Laurent Garnier repasa la historia de la electr¨®nica al amanecer
El dj y productor franc¨¦s cierra la celebraci¨®n de los 20 a?os de S¨®nar con una abrumadora sesi¨®n El festival supera otro r¨¦cord de p¨²blico y aumenta la asistencia un 24%
En una celebraci¨®n especial, no pueden faltar los mejores amigos. Incluso alguno de los m¨¢s allegados puede que se levante emocionado y haga el t¨ªpico discurso repasando los mejores momentos de una amistad. Y as¨ª es como termin¨® ayer a las siete y media de la ma?ana la celebraci¨®n del 20 aniversario de S¨®nar. El dj y productor franc¨¦s Laurent Garnier, compa?ero inseparable del evento de m¨²sica electr¨®nica barcelon¨¦s desde su primera edici¨®n en 1994, despleg¨® una hist¨®rica sesi¨®n (en todos los sentidos) a los platos mientras se hac¨ªa de d¨ªa, un a?o m¨¢s, en la fira de l¡¯Hospitalet. Nada mejor que el amanecer, con el p¨²blico pegado a la pista de baile hasta el ¨²ltimo segundo con las gafas de sol y el ¨¢nimo intacto, para subrayar como una vez m¨¢s el festival, no solo sobrevive, sino que evoluciona con los tiempos. Algo que hemos podido comprobar este a?o con el cambio de ubicaci¨®n del escenario diurno y de la inclusi¨®n de una serie de artistas, procedentes de la incipiente escena electr¨®nica estadounidense, que atraer¨¢n a otro tipo de p¨²blico al festival.
Garnier aport¨® el componente biogr¨¢fico e identitario de S¨®nar con un set perfecto en el que repas¨® numerosos cap¨ªtulos de la m¨²sica electr¨®nica de los ¨²ltimos a?os. Porque al final, lo de ponerse detr¨¢s de unos platos delante de 20.000 personas, adem¨¢s de un arte, es un oficio. Y ¨¦l lleva 25 a?os haci¨¦ndolo. Fue un despliegue de energ¨ªa descomunal, sin perder de vista ninguna de las esencias del g¨¦nero: desde el house y el acidhouse, hasta el techno m¨¢s detroitiano. Trufada de sus grandes hits, como Crispy Bacon o Man with the red face, y de su perenne homenaje a Donna Summer y su I feel love, el tema que le descubri¨® su pasi¨®n por la m¨²sica de baile cuando era peque?o, no faltaron gui?os al drum and bass y a sus or¨ªgenes como dj en la Ha?ienda de Manchester. Seguramente la sesi¨®n estar¨¢ grabada. M¨¢s vale que alguien lo hiciera.
La noche/madrugada del s¨¢bado, a excepci¨®n de Pet Shop Boys y Jurassic 5, ofreci¨® una propuesta musical aparentemente m¨¢s plana (por su homogeneidad art¨ªstica y la falta de grandes estrellas), pero con muchos m¨¢s matices y recursos que la del viernes. M¨¢s entregada a la tradici¨®n europea. El elegante George Fitzgerald dio cuenta del resurgir del house en Reino Unido en los ¨²ltimos tiempos. O el del house de banda, con los divertidos Hot Natured. El barcelon¨¦s Undo, en la sala m¨¢s grande del recinto y con un sonido mucho m¨¢s emocional y perfectamente entretejido, record¨® que ¨¦l ya estaba aqu¨ª antes del reciente boom de productores catalanes. Justice, el d¨²o franc¨¦s que, de alguna manera tom¨® una atropellada herencia de Daft Punk y que se han convertido en estrellas internacionales de los falsos directos, descarg¨® uno tras otro zambombazos sin ton ni son, esta vez en un dj set. Puro efectismo sin rumbo a ninguna parte. Muy al estilo de lo que arrasa estos d¨ªas en EEUU y que Skrillex, en una oda al d¨¦ficiti de atenci¨®n, se hab¨ªa encargado de exponer la noche anterior. La mella f¨ªsica del tercer d¨ªa de festival en los asistentes, muchos de los cuales causaron baja, permiti¨® disfrutar de m¨¢s espacio y comodidad entre un escenario y otro.
Pero el d¨ªa hab¨ªa comenzado bien oscuro en los escenarios de la Plaza de Espa?a. En una penumbra absoluta, un tipo saca de una especie de caja de herramientas sus m¨¢quinas y se pone manos a la obra. Un trabajo como otro. Pero el estadounidense Vatican Shadow comienza a lanzar r¨¢fagas de techno industrial dur¨ªsimo salpicado de algunas melod¨ªas procedentes de la tiniebla. Ninguna compasi¨®n por un p¨²blico que comienza a mecerse en una ceremonia sonora cada vez m¨¢s violenta. Dominick Fernow (su nombre real) es uno de los representantes de la corriente m¨¢s oscura de la m¨²sica electr¨®nica actual. Comparte sello, Blackest ever black (el nombre lo dice todo) con Raime, el grupo que el viernes hab¨ªa precedido con absoluta profundidad a Kraftwerk, y ayer clausur¨® la ¨²ltima de las jornadas diurnas de la 20? edici¨®n de S¨®nar. El m¨¢s claro reflejo sonoro del signo de unos tiempos sin luz.
Pero lo crean o no, en esta era de crisis total, S¨®nar cierra su 20? edici¨®n con un nuevo ¨¦xito de p¨²blico. Nadie conoce exactamente la explicaci¨®n sociol¨®gica. Quiz¨¢ sea por la necesidad de evadirse de tantos problemas, o por el aumento paulatino de p¨²blico extranjero (ya es el 55% del festival), pero los tornos de los recintos de d¨ªa y de noche han registrado durante estos tres d¨ªas un 24% m¨¢s de afluencia. Ambos espacios han sido modificados. El diurno con un espectacular cambio de ubicaci¨®n (del Raval a la plaza de Espa?a) y el segundo aprovechando la enormidad de la Fira de l¡¯Hospitalet. De este modo se ha pasado de 98.000 asistencias -el r¨¦cord logrado el a?o pasado- a 121.000. Sin duda un extra econ¨®mico que permitir¨¢ sobrellevar el dolor de muelas del IVA, que volvi¨® a ser criticado al un¨ªsono por Ricard Robles, Sergi Caballero y Enric Palau, los tres directores del festival.
Volvimos a comprobar ayer el salto cualitativo que ha dado el evento con su mudanza en la jornada diurna. Chromatics, una banda americana de tintes post-punk pasado por el sintetizador, llen¨® a primera hora de la tarde el recinto central. La gente, con la torpeza habitual causada por el desgaste de tres d¨ªas, segu¨ªa desplaz¨¢ndose de un espacio a otro relativamente c¨®moda. Como todos los que corrieron para ver a Beardy Man, probablemente el mejor beatboxer del mundo, que ayer ofreci¨® un recital de sonidos vocales en el fant¨¢stico auditorio. Su ac¨²stica es levemente superior al del subterr¨¢neo S¨®nar Hall, uno de los mayores aciertos de este a?o, donde el viernes Neil Tennant (cantante de Pet Shop Boys) sigui¨® el espectacular concierto de Diamond Version, con quienes ayer supimos que empezar¨¢ a colaborar.
En el mismo lugar, Darkstar, un delicado tr¨ªo de imberbes ingleses que aprovech¨® la eclosi¨®n del dubstep para lanzar un magn¨ªfico disco (Gold) hace tres a?os, demostr¨® porque el tot¨¦mico sello de electr¨®nica Warp les ha fichado para su nuevo trabajo. Ayer recopilaron temas de ambos discos aplic¨¢ndoles una unidad sonora, m¨¢s liviana, de la que carec¨ªan. Una suavidad abrumadoramente distinta de lo que se vivi¨® la noche del viernes, cuando Skrillex, Major Lazer o Baauer, representantes sonoros de la reciente obsesi¨®n estadounidense por la electr¨®nica, convirtieron el S¨®nar nocturno en una inconexa explosi¨®n hormonal. Una inclusi¨®n en el cartel que ha despertado cierta incomprensi¨®n por la elementalidad de su discurso, pero que a la vista est¨¢ que ha portado grandes frutos en taquilla.
Entre la mar de datos que el festival ha conseguido recopilar figura uno que ilustra, con cierta iron¨ªa, la dimensi¨®n internacional de S¨®nar. Su web ha recibido visitas en los ¨²ltimos meses de usuarios de todos los pa¨ªses del mundo excepto tres: Corea del Norte, Chad y Tayikist¨¢n. As¨ª que despu¨¦s de anunciar su nueva expansi¨®n el pr¨®ximo mes de mayo a M¨¦xico, no ser¨ªa extra?o que ese esp¨ªritu de contracorriente que ha guiado el festival durante estos 20 a?os les llevase a invitar a esas tres naciones d¨ªscolas a su siguiente edici¨®n.
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