Utop¨ªa: Instrucciones b¨¢sicas de uso
Una de las sorpresas televisivas m¨¢s agradables del a?o es esta serie brit¨¢nica, que emite Canal+. Entevistamos a Dennis Kelly creador de la mezcla perfecta de 'Misfits' y 'Black Mirror'
Utop¨ªa o utopia.
(Del gr. ¦Ï?, no, y ¦Ó?¦Ð¦Ï?, lugar: lugar que no existe).
1. f. Plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulaci¨®n.
Existe otra definici¨®n de ¡°utop¨ªa¡±, oscura, desesperanzadora, violentamente pop, que jam¨¢s encontrar¨¢n en las p¨¢ginas del diccionario de la Real Academia. A principios de este a?o, el Channel 4 brit¨¢nico la dej¨® caer como un mazo en la retina de sus espectadores (Canal + la emite desde el pasado jueves). Y para muchos ya nada podr¨¢ ser igual. No es una serie para todos los p¨²blicos, pero quienes se dejaran seducir por la pesimista visi¨®n dist¨®pica de Black mirror encontrar¨¢n en Utop¨ªa un nuevo aliciente para seguir mirando la televisi¨®n mientras el mundo se derrumba a nuestro alrededor.
Trailer de Utop¨ªa (en ingl¨¦s)
Cuatro losers -una universitaria emparanoiada por la misteriosa muerte de su padre, un inform¨¢tico de roza los 30 y a¨²n vive con su madre, un proyecto de hooligan de 11 a?os y un geek paranoico que duerme en el refugio nuclear del s¨®tano de su casa- tratan de salvar a la humanidad (y, de paso, a s¨ª mismos) de la amenaza de una organizaci¨®n secreta bautizada como La Red. El nexo de uni¨®n de los protagonistas: una novela gr¨¢fica de culto titulada Los experimentos Utop¨ªa, elaborada por un esquizofr¨¦nico ya fallecido que, seg¨²n se apunta desde el primer episodio, dibuja sucesos terribles que est¨¢n por suceder.
las teor¨ªas de la conspiraci¨®n? resultan tan poderosas para la ficci¨®n porque? todas son b¨¢sicamente ficci¨®n
Contar m¨¢s ser¨ªa echar a perder el deleite que brinda a cada segundo este fascinante rompecabezas que naci¨® como miniserie de seis episodios y que ya ha firmado para una segunda temporada. Por eso casi es mejor dejar que sea su propio creador, Dennis Kelly, quien nos d¨¦ algunas claves para comprender la adicci¨®n que genera esta nueva droga televisiva. Aunque ¨¦l mismo encuentra serias dificultades para explicar qu¨¦ demonios puede encontrar el espectador en Utop¨ªa. ¡°No es un thriller conspiranoico, no es un drama con elementos de ciencia ficci¨®n, no es hiperrealismo dist¨®pico, no es anticostumbrismo brit¨¢nico te?ido de humor negro, no es una novela gr¨¢fica televisada en formato panor¨¢mico¡ Ha resultado ser algo m¨¢s que nosotros mismos no pod¨ªamos imaginar que acabar¨ªa siendo cuando lo hac¨ªamos. Pero es casi mejor que cada cual haga sus propias interpretaciones¡±. Intentemos descifrar las claves de su ¨¦xito, entonces, atendiendo a sus propias palabras.
NO HAGAS DE TU SERIE UN C?MIC (AUNQUE EL C?MIC SEA EL PROTAGONISTA)
La novela gr¨¢fica que contiene los males del mundo trata sobre un cient¨ªfico que hace un pacto con el diablo y est¨¢ cargada de s¨ªmbolos y dibujos chulos tenebristas. Pero no quieran saber m¨¢s, porque no hay nada m¨¢s que saber sobre ella. Es lo que Hitchcock bautiz¨® como un MacGuffin, un elemento narrativo para mosquear al espectador. Pero en Utop¨ªa es, al mismo tiempo, un elemento central en la historia, la llave a todos sus enigmas. ¡°De hecho s¨ª que dibujamos y guionizamos una novela gr¨¢fica de principio a fin. La idea original era que tuviera m¨¢s presencia narrativa en la propia serie¡±, explica Dennis Kelly. ¡°Pero resultaba mucho m¨¢s estimulante no desvelar de qu¨¦ va y contar la aut¨¦ntica historia, la de la gente que se ve involucrada en este marronazo. Tambi¨¦n se pens¨® inicialmente en animar pasajes de la serie como si de una novela gr¨¢fica se tratara, pero abandonamos la idea enseguida. Marc Munden [el director de cuatro de los seis episodios] opt¨® por trasladar esa sensaci¨®n en muchos de los planos, encuadrando muchas veces como si se tratara de vi?etas en una explosi¨®n de colores saturados¡±. Kelly confiesa que acudi¨® a algunas novelas gr¨¢ficas de Alan Moore o Neil Gaiman o al Alice in Sunderland de Bryan Talbot pata darse un duchazo de inspiraci¨®n visual y narrativa.
?NO SEAS COPI?N!
Resulta imposible no pensar en algunos estimulantes productos televisivos que nos ha brindado recientemente la ficci¨®n brit¨¢nica a la hora de diseccionar Utop¨ªa. La serie de zombies Dead Set (en la que solo se salvan de la plaga los concursantes de la casa de Gran Hermano), Misfits (con una panda de delincuentillos juveniles que prestan servicios sociales y adquieren superpoderes tras la ca¨ªda de un meteorito) o Black Mirror (episodios individuales sobre realidades dist¨®picas relacionadas con nuestras vidas pegadas a una pantalla). ¡°No s¨¦ c¨®mo ser¨¢ en Espa?a, pero en Inglaterra mucha de la televisi¨®n que vemos se parece demasiado a pedacitos de otras cosas que puedes ver en la televisi¨®n. Si una serie es un bombazo, otras ir¨¢n detr¨¢s de cabeza. Por ejemplo, tras Downton Abbey lleg¨® una oleada de productos similares [Llama a la comadrona, Galer¨ªas Paradise]. Por desgracia es una tendencia muy generalizada, y lo encuentro muy deprimente. Evidentemente, Utop¨ªa tiene sus influencias, e incluso habr¨¢ cosas que te remitan a Misfits o H¨¦roes, pero apela a un universo propio¡ espero¡±.
DI NO A LA VIOLENCIA F?CIL Y AL SEXO ATRACTIVO
Ya en el primer episodio contemplamos lo dif¨ªcil que resulta echar un polvo medianamente sexy con una cogorza monumental. O las infinitas posibilidades de tortura que ofrece un combinado de chiles, arena, lej¨ªa y una cuchara. Particularmente esa escena, la de la tortura, caus¨® cierto revuelo tras su emisi¨®n y levant¨® comparaciones inmediatas con la de la oreja cortada en Reservoir Dogs. Pero tambi¨¦n tiene paralelismos con la violenta ceguera a la que se somete a Gloucester en El rey Lear, de Shakespeare (obra que, por cierto, adapt¨® hace unos a?os Dennis Kelly).
Los protagonistas de Utop¨ªa, los que intentan salvar el mundo, son gente corriente, sin grandes expectativas?
El propio Kelly se declara en contra de la violencia estereotipada del cine de acci¨®n. ¡°Hollywood ha glamourizado la violencia, y por eso nos ha dejado de resultar amenazante para convertirse en una especie de atractivo. Pero cuando la presentas de una manera m¨¢s cruda, sin aditivos o efectos especiales, es cuando conectas realmente con ella, porque ves que es real. Adem¨¢s, existe un tipo de violencia psicol¨®gica que acojona mucho m¨¢s que la violencia f¨ªsica. La historia del drama es una historia de la violencia. Piensa en cualquier cuento de hadas, son incre¨ªblemente violentos. A los ni?os les gusta que les asustes. Existe una atracci¨®n natural del ser humano hacia la destrucci¨®n, la violencia y el miedo. Por algo somos, aparte de las hormigas (que se colonizan unas a otras), la ¨²nica especie capaz de declarar la guerra a otros pueblos. Como ser humano, he llegado a la conclusi¨®n de que estoy aqu¨ª porque en un pasado remoto, mis ancestros mataron a otros. Afortunadamente, tenemos una cosa llamada sociedad que frena que nos agredamos constantemente los unos a los otros, y esa es la parte bonita de la historia. Pero negar nuestra propia naturaleza violenta es represivo e insano¡±.
NO TE CREAS LAS TEOR?AS DE LA CONSPIRACI?N
¡°Lo malo de haber puesto toda la carne en el asador para la primera temporada es que te ves jodido para la segunda. No s¨¦ si lo que estoy escribiendo es genial o una mierda¡±
Originalmente, Utop¨ªa acud¨ªa a una compleja y ancestral trama donde los illuminati dominaban el mundo en la sombra. Hasta que Dennis Kelly recibi¨® el encargo de sacarla adelante: ¡°Entonces me cargu¨¦ toda esa mierda a lo Dan Brown. Pero era una versi¨®n mejorad¨ªsima de Dan Brown, ?eh?¡±, se r¨ªe. Entonces decidi¨® centrarse en las teor¨ªas de la conspiraci¨®n que ¡°resultan tan poderosas para la ficci¨®n porque, yo creo, todas ellas son b¨¢sicamente ficci¨®n. Siempre me han dado mucha risa. Cuanto m¨¢s tontas, mejor. Como la que dice que la llegada del hombre a la luna se fingi¨® desde un plat¨® televisivo. ?Sab¨ªas que el 25% de los americanos crey¨® cierta esa teor¨ªa? O que la reina de Inglaterra puso un conductor borracho al volante para asesinar a Lady Di. O que el gobierno de EE UU permiti¨® deliberadamente los ataques del 11-S para tener a su poblaci¨®n aterrorizada y bajo control. O que Shakespeare no escrib¨ªa sus novelas. Durante siglos nadie tiene nada que reprocharle a Shakespeare. Y, de pronto, a alguien se le ocurre sugerir que ¨¦l no las escribi¨® y ya se convierte en teor¨ªa conspirativa. No hace falta gran cosa, basta con lanzar cualquier chorrada y que otros te sigan la bola¡±.
DESCONF?A DE LOS MEDIOS Y DE LOS GOBIERNOS
Todo en Utop¨ªa est¨¢ te?ido de la proclama Don¡¯t trust the government que tanto enciende a la poblaci¨®n en nuestros d¨ªas. Denuncia particularmente la corrupci¨®n y manejos en las altas esferas pol¨ªticas. La simple decisi¨®n de la compra de una vacuna para una nueva gripe acaba ocultando terror¨ªficas intenciones hacia la poblaci¨®n. ¡°Cuando empec¨¦ a escribir Utop¨ªa los medios bombardeaban con noticias sobre la gripe aviar. Ya sabes, en cuanto ten¨¦is una gran historia est¨¢is dando la matraca con ella 24 horas, generando grandes titulares [se r¨ªe]. Recuerdo estar viendo las noticias en Channel4 diciendo que habr¨ªa tantas muertes por la gripe aviar que el Gobierno estaba plante¨¢ndose expedir los certificados de muerte mucho m¨¢s r¨¢pido para agilizar y que no hubiera un colapso burocr¨¢tico. Dos semanas despu¨¦s, est¨¢bamos hablando de otra cosa, lo cual resultaba profundamente injusto: ?qu¨¦ co?o pas¨® con esa mierda tremendista que me hab¨ªas lanzado y me ten¨ªa tan en vilo?¡±. E insiste en que la realidad siempre superar¨¢ cualquiera de sus expectativas conspiran¨®icas. ¡°Puede que tenga que ver con que todos hemos visto demasiadas pel¨ªculas, las referencias de las pel¨ªculas han pasado a ser un reflejo de nuestras propias vidas. Hoy en d¨ªa todo parece ficci¨®n: los ataques terroristas parecen salidos de una peli. La muerte parece ficci¨®n y los virus son como de ciencia ficci¨®n¡±.
SI HAS SIDO UN PERDEDOR¡ ?SALO EN TU FAVOR
Los protagonistas de Utop¨ªa, los que intentan salvar el mundo, son gente corriente. Una estudiante sin grandes expectativas en la vida, un programador con un trabajo mediocre que no le satisface, un ni?o completamente desanclado del concepto de familia, y un frikazo incapaz de socializarse. Dennis Kelly apel¨® a su propia experiencia para sintonizar con ellos. Hasta los 30 no empez¨® a escribir obras de teatro (algunas, como la adaptaci¨®n musical de Matilda, de Roald Dahl, con bastante ¨¦xito). Pero antes su vida fue un cero. ¡°Probablemente no hice nada antes porque soy un idiota. Dej¨¦ la escuela muy pronto, y no tengo cualificaciones. Pas¨¦ la veintena pelando la pava o haciendo el capullo en un mont¨®n de curros que no llevaban a ninguna parte. Curr¨¦ de machaca en una oficina, empaquetando verduras en un s¨²per, en una galer¨ªa cutre vendiendo el peor arte hippy que te puedas imaginar, incluso intent¨¦ ser actor¡ De no ser porque hab¨ªa hecho algo de teatro juvenil posiblemente hoy estar¨ªa desahuciado y busc¨¢ndome otro curro de mierda¡±.
S? AL APOCALIPSIS
Desde el cine catastrofista de los a?os setenta no hab¨ªamos contemplado tal oleada de productos de ficci¨®n centrados en desmontarnos la pel¨ªcula, en probar que el mundo, tal y como lo conocemos, est¨¢ al borde de reventar a cada segundo. La sofisticaci¨®n del g¨¦nero zombie, alej¨¢ndose del terror y arrim¨¢ndose al drama (v¨¦anse The Walking Dead o las nuevas series In the flesh y Les revenants), es tan solo un paso en la normalizaci¨®n de esta tem¨¢tica. ¡°Si escribimos sobre el apocalipsis es porque sentimos que estamos entrando en ¨¦l¡ o quiz¨¢s ya pas¨® en 2012 y realmente estamos todos muertos en vida¡±, ironiza Kelly. ¡°Cuando yo era peque?o est¨¢bamos todos acojonados con un inminente apocalipsis nuclear. Y tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, durante 10 o 15 a?os se nos olvid¨® que exist¨ªan armas nucleares en el mundo. Lo cual result¨® francamente extra?o. Era como: ya est¨¢, ya pas¨®; como si las hubieran mandado a otro plantea. Hoy hemos descubierto que seguimos en peligro. Ya no solo por el armamento nuclear, sino porque el colapso econ¨®mico mundial ha desmoronado ese ideal de civilizaci¨®n que nos hab¨ªamos cre¨ªdo en Occidente. S¨²male a eso un irreparable da?o medioambiental ante el cual nadie parece tener respuestas¡±.
EL FUTURO NO EXISTE
El autor de Utop¨ªa se enfrenta a la segunda temporada, que est¨¢ escribiendo a contrarreloj porque se empieza a rodar en tres meses. ¡°De hecho, no s¨¦ c¨®mo estoy hablando contigo, cuando deber¨ªa estar sumido en un absoluto ataque de p¨¢nico¡±, ironiza. ¡°Lo malo de haber puesto toda la carne en el asador para la temporada de arranque es que ahora te ves bien jodido para la segunda. No s¨¦ si lo que estoy escribiendo es genial o una puta mierda¡±. Extra?amente, se confiesa un optimista. ?Y si hoy ¨¦l encontrara un c¨®mic que predijera el futuro? ?Qu¨¦ le gustar¨ªa encontrar en sus p¨¢ginas? ¡°?Pues la paz mundial, hombre! [Risas] Tiene gracia, siempre predecimos lo peor, nunca lo mejor. Pero entonces, claro, si todo lo que se avecinara fuera positivo, ?c¨®mo co?o seguir¨ªamos planteando todos estos jodidos dramas apocal¨ªpticos? Ser¨ªa el apocalipsis de la ficci¨®n¡±.
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