¡®El hombre de acero¡¯, un Superman invencible pero atormentado

Zack Snyder compuso el n¨²mero y se puso a la espera. El director llamaba al m¨®vil de Henry Cavill para darle la noticia m¨¢s relevante de su joven carrera: iba a ser el nuevo Superman. Pero el actor brit¨¢nico no cogi¨® el tel¨¦fono. No pod¨ªa. Se lo deb¨ªa a sus amigos online. ¡°Estaba jugando a World of Warcraft [un videojuego de rol en la Red] y en las misiones todos los usuarios tienen que trabajar juntos para ganar. As¨ª que pensaba: ¡®Que deje de sonar ya¡±, cuenta Cavill, en Madrid para promocionar El hombre de acero. Porque, claro, en cuanto volvi¨® al mundo real y vio la llamada perdida, contact¨® con Snyder a toda prisa y se qued¨® el papel.

Tampoco es que el director de 300 y The watchman se preocupara especialmente: ¡°Supuse que estar¨ªa interesado¡±. Famoso m¨¢s que nada por haber acabado descartado de Crep¨²sculo, Casino Royale e incluso de la anterior pel¨ªcula del h¨¦roe de Krypton, Superman Returns (2006), esta vez Cavill se ha llevado el gato al agua. Y, aparte de ser el primer brit¨¢nico que encarna a un s¨ªmbolo americano por excelencia, da cara y cuerpo forzudo a una versi¨®n tan atormentada como explosiva del hombre de acero. La pel¨ªcula, que se estrena hoy en Espa?a, recaud¨® m¨¢s de 84 millones de euros en su primer fin de semana en EE UU.

Ya no queda mucho para cubrir los 127 millones de presupuesto de un filme que vuelve a narrar la historia del superh¨¦roe desde su nacimiento, y donde algo vuela por los aires cada dos por tres y si no estrellas a tu enemigo contra un rascacielos no eres un guerrero como Dios manda. ¡°El coste fue un peso, pero tambi¨¦n ten¨ªa claro el tipo y el tama?o de la pel¨ªcula que quer¨ªa hacer. De hecho, no te basta nunca. Llega un momento en el que te tienen que decir: ¡®Ya est¨¢¡±, relata Snyder.

En realidad, Christopher Nolan, productor y guionista del filme junto con David S. Goyer, y art¨ªfice del renacimiento de Batman en las grandes pantallas, tampoco le puso muchos l¨ªmites: ¡°Me dijo que solo estaba interesado en una pel¨ªcula con un fuerte punto de vista del director, y que todo lo que quisiera rodar y ver, ¨¦l me lo iba a conseguir¡±. As¨ª que Snyder le tom¨® la palabra y se dedic¨® a dejar su huella sobre el superh¨¦roe, que este a?o cumple 75 a?os.

Sin calzoncillos rojos encima del disfraz azul, marginado y excluido de peque?o por ser distinto, el Superman del director americano vive una relaci¨®n contradictoria con sus poderes, a la vez complejo y responsabilidad. ¡°Es la pel¨ªcula m¨¢s naturalista que he hecho nunca. Quer¨ªa mirar a los ojos de Superman y romper la barrera que le separa de los dem¨¢s¡±, relata Snyder. Para ello, el cineasta usa casi siempre una sola c¨¢mara, tarda unos 40 minutos en mostrar al hombre de acero en vuelo y con la capa puesta y deja pasar el ecuador del filme antes de que al joven Kal-el se le llame Superman.

Eso s¨ª, en cuanto llegan los primeros pu?etazos volantes la introspecci¨®n cede paso a la acci¨®n y el h¨¦roe empieza a repartir y sufrir palizas en medio de un cl¨ªmax de explosiones. ¡°Tambi¨¦n quer¨ªa que la pel¨ªcula fuera cada vez m¨¢s grande, que la intimidad se mezclara con la ¨¦pica¡±, relata Snyder. Tanto que, para estar a la altura de tama?as peleas, Cavill y Russell Crowe (otro de los miembros de un reparto estelar que tambi¨¦n cuenta con Kevin Costner, Michael Shannon y Amy Adams) tuvieron que entrenar como si no hubiese un ma?ana. Hasta 11 meses estuvo trabajando su f¨ªsico el actor brit¨¢nico, al que cuesta creerle cuando asegura que era un ni?o redondo: ¡°En el colegio me apodaban Cavill el gordo y ahora soy Superman¡±.

A saber si tambi¨¦n seguir¨¢ si¨¦ndolo. Una y otra vez el reparto ha dejado abierta la puerta para una segunda entrega de la saga. Desde luego, los tres batmans de Nolan marcan un antecedente goloso. Por si no fuera suficiente, los rumores sobre una pel¨ªcula que re¨²na a los principales superh¨¦roes de DC Comics y que estar¨ªa dirigida por Snyder se hacen cada vez m¨¢s insistentes. El director contesta con un ¡°podr¨ªa¡±. Aunque excavando en El hombre de acero se encuentra otro indicio: en un momento de una pelea espacial, Superman y su enemigo, el general Zod, acaban destrozando un sat¨¦lite. Un logotipo sobre el artefacto no deja duda sobre su propietario: Industrias Bruce Wayne. ?De verdad Batman dejar¨¢ que nadie pague por ello?