La modernidad del verso cl¨¢sico
La actriz Marta Poveda triunfa sobre las tablas tras medirse con Blanca Portillo en ¡®La vida es sue?o¡¯
Empez¨® sin grandes metas. Es m¨¢s; sin ninguna meta, al menos profesional. Pero el caso es que hoy, la actriz Marta Poveda, se ha convertido en poco tiempo en uno de los hallazgos del teatro en verso, gracias a la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico (CNTC), que dirige Helena Pimenta, y al duro trabajo que ha hecho en el ¨²ltimo a?o para convertirse en una Rosaura que ten¨ªa que medirse nada menos que con Calder¨®n, con La vida es sue?o y con Blanca Portillo como Segismundo.
Sus or¨ªgenes profesionales no dejan de sorprender. Ella recuerda que cuanto ten¨ªa 16 a?os, y hoy duplica esa edad, ten¨ªa el pavo muy subido, y muy muy rarito: ¡°Andaba metida en pensamientos muy existencialistas y oscuros, plante¨¢ndome eso de la vida y la muerte; una ¨¦poca en la que ve¨ªa cine hasta la madrugada; a mi madre se le ocurri¨® apuntarme en la Cuarta Pared¡±. En esa popular sala alternativa madrile?a, donde se exhiben espect¨¢culos y se imparten cursos y talleres, empez¨® su andadura: ¡°La Cuarta es un espacio alucinante; descubr¨ª a Bertolt Brecht a Sanchis Sinisterra¡, con la suerte de que el segundo est¨¢ vivo y coleando, pude formarme con ¨¦l, se convirti¨® en mi maestro y hoy en compa?ero de trabajo¡±, apunta la joven actriz.
Eso fue el principio. Antes de trabajar en montajes de Sanchis, con directores como Josep Maria Mestres, Juanfra Rodr¨ªguez, Javier G. Yag¨¹e, ?lvaro Lav¨ªn, Luis Olmos y en la afamada Burundanga de Jordi Galcer¨¢n, bajo la direcci¨®n de Gabriel Olivares. Y series de televisi¨®n y cine, donde ya ha sido protagonista de un par de pel¨ªculas de Daniel Diosdado e Ignacio Oliva, respectivamente.
¡°Pero lo del teatro me hace sentir una responsabilidad muy grande. En el terreno art¨ªstico me exijo hacer algo para participar y empezar una lucha en la que deber¨ªamos estar todos; trato de aportar mi grano de arena para conseguir que el teatro, en mi pa¨ªs, se convierta en una v¨ªa de expresi¨®n importante, y para eso tenemos que empujar todos, en el caso de los actores con el poder creativo¡±. Pero a¨²n le pesa m¨¢s el compromiso con el p¨²blico: ¡°Despu¨¦s de hacer algo tan inmenso a nivel humano y filos¨®fico, como La vida es sue?o, que me ha proporcionado la experiencia m¨¢s importante de mi vida, se toma conciencia de c¨®mo un personaje que llega a las entra?as de la gente, puede conseguir que alguien cambie, aunque sean cinco minutos; eso es un privilegio muy grande y al que es muy dif¨ªcil acceder, de ah¨ª que sienta una gran responsabilidad¡±.
Rosaura le ha dado la vuelta como un calcet¨ªn: ¡°Despu¨¦s de interpretarla no soy, ni much¨ªsimo menos, la misma¡±. A pesar de su inexperiencia en el verso no le dio miedo trabajar con la Portillo: ¡°No lo tuve gracias a ella, porque es una compa?era excepcional, lo que me daba p¨¢nico era medirme con Rosaura y Segismundo y enfrentarme al verso, pero soy trabajadora y no hay nada que uno no pueda lograr si trabaja, trabaja, trabaja¡¡±.
Ha debido darle resultado. Tras esta primera experiencia con el verso barroco, Pimenta la ha llamado para hacer la protagonista del pr¨®ximo estreno de la CNTC, La verdad sospechosa, una deliciosa comedia de Juan Ruiz de Alarc¨®n con la que se inaugura el pr¨®ximo Festival de Teatro Cl¨¢sico de Almagro el 4 de julio.
Despu¨¦s de su experiencia la actriz tiene m¨¢s claro que nunca que el actor debe tener formaci¨®n en el texto cl¨¢sico: ¡°En el verso; yo no lo hice, pero esa t¨¦cnica es fundamental, aunque parezca antiguo, el verso afrontado desde nuestros d¨ªas puede ser algo muy moderno, lo interesante es afrontarlo desde donde estamos y si no tienes la t¨¦cnica no puedes evolucionar¡±, comenta Poveda quien, a¨²n siendo consciente de que se puede ser actor, y muy bueno, sin pasar por el verso, recomienda vivamente a sus colegas que no le den la espalda. ¡°Esto es igual que todo. M¨²sicos, bailarines, pintores, todos parten de unas bases cl¨¢sicas; para nosotros deber¨ªa ser igual, porque transitar por el verso proporciona resortes diferentes y, sobre todo, te ayuda a dominar la musicalidad y el ritmo desde otros par¨¢metros; la disciplina que te impone, en lugar de limitarte, te abre puertas, da libertad. El verso es infinito¡±, dice tras lo cual recuerda la teor¨ªa de Peter Brook que defiende que los obst¨¢culos obligan a buscar v¨ªas diferentes para salvarlos, y por eso uno se vuelve m¨¢s creativo.
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