Muere el actor Alfredo Landa, mito del cine espa?ol
El icono del landismo, premio al mejor actor en Cannes con 'Los santos inocentes' fallece en Madrid a los 80 a?os Compa?eros, amigos y familiares se despiden del artista en el cementerio de Santa Ana, en Colmenar Viejo (Madrid)
Hubo un tiempo en que el acorazado Landa parec¨ªa invencible. Por cine, televisi¨®n y por car¨¢cter. ?l solo tiraba de una industria, la del cine, y ¨¦l bautiz¨® a un estilo: el landismo. A ver qui¨¦n iguala eso. O sus 120 pel¨ªculas, la mayor parte de ellas de protagonista, y su medio siglo delante de las c¨¢maras (porque debut¨® tarde, a los 29 a?os). Y el Premio de interpretaci¨®n en Cannes y dos goyas, y otro de Honor¡ Todo eso se apag¨® a los 80 a?os. Y aunque ah¨ª est¨¢n trabajando grandes como Jos¨¦ Sacrist¨¢n o Concha Velasco, compa?eros de esa generaci¨®n bragada en pel¨ªculas de tipos peludos y suecas macizas, de orgullo de patria y de desconcierto ante lo nuevo, la desaparici¨®n de ese se?or achaparrado, firme, de manos grandes, avisa: se acaba una ¨¦poca.
Compa?eros, amigos y familiares de Alfredo Landa han comenzado a acercarse esta ma?ana al cementerio de Santa Ana, en Colmenar Viejo (Madrid), donde ser¨¢ incinerado, entre ellos Jos¨¦ Luis Garci, que dirigi¨® al actor en siete pel¨ªculas. Aunque la familia de Alfredo Landa expres¨® ayer reiteradamente su intenci¨®n de que la despedida se realizara en la m¨¢s estricta intimidad, medio centenar de representantes de medios de comunicaci¨®n y dos coches de polic¨ªa se encuentran a las puertas del cementerio. Entre ellos, Jes¨²s Guzm¨¢n, Manolo Zarzo, Pepe Carabias, el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce y el empresario Enrique Cerezo.
Landa casi salta la banca en su nacimiento, un d¨ªa 3 del mes tres del 33, a las tres de la tarde, y en Madrid ha vivido durante a?os en el portal 3 de su calle. Naci¨® en Pamplona y su familia ¨Csu padre era Guardia Civil, que hubiera querido un abogado en casa- se traslad¨® a San Sebasti¨¢n siendo ¨¦l ni?o. Y de all¨ª sali¨® para ser actor.
En Donostia descubri¨® la interpretaci¨®n, en el Teatro Espa?ol Universitario, all¨ª le pic¨® el gusanillo. ¡°Recuerdo un d¨ªa, volviendo de noche a casa despu¨¦s del ensayo, que empec¨¦ a repetirme sin parar: ¡®Yo tengo que ser c¨®mico, tengo que ser c¨®mico¡±. Pero su madre no quer¨ªa saber nada de c¨®micos. ¡°Yo avis¨¦ a mi madre: 'Mam¨¢, si no me dejas irme, me quedo y acabo la carrera de Derecho, pero si a los 40 a?os soy un infeliz, te echar¨¦ la culpa a ti¡±. As¨ª que con 7.000 pesetas y una carta de recomendaci¨®n para el director del Teatro Nacional de C¨¢mara -¡°tras haber ganado el premio nacional al mejor actor en el TEU¡±- se meti¨® en el tren rumbo a Madrid en 1958.
En Madrid escal¨® poco a poco en el mundo del teatro, un universo bullicioso, pero de hambre y mucha cutrez. Jos¨¦ Sacrist¨¢n lo recuerda: ¡°Yo al landismo le tengo mucho respeto, y a Alfredo Landa m¨¢s. Yo era el meritorio de la compa?¨ªa titular del teatro Infanta Isabel y ¨¦l ya estaba all¨ª. ?l ya hab¨ªa hecho Nacida ayer, que hab¨ªa sido previamente incluso una gran pel¨ªcula. Ya ten¨ªa nombre. Yo defiendo el landismo y sus alrededores. Con el tiempo la gente ve que Landa es un actor inmenso, inmenso. Sin ponernos exquisitos, hay que poner las cosas en su sitio y hacer justicia: para m¨ª el landismo era que me sonara el tel¨¦fono, comer, trabajar¡¡±.
En una de esas salas, el Teatro Mar¨ªa Guerrero, capt¨® la atenci¨®n del director Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦. "Forqu¨¦ y Pedro Mas¨® se fijaron en m¨ª en el Mar¨ªa Guerrero donde estaba haciendo Elo¨ªsa est¨¢ debajo de un almendro. Mas¨® le pregunt¨® a Forqu¨¦: 'Oye, ?qui¨¦n co?o es el bajito ese, que no le conozco de nada?¡¯. Forqu¨¦ cogi¨® el programa y le dijo: "Uno que se llama Alfredo Landa". Y tres d¨ªas despu¨¦s me solt¨® Pedro Mas¨®: 'Bueno, usted va a empezar en el cine por la puerta grande", con 10.000 pesetas por tres semanas. As¨ª debut¨® con Atraco a las tres en 1962 junto a consagrados como Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez y Gracita Morales.
A Landa siempre le encant¨® la comedia: "Esa chica tiene una mirada que no la tiene nadie. Es el g¨¦nero mejor, el m¨¢s importante, tambi¨¦n el m¨¢s dif¨ªcil. Yo estren¨¦ 40". Sacrist¨¢n dec¨ªa algo parecido: "Siempre ha existido una mirada por encima de mucho pijo, de mucho indocumentado sobre la comedia. Yo no tiro nada, y le¨ª hace poco revistas de cine de hace cuatro d¨¦cadas con cr¨ªticas de llam¨¦mosles ilustres que cruj¨ªan aquellas pel¨ªculas y nos pon¨ªan de vuelta y media. Y ahora venga a reivindicar. Salvando las distancias, Preston Sturges ha contado m¨¢s cosas de nuestra sociedad que Francesco Rossi". No fue Landa quien invent¨® el t¨¦rmino, pero desde luego siempre se enorgulleci¨® de ¨¦l: "Yo no cre¨¦ esa palabra, pero estoy agradecid¨ªsimo al t¨ªo que la ide¨®. Lo asumo, lo asumo. El landismo ha marcado y, aunque muchos se han referido a ¨¦l peyorativamente, hoy se habla de ¨¦l como un fen¨®meno de la sociedad", afirmaba. Ah¨ª estaba el espa?olito compungido, el superviviente pillo ante la supremac¨ªa extranjera, el tipo que hac¨ªa dinero con el pelo en pecho y que ante una sueca intentaba demostrar un don de lenguas y una hombr¨ªa imposibles. Y Landa se met¨ªa ah¨ª, con su ritmo sincopado, con su fluidez natural para declamar sus di¨¢logos, para hacer cre¨ªble cualquier chorrada que le hubieran escrito.?
Y s¨ª, el cine le am¨® con locura, pero ¨¦l am¨® al teatro: lleg¨® a interpretar dos veces al d¨ªa Ninette y un se?or de Murcia, y lo compaginaba con el rodaje del filme de Fern¨¢n G¨®mez sobre la obra. El escenario lo dej¨® en 1977 con el musical Yo quiero a mi mujer.
Del landismo destacan Cateto a babor, No desear¨¢s al vecino del quinto, Vente a Alemania, Pepe (una comedia con un personaje trist¨ªsimo como protagonista), El arte de casarse, Los subdesarrollados, Una vez al a?o ser hippy no hace da?o, Par¨ªs bien vale una moza, Las leandras, Cuando el cuerno suena..
Y el misil Landa segu¨ªa ah¨ª: "S¨ª, soy visceral, y tengo mala leche de vez en cuando. Pero me enfado poco, aunque en el cine me cabreaba muy bien". Tendr¨ªa car¨¢cter pero, m¨¢s a¨²n, talento. En 1976 entra en el drama con El puente, de Juan Antonio Bardem. De repente, algunos empiezan a descubrir lo que para otros era obvio: Landa era un actor grande, inmenso, intuitivo pero d¨²ctil. Y lleg¨® Jos¨¦ Luis Garci, con Las verdes praderas, El crack, El crack II, Canci¨®n de cuna... Su German Areta de El crack es mod¨¦lico. Pero su Paco el bajo de Los santos inocentes es doloroso, nacido desde las entra?as, desde un sitio al que empez¨® a recurrir en sus ¨²ltimas d¨¦cadas de trabajo. En Cannes obtuvo junto a Paco Rabal el premio a la mejor interpretaci¨®n. Es tiempo de pel¨ªculas como La vaquilla, de Luis Garc¨ªa Berlanga (al inicio de su carrera ya hab¨ªa aparecido en El verdugo), Tata m¨ªa,?El bosque animado, La marrana (por estas dos pel¨ªculas de Jos¨¦ Luis Cuerda obtuvo sendos Goya), Sinatra, El r¨ªo que nos lleva;?La luz prodigiosa, de Miguel Hermoso, y sus ¨²ltimos trabajos con Garci: Historia de un beso y Tiovivo c. 1950. Luz de domingo fue la ¨²ltima y con ella decidi¨® retirarse. "Un d¨ªa vi en un programa de televisi¨®n a alguien a quien yo admiraba mucho, y le vi mal. Y me cac¨¦ dici¨¦ndole a la televisi¨®n: 'Ret¨ªrate, hombre'. Y me volv¨ª y me dije: 'Bueno, ?y t¨² qu¨¦?'. Y me mir¨¦ al espejo y me dije: 'Pues tengo que pensarlo". Fue candidato al Goya al mejor actor la misma noche en que recib¨ªa el premio de Honor. Al recoger el galard¨®n, en mitad de su discurso, se ofusc¨®: "Me levant¨¦. En la pantalla empez¨® a desfilar toda mi vida, todas mis pel¨ªculas. Salieron a recibirme Pepe Sacrist¨¢n y Miguel Angel Rell¨¢n, aplaudiendo. Al darme la vuelta vi a 3.000 personas puestas en pie, aplaudiendo tambi¨¦n. Y perd¨ª el control de mis nervios. Lo que me pas¨® all¨ª arriba no me hab¨ªa pasado jam¨¢s, no me ven¨ªan las palabras".
Su salud fue a peor, los m¨¦dicos le quitaron sus dry martinis -"Hago el mejor el mundo"- y sus gin tonics. "A veces me he puesto a considerar mi vida y me he preguntado: 'Y si no hubieses sido actor, ?qu¨¦ co?o habr¨ªas sido?'. Y me he contestado: '?Habr¨ªas sido un gilipollas!".
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