Josetxo Ezponda, una historia triste del ¡®glam¡¯

Para comprender la importancia de Josetxo Ezponda, l¨ªder de Los Bichos que fue hallado muerto el martes a los 50 a?os en su casa de Burlada (Navarra), hay que retrotraerse a un tiempo, no tan lejano, en el que para aprender de m¨²sica hab¨ªa que dedicar tardes enteras a bucear entre cajas de vinilos de importaci¨®n, pedir discos a oscuros cat¨¢logos de venta por correo y pasarse los escas¨ªsimos viajes a Londres de tienda en tienda. A?os sin Spotify, sin YouTube, sin Google, en los que la informaci¨®n se obten¨ªa en los fanzines y en la revista Ruta 66, y la m¨²sica se investigaba viajando hacia atr¨¢s en el tiempo.

Los maestros locales eran valiosos proveedores de informaci¨®n. Cuando un adolescente asist¨ªa a un concierto de Los Bichos sal¨ªa con la cabeza llena de pistas ¡ªen las versiones, en las camisetas¡ª para rastrear las fuentes de las que beb¨ªa aquel aquelarre ruidoso y salvaje. Cuando le¨ªa una entrevista a Josetxo en un fanzine memorizaba las referencias para descubrirlas. La dificultad en la b¨²squeda multiplica el placer que proporciona el hallazgo.

Gracias a Josetxo Ezponda y a algunos otros, una generaci¨®n en Espa?a conoci¨® a los Scientists, a los Cramps, a Birthday Party, a Alex Chilton, a Tav Falco, a Johnny Thunders. Artistas que no se hicieron ricos pero cuya influencia, m¨¢s o menos directa, ha marcado la m¨²sica independiente actual.

Josetxo Ezponda perteneci¨® a la generaci¨®n bisagra entre la movida (o, en Euskadi y Navarra, el rock radical vasco) y el indie. En una incipiente escena para la que las derivas comerciales de Los Secretos y compa?¨ªa eran cosas de los hermanos mayores, personajes como Josetxo Ezponda aportaron oscuridad, distorsi¨®n, fobia al mainstream y actitud. ¡°Corte de pelo y actitud¡±, con permiso de los Dictators. Porque el cardado de Josetxo era m¨ªtico. Igual que sus camisas con chorreras, sus aullidos, sus conciertazos. Puede que la leyenda abarrote con el tiempo aquellas salas, pero lo cierto es que a menudo a esos bolos solo iban cuatro fieles que nunca los olvidar¨¢n.

Josetxo tuvo la brillante idea de ser una estrella del glam en uno de los entornos menos glam que se recuerdan: la Navarra de los a?os ochenta. A finales de los setenta fund¨® el grupo de punk Tensi¨®n y despu¨¦s Neon Provos, donde ya estaba su c¨®mplice Asio, tambi¨¦n fallecido, con quien fundar¨ªa Los Bichos en el verano de 1987. El single Anita latigazo fue la carta de presentaci¨®n de Los Bichos, paradigma de grupo de culto, que tuvo una vida de apenas tres a?os. En 1989 la independiente Oihuka public¨® su primer largo, Color hits, y dos a?os despu¨¦s, en el mismo sello, lleg¨® el doble In bitter pink, con el grupo exhibiendo todo su potencial art¨ªstico pero a punto de disolverse. Josetxo seguir¨ªa en solitario, con el minielep¨¦ My deaf pink love (Munster), publicado el mismo 1991, y el largo A glitter cobweb, editado por Triquinoise cuatro a?os m¨¢s tarde. A esa ¨¦poca se remonta su ¨²ltima minigira, en la que actuaba solo con su guitarra, su Marshall y su arsenal de pedales de distorsi¨®n. En 2006 la discogr¨¢fica Munster recuper¨® su legado en el doble CD titulado 1991-1989, donde Ezponda seleccion¨® las 36 canciones m¨¢s representativas de su carrera y escribi¨® un libreto con su historia. El ¨¦xito comercial, por supuesto, nunca acompa?¨® a Josetxo.

La noticia se conoci¨® por un tuit del Ayuntamiento: ¡°Fallece en Burlada Josetxo Ezponda, carism¨¢tico l¨ªder de Los Bichos¡±. Muri¨® en la pobreza, en el piso que hered¨® de su madre. Sus amigos le recuerdan como un rom¨¢ntico, que no trabaj¨® tres meses seguidos en su vida. Se alimentaba mal y fumaba como un carretero.

El destino ha querido que falleciera en la misma semana, con cinco a?os de diferencia, que el otro Josetxo (Anitua), l¨ªder de Cancer Moon, compa?ero de escena y de obsesiones. Poco se sab¨ªa de Ezponda en los ¨²ltimos a?os. Se le hab¨ªa visto vendiendo sus discos en alguna tienda de Pamplona. Hace unos a?os grab¨® cuatro temas con la formaci¨®n original de Los Bichos, solo uno de los cuales vio la luz, en un recopilatorio. Maten¨ªa una estrecha relaci¨®n con los bilba¨ªnos Atom Rhumba. Cuatro d¨ªas antes de morir, les mand¨® una letra para una canci¨®n.

Quien quiera escuchar la m¨²sica de Los Bichos no podr¨¢ recurrir a Spotify ni a YouTube (donde solo encontrar¨¢ la t¨ªpica actuaci¨®n en TVE y voluntariosos montajes subidos por fans). La b¨²squeda ser¨¢ m¨¢s costosa. Pero, quiz¨¢ por ello, el hallazgo ser¨¢ m¨¢s placentero.