Los libros que sobrevivieron a las guerras
Marian Izaguirre rinde homenaje a la lectura en 'La vida cuando era nuestra' La novela, protagonizada por dos mujeres, est¨¢ ambientada en el Madrid de la posguerra
Los libros, y los universos que contienen, pueden cambiar las vidas de quienes se sumergen en ellos. A dos mujeres del Madrid de la posguerra se les cruz¨® por el camino un ejemplar expuesto, abierto de par en par, en la entrada de una peque?a librer¨ªa. Cada d¨ªa le¨ªan un par de p¨¢ginas que el due?o de la tienda iba mostrando con minuciosidad. ¡°Yo puse el libro en el escaparate y los personajes vinieron solos¡±, cuenta risue?a la escritora Marian Izaguirre (Bilbao, 1951). La narraci¨®n de ese libro dentro de otro libro, en cierta medida convertido en protagonista de su historia, es el hilo conductor de su ¨²ltima novela, La vida cuando era nuestra, una celebraci¨®n del poder de la amistad, la complicidad femenina y la literatura en tiempos convulsos.
¡°Es una novela de buenas personas movidas por buenos sentimientos, de gente con la que te apetecer¨ªa tomarte un caf¨¦¡±, afirma la escritora sobre sus protagonistas, que se encuentran en las calles de una capital que se repone como puede de las heridas de una guerra demasiado reciente. ¡°Tengo una querencia grande por esos madrile?os del final de la posguerra, por ese lugar donde tuvo lugar una guerra, que luego se perdi¨®¡±, cuenta Izaguirre. ¡°Despu¨¦s, de alguna manera, anid¨® el franquismo y se olvid¨® que se hab¨ªan quedado perdedores de la guerra. Eran como los escombros de los bombardeos¡±.
Lola y Mat¨ªas eran unos de estos olvidados. Sus ambiciones en el mundo de la edici¨®n literaria quedaron frustradas con el estallido del conflicto, y en 1951 se ve¨ªan abocados a vender libros, casi en la clandestinidad, en una humilde librer¨ªa del centro de Madrid. El suyo era un peque?o reducto ocupado antes por un relojero, que es, en palabras de la autora, ¡°donde est¨¢ la magia¡±. En sus vidas se cruzar¨¢ Alice y, c¨®mo no, el dichoso libro: una narraci¨®n extraordinaria en tiempos de autarqu¨ªa, que ir¨¢n descubriendo poco a poco las protagonistas, sobre la vida de una joven en Normand¨ªa, en la Inglaterra de la Primera Guerra Mundial y en el Par¨ªs de los a?os veinte. ¡°Para m¨ª La vida cuando era nuestra es una novela sobre la Europa de la primera mitad de siglo¡±, afirma la autora sobre su obra, en la que las guerras se suceden y los nacimientos de varias historias de amor desfilan a trav¨¦s de historias y escenarios que se entrelazan. ¡°Lo que le hace crecer a la novela es el libro del escapartate, aunque la acci¨®n fundamental ocurre en Madrid en 1951, cuando la puerta de Espa?a con Europa estaba cerrada. Mi deseo en esta novela es recordar que en un momento estuvo abierta¡±.
Lo estuvo en los tiempos en los que Lola pod¨ªa estudiar en Par¨ªs y traducir a los vanguardistas franceses. Tiempos menos oscuros, como cuando otros personajes de la obra alternaban con la ¨¦lite intelectual de la ¨¦poca. ¡°Quero recordar, por ejemplo, cuando Hemingway pod¨ªa coincidir con Picasso en casa de Gertrude Stein¡±, dice la escritora. ¡°Todas esas cosas que pasaron y que a uno le gusta volver a ver¡±.
Y por ello las recrea. La autora se documenta exhaustivamente, se apasiona por un personaje y juega con ¨¦l poni¨¦ndolo en el escenario. Un proceso dif¨ªcil y meticuloso, que puede llevarle meses. ¡°S¨ª, es complejo, es como si fueses a rodar una pel¨ªcula y tienes que construir el decorado. Pero es muy divertido desde el punto de vista creativo¡±, explica Izaguirre. ¡°Por ejemplo, en esta novela aparecen muchos escritores, algunos con su nombre y otros con un nombre ficticio¡±. Entre los protagonistas de estos cameos literarios, que de una u otra manera desfilan por las p¨¢ginas de La vida cuando era nuestra, figuran Hemingway, Ford Madox Ford o el compositor Erik Satie.
Todo lo que Marian Izaguirre ha le¨ªdo, y todo lo que ha vivido, se manifiesta en el proceso literario. Y a menudo lo hace de forma casi inexplicable. ¡°Las cosas est¨¢n revueltas en la cabeza del que escribe, y hasta que no verbalizas no ves los motivos. Y te sorprende a t¨ª mismo¡±.
Varias editoriales europeas se han interesado por La vida cuando era nuestra. ¡°Esta novela est¨¢ tocada por una varita m¨¢gica¡±, expone su creadora. Quiz¨¢ por su tono intimista, o por su relato sobre la complicidad en el que todo lector puede verse reflejado. Sea como sea, Marian Izaguirre sabe, cuando termina una obra, si acabar¨¢ gustando al p¨²blico. Y esta lo har¨¢, seg¨²n su parecer. ¡°Juegan muchas cosas: que es un libro que desata buenas emociones: sin ser una novela blanda, pone un poco de bienestar emocional. Y eso, en este momento, lo agradecemos¡±. Por esta vez, que los derrotados sean los protagonistas.
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