El Calder¨®n irreverente de Saura
El cineasta debuta como director teatral con una obra del dramaturgo barroco 'El gran teatro del mundo' es una adaptaci¨®n libre del realizador de 'La caza' El auto sacramental se estrena el 4 de abril en las Naves del Matadero en Madrid
?El rey Lear, la tragedia de Shakespeare sobre la ingratitud filial pero tambi¨¦n sobre la vejez y la locura, fue la primera opci¨®n en la que pens¨® Carlos Saura tras el ofrecimiento del equipo del Teatro Espa?ol para que se aventurara, de una vez por todas, como director teatral. ¡°Alg¨²n d¨ªa la har¨¦¡±, hab¨ªa reflexionado siempre Saura sobre la obra del dramaturgo ingl¨¦s. Pero la volvi¨® a releer y se qued¨® anonadado, asustado. Desech¨® la idea. Tambi¨¦n la de Macbeth, la segunda opci¨®n en la que pensaron. Las hab¨ªa visto tantas veces y con actores brit¨¢nicos tan ¡°maravillosos¡± que no se sinti¨® capacitado para ofrecer una versi¨®n diferente y personal. Y en estas apareci¨® Calder¨®n de la Barca y, m¨¢s concretamente, El gran teatro del mundo, el auto sacramental del autor barroco del siglo XVII, en el que se indaga sobre los distintos papeles representados en la vida humana.
Aqu¨ª s¨ª, en este teatro dentro del teatro, en este juego esc¨¦nico de los actores que van a interpretar a personajes que son arquetipos, s¨ªmbolos, que de alguna manera no tienen otra vida m¨¢s all¨¢ del propio personaje que les ha sido designado, el cineasta se lanz¨® de plano. El gran teatro del mundo, en la versi¨®n m¨¢s libre y personal, despojada de toda la grandilocuencia y religiosidad del original auto sacramental, d¨¢ndole a la obra una perspectiva muy popular y con la invenci¨®n del propio Calder¨®n como uno de los personajes de la funci¨®n, se estrenar¨¢ en las Naves del Matadero de Madrid el pr¨®ximo 4 de abril.
¡°No tengo la sensaci¨®n de debutar en nada. Soy un aventurero y no me juego nada. Siempre he ido a contracorriente¡±
El escenario est¨¢ casi en penumbra. ¡°Cambia lo superficial / Cambia tambi¨¦n lo profundo / Cambia el modo de pensar / Cambia todo en este mundo¡¡±. La canci¨®n de Mercedes Sosa retumba en el espacio al mismo tiempo que en dos pantallas gigantes transl¨²cidas, semitransparentes, se proyectan potentes im¨¢genes sobre el Big Bang, la creaci¨®n del mundo. ¡°?Que en este teatro del mundo, toda la vida representaci¨®n es!¡±. La voz de Calder¨®n brama, mientras echa a andar por el escenario leyendo el libro. ¡°Hermosa compostura de esa varia inferior Arquitectura que entre sombras y lejos a este Celeste usurpas reflejos, cuando con flores bellas el n¨²mero compite a sus Estrellas¡±, lee el autor. Deja de leer, mira hacia arriba y ordena: ¡°?Que descienda de los Cielos El Autor Soberano!¡±. Y desciende un ¨®valo, con forma de huevo, y en su interior, sentado en un sill¨®n, El Autor Soberano, con manto azul y estrellas plateadas con una corona con las potencias doradas ¡ªnueve rayos¡ª y un b¨¢culo pastoral. ¡°?Que salga El Mundo!¡±, vuelve a ordenar, con voz potente Calder¨®n. Y, arrastrando un mapamundi, sale El Mundo. ¡°?Qui¨¦n me llama? ?qui¨¦n me da voces?¡±. El desconcierto de El Mundo es evidente. Y as¨ª van apareciendo todos los personajes convocados para ensayar la gran obra, a las ¨®rdenes del autor real, el propio Calder¨®n. Aqu¨ª est¨¢ la que ser¨¢ elegida finalmente para ser La Hermosura, tambi¨¦n el que har¨¢ de El Rico, El Rey, El Labrador, El Pobre, La Discreci¨®n, El Ni?o y La Institutriz.
No est¨¢ muy convencido Carlos Saura de estar experimentando algo nuevo. Detr¨¢s de una sencilla mesa y atento a las palabras de los 11 actores sobre el escenario, con su eterna m¨¢quina de fotos siempre a mano, a sus 81 a?os Saura reconoce que lo ¨²nico que ha cambiado en su trayectoria es que se enfrenta por primera vez a un texto dram¨¢tico con texto. Porque ah¨ª est¨¢n sus espect¨¢culos teatrales como Bodas de sangre y Carmen, con Antonio Gades, o los musicales Flamenco o Sevillanas, y sus cinco ¨®peras, adem¨¢s de toda su filmograf¨ªa. Siempre mezclando esa est¨¦tica visual tan poderosa con el relato m¨¢s cercano. ¡°No tengo la sensaci¨®n de debutar en nada. Soy un aventurero y no me juego nada. Siempre he ido a contracorriente y he hecho lo que me ha dado la gana, a la b¨²squeda siempre de lo que me gustaba¡±. Y as¨ª, siguiendo las directrices de su amado y admirado Ingmar Bergman que, cansado de hacer cine se lanz¨® al teatro, Saura se ha sentado y dice sentirse un rey. ¡°Es como el sue?o de todo director. Aqu¨ª sentado, descansado, corrigiendo a los actores y disfrutando de todos ellos en conjunto¡±.
¡°Es una obra genial, de una invenci¨®n extraordinaria, de textos hermos¨ªsimos. Me ha gustado toda mi vida¡±
No es la primera vez que El gran teatro del mundo aparece en la obra de Saura. En su pel¨ªcula Elisa, vida m¨ªa (1977) el cineasta introdujo un fragmento de la obra de Calder¨®n en la clase que Don Luis (Fernando Rey) impart¨ªa en un colegio a unas ni?as con babi escolar y en la que animaba a su hija Elisa (Geraldine Chaplin) a hacer del personaje de El Mundo. ¡°Es una obra genial, de una invenci¨®n extraordinaria, de textos hermos¨ªsimos. Me ha gustado toda mi vida pero siempre he pensado que hab¨ªa que despejarla de grandilocuencia, dejarla en un lenguaje m¨¢s llano y popular. Supongo que es una desfachatez por mi parte hacer una versi¨®n libre, a veces poco respetuosa, pero esa ha sido mi intenci¨®n. El teatro dentro del teatro, s¨ª, pero tambi¨¦n una forma de abordar la obra de Calder¨®n m¨¢s all¨¢ de su contenido religioso¡±.
Han sido muchos los cambios introducidos por Saura en esta obra. Adem¨¢s de la popularizaci¨®n del texto y la invenci¨®n del personaje de Calder¨®n, el realizador ha enfocado El gran teatro del mundo como si de un ensayo de la propia obra se tratara, algo com¨²n a pel¨ªculas y trabajos suyos anteriores. Ya lo hizo con ballets y musicales, obsesionado siempre por todo lo que hay detr¨¢s de la creaci¨®n de cualquier trabajo. ¡°Los ensayos me parecen mucho m¨¢s atractivos que una representaci¨®n ya terminada. En un ensayo hay muchas m¨¢s posibilidades de establecer relaciones con los personajes, de ver c¨®mo los actores se van haciendo con el papel, las dudas que les surgen, que se equivoquen y no se equivoquen, es todo mucho m¨¢s vivo¡±. Y as¨ª la ¨²nica manera ¡ªdefiende Saura el primer d¨ªa en el que se ha ensayado el auto en su totalidad en el mismo escenario de las Naves del Matadero donde se representar¨¢¡ª que ten¨ªa de enfrentarse a esta obra ¡ª¡°tan complicada y tan hermosa¡±¡ª era poni¨¦ndose ¨¦l mismo como si de Calder¨®n se tratara y lo ha introducido en la obra para que sea ¨¦l mismo el que vaya dirigiendo la pieza, el que vaya incitando al resto de los actores, aquel que va corrigi¨¦ndolos y enfrent¨¢ndose a ellos, grit¨¢ndoles incluso, vigilante siempre, algo enfurru?ado, en ese hipot¨¦tico ensayo de la obra, en el que no faltan, advierte Saura, sus momentos de incomprensi¨®n y dudas, protestas e incluso rebeld¨ªa.
Son 11 los personajes de esta obra que se estrena el pr¨®ximo d¨ªa 4 de abril en las Naves del Matadero de Madrid
Los enfrentamientos de Calder¨®n son duros. ¡°Valiente compa?¨ªa¡±, ¡°?es que os re¨ªs de mi texto?¡±, les llega a decir en un momento. Aquellos que mantiene con La Hermosura son vibrantes. Ella es indisciplinada y libre, tremendamente coqueta, y el autor le pide una y otra vez que se ci?a al texto, que no vaya tan descocada ¡ª¡°una cosa es la hermosura y otra la provocaci¨®n¡± explota poco antes de ordenarle que se marchite, que abandone la vida y se dirija a la muerte¡ª. El encuentro con El Pobre es m¨¢s acad¨¦mico. ¡°El Pobre soy. Es mi papel la aflicci¨®n, es la angustia, es la miseria, la desdicha, la pasi¨®n, el dolor, la compasi¨®n, el suspirar, el gemir, el padecer, el sentir, importunar y rogar; el nunca tener que dar, el siempre tener que pedir¡±, clama dirigi¨¦ndose al p¨²blico antes de que dude ante el texto que sigue. Es el propio Calder¨®n el que le ayuda: ¡°El desprecio, la esquivez, el bald¨®n, el sentimiento¡¡± despu¨¦s de exigirle que no sea tan grandilocuente. ¡°El Pobre es pobre y temeroso, pero no por ser pobre tiene que ser ostentoso y, recu¨¦rdalo, ni siquiera bondadoso¡±.
Se acaba el ensayo, el real, y todos los actores, los reales tambi¨¦n ¡ªJos¨¦ Luis Garc¨ªa P¨¦rez, Fele Mart¨ªnez, Manuel Mor¨®n, Adriana Ugarte, Eul¨¤lia Ramon, Ruth Gabriel, Antonio Gil, Emilio Buale, Ra¨²l Fern¨¢ndez de Pablo, H¨¦ctor Tom¨¢s y Tacuara Jawa¡ª se acercan a la mesa donde momentos antes Carlos Saura les ha fotografiado en la escena de los muertos danzantes, ocultos bajo extraordinarias m¨¢scaras cad¨¢vericas, pero no ha podido coger una c¨¢mara de cine y rodar esos primeros planos, esos movimientos. ¡°Desgraciadamente el cine no me lo puedo quitar de las venas¡±, confiesa Saura.
La m¨²sica y los versos de la canci¨®n de Mercedes Sosa ¡®Todo cambia¡¯ son los que abren y cierran la funci¨®n
De nuevo suenan la m¨²sica y los versos de Mercedes Sosa, con la que se cierra tambi¨¦n la funci¨®n, y sigue resonando la machacona directriz de Calder¨®n: ¡°Que en este teatro del mundo, toda vida humana representaci¨®n es¡±. Es la misma frase que podr¨ªa lanzar Carlos Saura a sus actores. ¡°Hacer crecer una obra as¨ª, sin asideros ni trama teatral, con personajes que nada saben de su pasado, que no tienen vida propia m¨¢s all¨¢ de la carga religiosa y de los designios de Calder¨®n, solo est¨¢ al alcance de los estupendos actores con los que tengo la oportunidad de trabajar. En realidad, y lo digo de coraz¨®n, son ellos lo que han ido haciendo paso a paso esta obra¡±.
Los actores ante sus personajes
CALDER?N
Jos¨¦ Luis Garc¨ªa P¨¦rez
¡°Es, al mismo tiempo, el autor y el director, el que vela por la integridad del auto sacramental, el que defiende la acci¨®n f¨ªsica y emocional de los actores. Es hura?o y a la vez tierno, convencido como est¨¢ de que sin ternura no se puede dirigir¡±
El AUTOR SOBERANO
Fele Mart¨ªnez
¡°Gran art¨ªfice del universo. Magn¨¢nimo a veces, terrible otras,pero sintiendo predilecci¨®n por esos seres un tanto folloneros que habitan el Mundo¡±
EL MUNDO
Manuel Mor¨®n
¡°Es el que hace posible la representaci¨®n, el artificio, el que facilita la transformaci¨®n de almas o cuerpos desprovistos de car¨¢cter en personajes¡±
LA HERMOSURA
Adriana Ugarte
¡°Abarca toda la belleza de la naturaleza, el mundo de la pasi¨®n y los placeres, la desinhibici¨®n, la vanidad y el arrepentimiento¡±
EL REY
Emilio Buale
¡°La filosof¨ªa del personaje de El Rey la encuentro en esta frase: ¡®Queel r¨ªo que brazo de mar huy¨® vuelva a ser mar¡±
LA DISCRECI?N
Eulalia Ram¨®n
¡°Es la m¨ªstica, la oraci¨®n, el recogimiento, el gozo y la alabanza al creador y a las maravillas del mundo. El ¨¦xtasis¡±
EL RICO
Ra¨²l Fern¨¢ndez de Pablo
¡°Es el dinero, el poder, la ambici¨®n, la pereza, la gula, en fin¡Todos los pecados capitales¡±
EL POBRE
Ruth Gabriel
¡°La carencia absoluta. Desde ah¨ª se permite observar y juzgar con la picaresca de quien no espera m¨¢s que un no y la tristeza profunda de quien no tiene nada¡±
EL LABRADOR
Antonio Gil
¡°El que trabaja y al que nada le viene dado de antemano y solo concibe la vida a trav¨¦s del trabajo. Es tambi¨¦n la sabidur¨ªa y el humor popular¡±
EL NI?O
H¨¦ctor Tomas
¡°Yo sin nacer he de morir, no tengo que estar m¨¢s tiempo aqu¨ª, que el de pasar de una c¨¢rcel oscura a otra m¨¢s oscura¡±
LA INSTITUTRIZ
Tacuara Jawa
¡°A cargo del cuidado de un ni?o, le hab¨ªan prometido un personaje protagonista, lo que da lugar a rivalidades con las otras actrices de la compa?¨ªa¡±
Babelia
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