Toro y sangre desde dentro

Llega la curva, pasan los corredores (unos 3.000 por encierro), algunos mansos y detr¨¢s, con sus m¨¢s de seiscientos kilos ¡ª¡°uno de los animales m¨¢s peligrosos de la Tierra¡±, dice un veterano de los sanfermines¡ª, los toros de lidia. En el giro, las pezu?as resbalan en el adoquinado, el animal cae y empujado por la inercia resbala por el suelo con la cabeza por delante hacia el vallado de madera, entre cuyos tablones est¨¢ la c¨¢mara en 3D, hasta chocar con ella. El espectador no puede nada m¨¢s que dar gracias por estar en una sala de cine, parapetado tras las gafas estereosc¨®picas, porque los cuernos y la testuz van directos desde la pantalla hacia el patio de butacas. Es uno de los grandes momentos de Encierro en 3D, un documental de Olivier van der Zee, que se estren¨® el pasado fin de semana en el certamen de M¨¢laga y que tendr¨¢ su estreno comercial el 28 de junio en unas quince ciudades espa?olas.

El filme es un ambicioso reflejo sobre el momento estrella de los sanfermines, encierra una lucha soterrada en su interior. Por un lado, las espectaculares im¨¢genes estereosc¨®picas, como el chupinazo en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona (¡°protegimos como pudimos las c¨¢maras¡±, cuenta su director, ¡°y a¨²n as¨ª alg¨²n tr¨ªpode acab¨® doblado¡±) y, obviamente las tomas en los encierros, cuya duraci¨®n media no supera los cuatro minutos. Por otro, est¨¢n los testimonios, la explicaci¨®n de corredores veteranos de cada tramo: no todo el encierro se corre igual, sino que cada calle esconde sus secretos y sus emociones. ¡°Tambi¨¦n era fundamental que supieran contarlo, y que algunos de ellos fueran extranjeros, para que comenten por qu¨¦ vuelven cada a?o¡±, cuenta Van der Zee, que confirma su intenci¨®n de fusionar espectacularidad y antropolog¨ªa.

Ha costado un mill¨®n de euros y cuatro a?os de elaboraci¨®n

El documental, con un presupuesto de un mill¨®n de euros, ha necesitado cuatro a?os de elaboraci¨®n. Enrique Urdanoz empez¨® en los sanfermines de 2009, de donde procede uno de los grandes momentos del documental: envolvieron a dos edificios con sendos armazones met¨¢licos y de uno al otro tendieron un cable, del que cuelga una c¨¢mara especial en 3D, un prototipo ruso. As¨ª el espectador sigue a la manada en un incre¨ªble plano a¨¦reo a lo largo de toda la calle Estafeta. ¡°Eso se llev¨® gran parte del presupuesto. En 2010 no se rod¨® nada y yo lo hice en 2011 y 2012. Adem¨¢s me encargu¨¦ de visionar centenares de horas de archivo de TVE buscando las mejores im¨¢genes¡±, dice el documentalista holand¨¦s, que por amor vive desde hace nueve a?os en San Sebasti¨¢n, y que ya estren¨® en salas comerciales otros dos documentales: 778 La chanson de Roland (2011) y El ¨²ltimo magnate (2012). Ese material de archivo tambi¨¦n ha sido hinchado a 3D y en posproducci¨®n se han acentuado los efectos sonoros: el p¨²blico oye c¨®mo un cuerno desgarra una camiseta de un chaval al que el toro arrastra durante decenas de metros. ¡°Despu¨¦s de todo, racionalmente llego a entender a los corredores, pero interiormente, en mis sentimientos, solo hasta cierto punto. Creo que solo se entiende tras haberlos corrido. Yo no lo he hecho ni lo har¨¦¡±, confiesa riendo.

Encierro en 3D ha sido, seg¨²n sus productores, un proyecto complejo en lo t¨¦cnico y lento en lo econ¨®mico: han sufrido mucho para encontrar la financiaci¨®n. Una vez acabado, y tras preparar versiones en 2D, en 3D y dobladas al ingl¨¦s, la sombra alargada de Ernest Hemingway sopla a favor de las ventas internacionales. ¡°Quiero que el p¨²blico viva la emoci¨®n, comprenda por qu¨¦ el m¨ªtico neoyorquino Joe Distler retorna cada a?o desde hace 45 a correr a Pamplona. Yo no sab¨ªa nada cuando empec¨¦. Claro que los hab¨ªa visto de peque?o en la tele, pero me sonaba tan alejado como el hombre en la Luna. No conoc¨ªa la plasticidad de los toros en la calle, su agresi¨®n, su violencia. Al principio, los productores me pidieron ayuda para hacer las entrevistas en ingl¨¦s y ah¨ª me enganch¨¦ emocionalmente¡±. El documental no esconde ¡ªtampoco se regodea¡ª en las cornadas y la sangre. Hay heridos, hay dolor y s¨ª, hay muertos: uno de los testimonios es el de Jos¨¦ Antonio Jimeno, padre del ¨²ltimo fallecido, Daniel Jimeno, tercera generaci¨®n de una familia de corredores. ¡°?l resume el esp¨ªritu: su hijo muri¨®, pero seguir¨¢ vi¨¦ndolos¡±.