libro, que circula igual a cualquier producto, y, por m¨¢s que un Presidente o sus ministros lean y citen autores (el caso de Ch¨¢vez lector voraz es el m¨¢s simb¨®lico), esto no garantiza un acercamiento, adem¨¢s, el libro compite con el cine y todos las redes de comunicaci¨®n. Si en Venezuela un 50% de la poblaci¨®n lee, no necesariamente es literatura. El libro m¨¢s le¨ªdo es la Constituci¨®n. Es la necesidad del ciudadano frente al individuo, pero, ?podr¨¢ m¨¢s que la necesidad de configurar una memoria colectiva latinoamericana, una identidad con el idioma y sus particularidades? El desaf¨ªo es grande.
Patricia de Souza es una escritora peruana. Su ¨²ltimo libro publicado es Er¨®tika, escenas de la vida sexual (Barataria, 2009).
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