Danny Boyle: ¡°El cine se est¨¢ serializando¡±

Fue el destino, o Dios, o c¨®mo se le quiera llamar. El caso es que la adolescencia clerical de Danny Boyle tuvo un punto de inflexi¨®n sorprendente. Hijo de una familia obrera, monaguillo durante a?os, a los 14 el hoy director brit¨¢nico (Radcliffe, 1956) se iba a meter de seminarista, para alg¨²n d¨ªa ser cura. As¨ª lo quer¨ªa su madre, y ¨¦l tampoco se opon¨ªa. Pero fue precisamente un futuro colega de rezos quien le desaconsejara por completo juntarse a la tropa de Dios, como le cont¨® una vez a The Sun. Tanto que de la liturgia Boyle se pas¨® al teatro, y luego al cine, para rodar pel¨ªculas tan famosas y halagadas como Trainspotting y Slumdog millionaire. Y ahora el cineasta propone su ¨²ltimo trabajo, Trance, que se estrena hoy en Espa?a.

Para aclarar exactamente de qu¨¦ va Trance, har¨ªan falta varios spoilers y demasiadas palabras. ?De un robo de un cuadro? As¨ª empieza, en efecto. ?De hipnosis? Desde luego es un elemento central. ?De violencia machista? No se puede negar. Dej¨¦moslo en que una banda de ladrones liderada por Vincent Cassell roba una obra maestra de Goya en una subasta. A partir de ah¨ª, entran en juego memoria, terapia, celos, cuerpos desnudos y fusiles: es decir, las cosas se complican, y mucho.

¡°El n¨²cleo es la idea de que puedes colocar recuerdos en la memoria de la gente: hay entre un 5 y un 10% de la poblaci¨®n mundial que es extremadamente sugestionable. En realidad, todo lo que ocurre en el filme es profundamente anti¨¦tico pero cl¨ªnicamente posible¡±, asegura Boyle. M¨¢s a¨²n con la pistola de un criminal en la sien, ya que la hipnosis en cuesti¨®n busca hacer que el protagonista (James McAvoy) recuerde d¨®nde diablos ha desaparecido la millonaria pintura robada.

Se trata, en concreto, de Vuelo de brujas, realizado hacia 1798 por Francisco de Goya y guardado en los almacenes del Museo del Prado. ¡°Goya fue el primer gran pintor psicol¨®gico. No retrata la apariencia, tu aspecto, sino lo interior de tu mente: sue?os, fantas¨ªas, pesadillas. Lee dentro de ti. Era un s¨ªmbolo para la pel¨ªcula¡±, explica la elecci¨®n Boyle, ilustrando su tesis sobre una tarjeta promocional de Trance que lleva impreso el cuadro.

De habla r¨¢pida y entusiasmo contagioso, el brit¨¢nico parece tener una colmena de ideas metida en su cabeza. A veces, algunas se le escapan, como cuando se fija en la camiseta de El padrino de su entrevistador: ¡°?Sabe? Rosario [Dawson, protagonista del filme y expareja del director] no la hab¨ªa visto nunca y se la tuve que ense?ar yo. Mi favorita es la segunda, es incre¨ªble. Una vez me encontr¨¦ a Francis Ford Coppola y mi hija, que estaba all¨ª conmigo, sostiene que me puse a farfullar. Claro, es que por dentro estaba gritando: ¡®Aaaaaaahhhhhh¡±.

Era 1972 cuando Coppola estren¨® la primera entrega de la hist¨®rica trilog¨ªa. Y a ese cine y esa ¨¦poca se remite con nostalgia Danny Boyle: ¡°Me cri¨¦ en los setenta, cuando las pel¨ªculas trataban de cosas oscuras y complejas. Ibas a verlas por el sexo, la violencia, los l¨ªmites de nuestras experiencias. Ese cine est¨¢ muriendo. Ir¨®nicamente se ha trasladado a la televisi¨®n, que en EE UU produce material mucho m¨¢s desafiante¡±. Para el creador, quien tambi¨¦n fue director de la ceremonia de inauguraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres, existe una ¡°pixarizaci¨®n¡± de la cinematograf¨ªa contempor¨¢nea. La guerra de las galaxias es uno de los primeros ejemplos, a su manera de ver, del abandono del cine adulto.

Otro caso que Boyle cita es el de Fast and furious 6: ¡°El cine se est¨¢ serializando. Se le dice al espectador: ¡®Estos son los personajes con los que ya est¨¢s familiarizado, aqu¨ª va otro episodio¡¯. Pixar y Disney hacen un trabajo maravilloso, y est¨¢ bien que las familias celebren juntas. Pero el cine tiene que ser el primo guarro y malo de esas celebraciones, ese familiar loco al que no quieres que los ni?os conozcan¡±. De hecho, a muchos de sus protagonistas no querr¨ªan conocerlos ya no solo los peque?os, sino tampoco los padres. Heroin¨®manos, zombis y criminales indios pueblan el curr¨ªculo cinematogr¨¢fico de Boyle, junto con la b¨²squeda del cambio constante: ¡°Lo maravilloso del cine es la oportunidad ¨²nica de ver algo extraordinario¡±. Aun as¨ª, hay un hilo con el que el director ata toda su carrera: ¡°En mis pel¨ªculas siempre hay un personaje que se enfrenta a un reto imposible y lo supera¡±. Suena a fe, a monaguillo. Pero no: es cine.