Monta?as y desfiladeros de la amistad, la traici¨®n y el perd¨®n
Mart¨ªn Casariego novela en 'Un amigo as¨ª' la relaci¨®n de amistad de dos alpinistas y su ascenso al Mont Blanc. Una historia con aspectos deportivos y culturales, de secretos y miedos
Toda obra tiene algo de autobiogr¨¢fico. En el verano de 2010, el escritor Mart¨ªn Casariego (Madrid, 1962) padeci¨®, por segunda vez en la vida, un desprendimiento de retina. Lo operaron y, durante las tres semanas de convalecencia, amigos y familiares le le¨ªan el peri¨®dico. Sobre la amistad y los diarios, pens¨® entonces, tendr¨ªa que escribir un libro. Lo ha publicado ahora, se llama Un amigo as¨ª (Planeta) y la historia transcurre entre los aspectos deportivos y culturales del alpinismo.
Casariego nunca ha subido una monta?a, as¨ª que para empaparse del tema fue primero a la librer¨ªa para comprar la Enciclopedia de la monta?a (Desnivel). Luego, ¡°otros libros.¡± Despu¨¦s convers¨® con dos alpinistas y, basado en las experiencias que le contaron, perfil¨® a los protagonistas de su novela: Jos¨¦ y Lucas, dos grandes amigos que al subir al imponente Mont Blanc se enfrentan a secretos, fantasmas, miedos (y hasta una traici¨®n) que sacudir¨¢n su amistad.
¡°Un amigo as¨ª ha sido trabajoso por la documentaci¨®n y por la reescritura. Pero tambi¨¦n apasionante. Ha sido como subir una monta?a, con la ventaja de que no es peligroso y con la desventaja de que se tarda mucho m¨¢s¡±, dice el autor. La primera versi¨®n del libro estuvo lista despu¨¦s de un a?o, pero cuando la leyeron sus hermanos Ant¨®n y Nicol¨¢s, tambi¨¦n escritores, le recomendaron reescribirla. ¡°Cambi¨¦ casi todo¡±, confiesa en un ataque de sinceridad intelectual y profesional. ¡°Constru¨ª un nuevo narrador, reduje el n¨²mero de cap¨ªtulos haci¨¦ndolos m¨¢s largos, simplifiqu¨¦ la estructura haciendo que aparte de las digresiones y los recuerdos el tiempo fuera lineal. Tambi¨¦n cambi¨¦ en parte a los personajes y sus relaciones: la inocencia la reserv¨¦ sobre todo para Jos¨¦ y Lucas present¨® m¨¢s aristas. Decid¨ª dejar claro desde el principio que Jos¨¦ iba a morir. Me esforc¨¦ para allanar un poco el camino al lector limpiando el estilo para que la lectura pudiera fluir de una forma m¨¢s natural. Todo esto me ocup¨® durante otro a?o. Cambi¨¦ tanto que la novela pas¨® de llamarse El espejo del d¨ªa a Un amigo as¨ª, pero vali¨® la pena.¡±
Un amigo as¨ª ' ha sido trabajoso por la documentaci¨®n y por la reescritura. Pero tambi¨¦n apasionante. Ha sido como subir una monta?a, con la ventaja de que no es peligroso y con la desventaja de que se tarda mucho m¨¢s
Adem¨¢s de novelas, Mart¨ªn Casariego escribe ensayos, cuentos infantiles, art¨ªculos de prensa y guiones cinematogr¨¢ficos (junto a David Trueba y Emilio Mart¨ªnez-L¨¢zaro hizo Amo tu cama rica). Estudi¨® Historia del Arte (es hijo del pintor y arquitecto Pedro Casariego Hern¨¢ndez-Vaquero) y se coloc¨® en el mapa editorial con el ¨¦xito de Y decirte alguna estupidez, por ejemplo, te quiero (Anaya, 1995), que luego adapt¨® al cine. Despu¨¦s de su desprendimiento de retina, recuerda, empez¨® a pensar en un libro ¡°en el que se hablara de lo que viv¨ª a trav¨¦s de dos amigos. Porque despu¨¦s de varios libros con historias de amor me apetec¨ªa escribir uno sobre una amistad.¡± Tambi¨¦n quiso homenajear a los peri¨®dicos. ¡°Yo los leo, casi de cabo a rabo, desde que ten¨ªa diez o doce a?os. Hoy apenas les damos importancia, porque s¨®lo nos vale el del d¨ªa, y a veces hasta los regalan, pero constituyen un prodigio porque son tan ambiciosos que pretenden resumir cada veinticuatro horas un d¨ªa del mundo¡±. Uno de sus personajes, Lucas, dice en el libro: ¡°leer un peri¨®dico hab¨ªa sido un acto tan bello y lleno de significado como leer poes¨ªa, o incluso m¨¢s.¡±
Aunque Casariego coincide en esto con Lucas, se siente m¨¢s identificado con la personalidad de Jos¨¦, el otro protagonista. ¡°Intento ser como ¨¦l: creo que es mejor conservar la inocencia, dentro de lo que cabe. La mirada limpia. Siempre se quedaba con lo bueno de las personas, antes que con lo malo. ?Era eso se?al de ingenuidad o, por el contrario, la actitud m¨¢s sabia que se puede adoptar en la vida? Esa pregunta me la he hecho a menudo, y ahora pienso que es las dos cosas a la vez. Bioy Casares me dijo, cuando yo ten¨ªa 28 a?os, que los malvados eran est¨²pidos y que los inteligentes eran buenos. Entonces me pareci¨® una tonter¨ªa, pero ahora lo entiendo en este sentido. Y creo que Bioy ten¨ªa raz¨®n.¡±
¡ªY usted, ?cu¨¢ndo ha traicionado a un amigo?
¡ªUna traici¨®n shakespeariana, por as¨ª decirlo, nunca. Peque?as traiciones, supongo que todos los d¨ªas. De todas formas, si se produce una gran traici¨®n, tanto en el amor como en la amistad, significa que ya no hay ni amor ni amistad. Y probablemente que nunca los hubo. Yo quer¨ªa hablar de la clase m¨¢s elevada de amistad, de la que dura en el tiempo y no responde a intereses de ning¨²n tipo, como dice Arist¨®teles. Por ello la novela acaba siendo, m¨¢s que sobre la traici¨®n, sobre la culpa y el perd¨®n.
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