Las privadas se rebelan contra las tasas

Las televisiones privadas est¨¢n obligadas por ley a destinar una parte de sus ingresos a la producci¨®n cinematogr¨¢fica y a la financiaci¨®n de RTVE. Y adem¨¢s tienen que hacer frente al pago de derechos de propiedad intelectual a las variadas entidades de gesti¨®n que representan los intereses de autores, int¨¦rpretes o ejecutantes. En total, la factura actual asciende a unos 350 millones de euros al a?o (un 13,3% de sus ingresos), seg¨²n un estudio encargado por la Uni¨®n de Televisiones Comerciales Asociadas (Uteca) a la consultora Arthur D. Little.

La entidad que agrupa a los canales comerciales se queja de que las obligaciones son cada vez ¡°m¨¢s exigentes y discriminatorias¡±. Desde que el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar impuso en 1999 una tasa (el 5% de los ingresos anuales) para la producci¨®n de cine espa?ol y europeo, el estudio calcula que las televisiones han contribuido con alrededor de 1.800 millones de euros. De esta participaci¨®n han nacido t¨ªtulos taquilleros como Alatriste, No habr¨¢ paz para los malvados o El orfanato. En 2010, por ejemplo, las privadas aportaron al cine 117 millones, un tercio de los 345,7 que la industria del s¨¦ptimo arte recibi¨® ese a?o de las arcas p¨²blicas, incluidas las subvenciones y la aportaci¨®n de TVE (6% de sus ingresos).

Para financiar RTVE, las privadas est¨¢n obligadas desde 2009 a destinar el 0,9% de sus ingresos. Esta tasa se cre¨®, con el Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, para compensar a la televisi¨®n p¨²blica por la retirada de la publicidad y desde entonces han desembolsado unos 180 millones. En 2012, las privadas que emiten en abierto ingresaron en la cuenta de RTVE 44,7 millones y las de pago abonaron 16,8, seg¨²n los datos de la Comisi¨®n del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).

Adem¨¢s, los operadores comerciales pagaron a las entidades de gesti¨®n de derechos 190 millones. Uteca pone de relieve varias situaciones parad¨®jicas. La primera, que las televisiones deben pagar a las entidades de gesti¨®n de derechos por emitir sus propias producciones. La segunda, que los autores y artistas norteamericanos recaudan derechos de sus fonogramas en Espa?a y no en su propio pa¨ªs.