?ngel Arango, escritor cubano de ciencia ficci¨®n
El autor desarroll¨® su obra, que figura en diversas antolog¨ªas, bajo la influencia de autores tan dispares como Bradbury, Clarke o Calvino
El pionero de la ciencia ficci¨®n en la literatura cubana, ?ngel Arango (La Habana, 1926) muri¨® el pasado 19 de febrero en Miami a los 86 a?os. Su nombre completo era ?ngel Jos¨¦ Arango Rodr¨ªguez. Doctor en Derecho Civil, se especializ¨® en Derecho Aeron¨¢utico, lo que le dio acceso en calidad de ¨¢rbitro y consultor a diversas organizaciones internacionales en ese ¨¢mbito.
Arango escribi¨® su primer cuento de ciencia ficci¨®n, El d¨ªa que Nueva York penetr¨® en el cielo, en 1957. A partir de entonces Arango se entrega al g¨¦nero, que, seg¨²n refer¨ªa, le daba ¡°m¨¢s posibilidades de desarrollo, m¨¢s libertad para escribir, desde el punto de vista de la creaci¨®n, que el otro tipo de cuento¡±.
En 1964 public¨® la colecci¨®n de relatos de fantas¨ªa cient¨ªfica ?Ad¨®nde van los cefalomos? (Cuadernos R), obra que, junto con el poemario La ciudad muerta de Korad de ?scar Hurtado, marc¨® el nacimiento de la ciencia ficci¨®n en Cuba. Un par de a?os despu¨¦s, Arango dio a la imprenta El planeta negro, en el que aparece el cuento Un inesperado visitante, que luego ser¨ªa incluido en numerosas antolog¨ªas en el extranjero. Este relato de la llegada a la tierra de Jes¨²s, una fabulaci¨®n sobre un Cristo cosmonauta, fue incluido en 1969 por ?scar Hurtado en su primera antolog¨ªa de la ciencia ficci¨®n criolla emparej¨¢ndolo a autores como Brian W. Aldiss, Arthur C. Clarke o Isaac Asimov. Arango anticipa en cierto modo a algunos h¨¦roes del brit¨¢nico Michael Moorcock, un poco posterior en las publicaciones de sus sagas fant¨¢sticas, y como ha se?alado la cr¨ªtica de esta especialidad, el cuento cubano tiene adem¨¢s el m¨¦rito del suspense. Se necesitar¨ªa un conocimiento exhaustivo de los Evangelios para saber de qui¨¦n se est¨¢ hablando en el cuento de Arango, que suministra sutiles pistas al lector, que, hasta casi el final del relato, no tendr¨¢ la seguridad de que lo protagoniza Jes¨²s, un Cristo extraterrestre que utiliza poderes inexplicables y es capaz de alterar la materia y transformar el agua en vino o de caminar sobre las aguas.
Durante el Quinquenio Gris, en el arranque de los a?os setenta, cuando se prohibieron en Cuba muchas obras de creaci¨®n, la ciencia ficci¨®n no parec¨ªa perturbar demasiado el severo orden pol¨ªtico y Arango regres¨® a su g¨¦nero de cabecera cuando t¨ªmidamente algunas prohibiciones comenzaron a suavizarse. En 1982 public¨® la novela Transparencia, un desarrollo de su obra breve ?Ad¨®nde van los cefalomos? Con esa novela inici¨® una serie que incluye Coyuntura (1984) y Sider (1994). Arango public¨® con un cierto ¨¦xito en Espa?a, fue traducido en los pa¨ªses del antiguo campo socialista, y su reconocimiento fue notorio especialmente en M¨¦xico, Francia y Argentina. Fue incluido en la antolog¨ªa Lo mejor de la ciencia ficci¨®n latinoamericana, de Bernard Goorden y Van Vogt.
?ngel Arango reconoc¨ªa como sus maestros e inspiradores, en primer lugar, a Bradbury; al Teodor Strugen de Humano, m¨¢s que humano y a Italo Calvino, de quien qued¨® prendado tras la lectura de El caballero inexistente. En 2009 Arango, que siempre estuvo adscrito a la oficialista Uni¨®n de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y donde formaba parte de jurados literarios, se estableci¨® discretamente en Miami con su familia y ha dejado in¨¦dita una novela: La columna b¨ªfida.
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