Henry Moore y Rodin ¡®conversan¡¯ en la campi?a inglesa

El alba despunta en Perry Green, la mansa aldea inglesa donde el escultor Henry Moore pas¨® sus ¨²ltimos a?os de creaci¨®n. Al fondo de la casa donde imagin¨® sus esculturas en bronce aparece en volandas un rodin en una visi¨®n metaf¨®rica de lo que suceder¨¢ en este jard¨ªn en los pr¨®ximos d¨ªas: las esculturas de Moore y Rodin se encontrar¨¢n en un t¨ºte ¨¤ t¨ºte.

Del 29 de marzo al 27 de octubre una exposici¨®n buscar¨¢ el di¨¢logo entre el gran escultor franc¨¦s del siglo XIX, Auguste Rodin y el gran escultor brit¨¢nico del siglo XX Henry Moore. La muestra desarrolla los muchos paralelismos entre sus obras pero tambi¨¦n entre sus vidas, algunos casuales, otros consecuencia de la admiraci¨®n de Moore por el trabajo de Rodin.

La escultura que el garfio de una gr¨²a trata de posar sobre el c¨¦sped con la mayor delicadeza es el Monumento a los burgueses de Calais, que hasta hace d¨ªas descansaba sobre un pedestal frente a las casas del Parlamento, en Westminster. Es el ¨²ltimo rodin que se instalar¨¢ en el jard¨ªn de Moore antes de la apertura al p¨²blico. Es tambi¨¦n la obra que viene desde m¨¢s cerca. La mayor¨ªa de las esculturas del franc¨¦s han llegado en barco desde Par¨ªs cedidas por el Museo Rodin a la Fundaci¨®n Henry Moore, que es la casa del artista brit¨¢nico, en Bishops Strotford, a media hora al norte de Londres.

El Monumento a los burgueses de Calais (1889) se ver¨¢ enfrente de Vertebrae (Moore, 1968). "Esta pieza de Rodin es lo que ¨¦l llamo 'su novela' porque est¨¢ llena de narrativa. Cada personaje, cada burgu¨¦s fue creado individualmente. Pero la procesi¨®n que todos representan en grupo cuenta una historia con desarrollo cronol¨®gico que enlaza a todas las figuras, una narrativa en la escultura que era muy inusual en la ¨¦poca. Justo enfrente de donde acaban de instalar Los burgueses est¨¢ una triple escultura de Moore, Vertebrae. Siendo muy diferente, encuentra el mismo desarrollo formal: creada a trav¨¦s de tres figuras separadas. En ambas, si uno se mueve alrededor obtendr¨¢ una sensaci¨®n de cambio continuo", explica Sebastiano Brassi, uno de los comisarios de la exposici¨®n.

Tanto Rodin como Moore se preocupan de los mismos problemas art¨ªsticos, algo que esta exposici¨®n tambi¨¦n intenta demostrar en las tres salas cubiertas del museo. En la primera se ense?a la escultura, en la segunda la pintura (los bocetos que ambos utilizaban como estudio del cuerpo) y en la ¨²ltima se muestran las colecciones de antig¨¹edades y objetos de ambos artistas. "Su afici¨®n com¨²n a coleccionar arte y objetos como conchas o piedras delatan una misma manera de acercarse a la est¨¦tica. Mientras Rodin se dedica a la arquitectura cl¨¢sica, Moore atesora objetos africanos y precolombinos", explica Brassi.

Sin embargo, ambos compartieron solo un par de d¨¦cadas en este planeta y nunca se conocieron. More ten¨ªa 19 a?os y estaba sirviendo a la Armada brit¨¢nica en Francia cuando Rodin muri¨® en 1917, durante la Primera Guerra Mundial. "La influencia, obviamente, solo puede ir en una direcci¨®n", comenta Brassi mientras camina por la exhibici¨®n, a¨²n en fase de preparaci¨®n y repleta de trozos de polietileno del embalaje aqu¨ª y all¨¢. La deuda del artista brit¨¢nico con Rodin es profunda. Como estudiante de escultura en Leeds, algunos de sus primeros trabajos fueron estudios basados en las obras del maestro franc¨¦s.

Los tres temas principales de la exposici¨®n son la condensaci¨®n y fragmentaci¨®n de la forma humana y la relaci¨®n entre la figura y el paisaje. "Rodin y Moore tienen gran cantidad de obras en las que se ve a la figura humana casi emergiendo de una roca. A lo largo de su carrera, Moore trabaja mucho la relaci¨®n entre el objeto escult¨®rico y el espacio que lo rodea, muy particularmente cuando se exponen en el exterior, en la naturaleza", afirma Anita Feldman, la jefa de Exposiciones de la fundaci¨®n.

"Incluso en su biograf¨ªa hay un paralelismo muy interesante, quiz¨¢ el m¨¢s casual de todos: el ¨¦xito de sus obras en vida y su legado posterior, su gran influencia unida a una herencia pr¨®spera y unificada a trav¨¦s del Museo Rodin de Paris y de la Fundaci¨®n Henry Moore", concluye Feldman.