¡®Peliculeros¡¯ de la vida misma
Los paraguayos Juan Carlos Maneglia y Tana Sch¨¦mbori lanzan su pel¨ªcula ¡®7 cajas¡¯ con la ayuda del Festival de San Sebasti¨¢n, 20 a?os despu¨¦s de idearla
Asunci¨®n, la capital de Paraguay, alberga en pleno centro otra peque?a ciudad. El Mercado 4 se extiende en un laberinto de ocho manzanas de puestos de verduras, frutas, carnes, tel¨¦fonos m¨®viles, zapatillas de deportes, hasta vestidos de novia de segunda mano. La necesidad es la reina que imprime movimiento al ca¨®tico lugar. Unos llenan el bolsillo para llegar al d¨ªa siguiente, otros la bolsa para superar una nueva jornada. Entre medias, los carretilleros rascan guaran¨ªes ayudando a transportar las viandas.
A los cineastas paraguayos Juan Carlos Maneglia (1966) y Tana Sch¨¦mbori (1970) les bastaron dos d¨¦cadas para convertir un proyecto period¨ªstico sobre este territorio en 7 cajas, un thriller que le devuelve a su peque?o pa¨ªs, una posici¨®n en el mapa. ¡°Es un homenaje a ese cine de Hollywood que tanto nos gusta pero que no podemos hacer¡±, explican los directores, durante su ¨²ltima visita a Madrid. ¡°Y al mismo tiempo es un reflejo de Paraguay, por eso ha tenido tanto ¨¦xito en el pa¨ªs. No se trata de la pel¨ªcula de Juanca y Tana, son los paraguayos¡±, apostilla su compa?era.
Para levantar este espejo en el que se ha transformado 7 cajas, estos dos pluriempleados ¡ªsacan tiempo para la publicidad, los cortos y las series de televisi¨®n¡ª empezaron por rescatar un recuerdo de principios de los noventa, cuando trabajaban en un programa de televisi¨®n sobre temas de actualidad. ¡°En 2004, despu¨¦s de un proyecto de pel¨ªcula fallido, Juan Ca retom¨® la idea del Mercado 4 y empez¨® a pasar noches con los carretilleros¡±, explica Sch¨¦mbori. ¡°Hasta tal punto se maravill¨®, que no tomaba y despu¨¦s de esta experiencia empez¨® a beber cerveza¡±.
Entre los puestos, Maneglia se encontr¨® con Tano y Liz, una pareja de carretilleros. Ella mantuvo su nombre, el joven de 17 a?os pas¨® a ser V¨ªctor, el protagonista que no escapa a ese torbellino llamado globalizaci¨®n por mucho que los techos de lona del Mercado 4 le escondan del mundo seg¨²n cambie el sol. Su obsesi¨®n por salir en televisi¨®n gu¨ªa esta historia de tintes casi ¨¦picos y eso que la premisa es en apariencia tan sencilla como transportar siete cajas de contenido desconocido. ¡°Un director siempre quiere tener el control de todo, y en este caso fue imposible¡±, reconocen los cineastas. Intentar organizar el desorden, por mucho que se concentraran en un sector del mercado, se convirti¨® en tarea imposible. Compradores que miran a c¨¢mara cuando no deben. Vendedores que disparan la m¨²sica a todo volumen. Al final optaron por introducir extras como agentes de control. ¡°Si aparec¨ªa alguien en mitad de una toma, los actores iban a hablar con ellos para no interrumpir la secuencia¡±, relata Schembori. ¡°Lleg¨® un momento que grab¨¢bamos sin avisar, solo lo sab¨ªa el camar¨®grafo, el sonidista y los protagonistas¡±.
La improvisaci¨®n no solo fue imposici¨®n de la realidad. La falta de recursos determin¨® que ni siquiera las secuencias dialogadas pudieran resguardarse en un set ficticio ¡°por falta de plata¡±, apunta la directora. 7 cajas llega a la cartelera espa?ola en un estreno internacional catapultada por el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n. Sch¨¦mbori y Maneglia se hicieron en 2011 con el premio En Construcci¨®n para ¡°poder vestir¡± un filme carente de los mimbres m¨¢gicos de la postproducci¨®n, entre otros abalorios t¨¦cnicos. ¡°En Paraguay la cultura est¨¢ relegada, al Gobierno no le interesa, no existen ayudas, es una lucha constante¡±, explica la codirectora.
El empuj¨®n espa?ol puso en el circuito una pel¨ªcula rodada mitad en guaran¨ª, mitad en castellano. Su otro m¨¦rito, recordar que entre Uruguay y Argentina se realiza un cine que cada cierto tiempo, por mediaci¨®n de un certamen o la coproducci¨®n, relocaliza un pa¨ªs con historias como La hamaca paraguaya, Cuchillo de palo y Tren Paraguay. ¡°Estas pel¨ªculas y sus directores fueron muy inspiradores¡±, asegura Sch¨¦mbori. ¡°Hicimos una pel¨ªcula para Paraguay y ahora recorre el mundo¡±, apostilla su compa?ero.
Babelia
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