El mundo editorial busca recuperar el tiempo perdido frente a las nuevas tecnolog¨ªas
Seis escritores reflexionan sobre el mundo digital y su influencia en la creaci¨®n literaria y su relaci¨®n con los lectores El sector editorial espa?ol sigue en su proceso de recuperar el tiempo perdido
El 2013 puede convertirse en el a?o en que el mundo editorial y literario espa?ol decidi¨®, definitivamente, aceptar la realidad y comenz¨® a ponerse al d¨ªa con el futuro tras varios a?os en los que parec¨ªa resistirse o ignorar los cambios. Esta correcci¨®n de rumbo, sobre cuestiones aparentemente obvias y comentadas por los lectores en general, se ha confirmado en la 72? Feria del Libro de Madrid en la cual los diferentes actores de la cadena de valor del libro empezaron reconociendo la importancia de crear lectores y fomentar la lectura, para poder vender libros, sigui¨® con el reclamo de pensar en reducir el precio de los libros digitales para facilitar el acceso al lector, con la ayuda del Gobierno reduciendo el IVA, y ahora con reflexiones sobre la manera en que las tecnolog¨ªas emergentes y los nuevos h¨¢bitos de los lectores influyen en el ecosistema del libro en varios aspectos:
- la creaci¨®n literaria en s¨ª misma,
- los autores van camino de ser polivalentes (creador, agente, editor, publicista¡),
- la autoedici¨®n lo cambia todo y democratiza a¨²n m¨¢s la literatura,
- se reclama a las editoriales para que no dejen de editar a los autores buenos pero que no venden muchos ejemplares,
- se reivindica la importancia de la jerarquizaci¨®n de las obras para no caer en el ¡°mao¨ªsmo de la masa¡±,
- y se insisten en la necesidad de la educaci¨®n y la pedagog¨ªa,a los ciudadanos, sobre los derechos de autor.
El cambio del estatismo o el reconocimiento de verdades conocidas llega despu¨¦s de que otras industrias como la m¨²sica y el cine atraviesan situaciones dif¨ªciles. La pen¨²ltima escenificaci¨®n de esta nueva forma de afrontar el porvenir fue en las jornadas Los autores tienen la palabra. Preguntas y respuestas en la era digital, dentro de los actos conmemorativos de los 50 a?os de C¨ªrculo de Lectores. Cuatro horas en las que participaron Julio Llamazares, Javier Sierra, Lorenzo Silva, Julia Navarro, Rodrigo Fres¨¢n, Milagros del Corral y Elvira Lindo, bajo la moderaci¨®n de Blanca Berasategui, Juan Cruz y Fernando Rodr¨ªguez Lafuente.
Muy clarificadoras del presente del sector fueron las palabras con las que Joaqu¨ªn ?lvarez de Toledo, director general de C¨ªrculo de Lectores, inaugur¨® la jornada al recordar el final de un cuento de Truman Capote: ¡°Vimos lo que iba a suceder, y nuestras voces resonaron como truenos en la lluvia, pero ella no nos o¨ªa y sigui¨® corriendo hacia aquellas lunas de rosas. Fue entonces cuando la atropell¨® el autob¨²s de las seis".
Horas m¨¢s tarde Milagros del Corral, escritora y experta en temas de derechos de autor y cambios propiciados por las nuevas tecnolog¨ªas y el libro electr¨®nico, dec¨ªa: ¡°Hasta ahora parece que el sector se est¨¢ tomando la molestia de enterarse del tema de derechos autor en medio de estos cambios. Se ha perdido tiempo. Se ha creado desafecci¨®n con los lectores¡±.
En medio, Julio Llamazares respondi¨® con un S¨ª y un No ante la pregunta de si el nuevo panorama influye en el creador. ?l escribe en un ordenador y lo hace como m¨¢quina de escribir que guarda y borra, porque para ¨¦l "escribir es borrar y tachar, quitar lo superfluo, y trabajar con un ordenador influye en el estilo". El hecho literario cambia, afirma, ¡°porque cambia a los lectores y no somos iguales. Si el hombre cambia, cambiar¨¢ su manera de estar en el mundo, pero el hecho literario no. Se va a escribir igual desde Homero, con la cabeza, una persona que cuenta a los dem¨¢s lo que piensa y siente sobre algo¡±. Para Javier Sierra, ¡°la cuesti¨®n clave est¨¢ en que t¨² domines el medio y no que ¨¦l te domine¡±.
La tecnolog¨ªa no solo produce avances y mejoras, asegura Lorenzo Silva, ¡°tambi¨¦n, a veces, peoras¡±. Silva, tan pro nuevas tecnolog¨ªas, se declara esc¨¦ptico de las redes sociales: ¡°No son precisamente una evoluci¨®n acertada, sino se usan con cuidado¡±. Casi todos los escritores coincidieron en utilizar las redes sociales como herramientas de trabajo y no para exponer all¨ª su vida priva.
Uno de los aspectos fundamentales para Silva, en este nuevo tiempo, es la protecci¨®n que deber¨ªan tener los autores con talento pero que no venden muchos libros. Pidi¨® que las editoriales no los destierren a la autoedici¨®n. Un sistema que, seg¨²n Sierra, cambia la perspectiva del escritor ya que cualquiera puede publicar. Aqu¨ª es donde todos aplauden la gran democratizaci¨®n que representa la Red para la edici¨®n, pero tambi¨¦n reclaman un filtro, algo o alguien que jerarquice y oriente en el oc¨¦ano de Internet.
Una era que est¨¢ trastocando todo lo establecido, y en especial la relaci¨®n de los escritores con sus lectores. Y en alguna parte de esa relaci¨®n es cuando entran los derechos de autor. ?Qu¨¦ hacer frente a la situaci¨®n de bajar obras sin autorizaci¨®n? Milagros del Corral sugiere varias ideas:
- Una directiva europea o legislaci¨®n nacional que replantee todo lo concerniente con la propiedad intelectual,
- clarificar el formato de nuevas obras que incluya las transmedias,
- clarificar las excepciones (l¨ªmites en educaci¨®n, investigaci¨®n, el derecho de cita, etc)
- clarificar qu¨¦ hacer con las obras hu¨¦rfanas que son el 40% del acervo publicado,
- establecer reg¨ªmenes para proteger el dominio p¨²blico y evitar que se privatice,
- regular el pr¨¦stamo digital de bibliotecas,
- dejar los e-books a precios m¨¢s accesibles,
- IVA reducido para los libros electr¨®nicos
- educaci¨®n a largo plazo con una estrategia de pedagog¨ªa para no descargar libros de manera ilegal. No como una amenaza, incluso una cartilla con aspectos b¨¢sicos con lo que se puede o no hacer en Internet.
Para Elvira Lindo este momento de cambios propiciados por Internet y otros actores digitales lo que genera es la vuelta a reflexionar sobre aspectos de siempre y b¨¢sicos como el respeto a la obra, infundir sensatez, y tener claro hasta qu¨¦ punto lo que se produce y genera en las redes sociales es en buena parte una ficci¨®n. ¡°Hay algo en la gratuidad que resta cultura. Algo hay que pagar para apreciar lo que se consume¡±.
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