Helado Negro renueva el discurso de la m¨²sica latina en Estados Unidos
'Invisible Life', el m¨¢s reciente ¨¢lbum del artista indie de origen ecuatoriano, apela por el biling¨¹ismo y la sensualidad para la creaci¨®n de la canci¨®n pop.
En sinton¨ªa con la propuesta de su ¨®pera prima, Awe Owe (2009), Helado Negro, una de las actuales revelaciones del indie estadunidense, regres¨® este a?o a las tiendas de discos f¨ªsicas y virtuales con Invisible Life, ¨¢lbum en el que despliega su exquisito gusto para atender a la canci¨®n pop a partir de las herramientas culturales y t¨¦cnicas que brinda la m¨²sica electr¨®nica. ¡°Desde los comienzos de Helado Negro, todo sucedi¨® de forma progresiva y natural, y este nuevo trabajo es una muestra de ello¡±, explica Roberto Carlos Lange, el nombre detr¨¢s del ¨¢lter ego, al otro lado del tel¨¦fono en su estudio en Nueva York. ¡°Al principio, trat¨¦ de sondear las posibilidades de cantar en espa?ol y de probar sonidos, y eso se transform¨® en mi carta de presentaci¨®n. Obviamente, en la medida que mi carrera fue avanzando, la b¨²squeda musical, la exploraci¨®n de mi voz y la est¨¦tica conceptual fueron cambiando¡±.
Aunque en esta ocasi¨®n el laboratorio sonoro manufacturado por Lange contin¨²a ahondando en la veta crooner 2.0, en las texturas on¨ªricas y en los colchones atmosf¨¦ricos, de este tercer ¨¢lbum, en el que colaboran Jon Philpot de Bear in Heaven y Jan St. Werner de Mouse on Mars, se distingue el af¨¢n por el dub y la iluminaci¨®n de la impronta latina mediante la teor¨ªa musical de la sensualidad. ¡°No aprend¨ª m¨²sica de la formaci¨®n tradicional: no se leer partituras ni asist¨ª a una escuela, pero una de las cosas que aprend¨ª en los ¨²ltimos 10 a?os es que eso no es una condicionante al momento de crear canciones¡±, expedita la novel figura cuyo nombre de pila es un tributo de sus padres al afamado cantautor brasile?o. ¡°El primer instrumento que tuve fue un sample MPC 2000, as¨ª que todos los sonidos de mi primer disco los cre¨¦ ah¨ª. Pese a que todos los instrumentos que aparecen en Awe Owe son ac¨²sticos, el proceso de armado fue similar al que se hace en la electr¨®nica. ?sa es la manera en la que compongo¡±.
Luego de la edici¨®n del EP Pasajero (2010), en el que rinde homenaje a artistas latinoamericanos como Eduardo Mateo, El Kinto, Los Iracundos, Roberto Carlos y Leo Dan, y el ¨¢lbum Canta lechuza (2011), ambos interpretados en espa?ol, Helado Negro retoma en Invisible Life el biling¨¹ismo, una constante en su breve obra desde sus inicios. ¡°Es raro, es divertido. Pero no hay una intenci¨®n premeditada de componer en espa?ol o en ingl¨¦s, sino que es algo que fluye¡±, asevera este hijo de inmigrante de ecuatorianos nacido en Miami -aunque hoy reside en Nueva York-, quien ha sido asimismo colaborador de proyectos del temperamento de Prefuse 73. ¡°No obstante, para m¨ª tiene mucha m¨¢s din¨¢mica, texturas y colores cantar en el idioma de mis padres. Convivo con esa dualidad en la que de repente tambi¨¦n puedo cantar en mi lengua natal, que es la de este pa¨ªs. Son como dos hermanos que viven en m¨ª¡±.
Al igual que Devendra Banhart, quien aporta su guitarra en el tema ?rboles, part¨ªcipe del repertorio de Invisible Life - publicadp a trav¨¦s de Asthmatic Kitty Records, etiqueta del cantautor folk Sufjan Stevens-, o Nicolas Jaar, Roberto Carlos Lange forma parte de una nueva generaci¨®n de artistas estadounidenses de origen latino que apuestan por un cambio de paradigma en el discurso identitario. ¡°Considerando que mis padres son ecuatorianos, sin duda que me alineo con la cultura latinoamericana. Pero no me siento obligado a mantener la tradici¨®n sonora de mis antepasados cuando hago m¨²sica. Lo que soy lo expreso por intermedio de mis canciones. La transici¨®n de lo tradicional a la exploraci¨®n de otros ritmos es algo que est¨¢ m¨¢s que evolucionado y aceptado. Las formas de entender las mixturas cambiaron, pues hoy es com¨²n ver que de todas las influencias y fusiones siempre surgen cosas nuevas¡±.
En julio pasado, el creador de Helado Negro, as¨ª como de la dupla Ombre (en la que comparte cr¨¦ditos con Julianna Barwick), estuvo de gira por primera vez en Ecuador. ¡°Toqu¨¦ con Can Can y otras bandas de all¨¢. Esa experiencia me permiti¨® actualizarme con la m¨²sica ecuatoriana, pues, si bien ten¨ªa referencias de ¨¦sta, no sab¨ªa lo que estaba sucediendo ahora. En mi mente me qued¨® esa idea de lo tradicional. As¨ª que me di cuenta de que lo que pasa all¨¢ es mucho m¨¢s que el folclore o Julio Jaramillo¡±, advierte Lange. ¡°Descubr¨ª bandas psicod¨¦licas, exponentes de electroac¨²sticas incre¨ªbles de la talla de Mes¨ªas Maiguashca, y eso lo logr¨¦ gracias a la movida emergente de all¨¢¡±. Sin embargo, al momento de opinar acerca de la revoluci¨®n social que encabeza Rafael Correa en el terru?o de sus padres, prefiere actuar con cautela. ¡°No me parece justo opinar sobre sobre la pol¨ªtica de un lugar en el que no vivo. Es lo que hace la mayor¨ªa. La mejor forma de poder abrir un juicio ser¨ªa establecerme all¨¢ un tiempo para entender la din¨¢mica de las decisiones¡±.
A pesar de que la dial¨¦ctica entre modernidad y tradici¨®n marca la diferencia actualmente en las propuestas musicales de los artistas de origen latinoamericano en los Estados Unidos, as¨ª como las de los que provienen propiamente de Am¨¦rica Latina, la diferencia entre ambos escenarios sigue siendo abismal. ¡°No existe nuevo, nada experimental¡±, supone Helado Negro, con formaci¨®n en el hip hop y cuyo refinamiento est¨¦tico lo afin¨® mientras estudiaba artes en Savannah (Georgia). ¡°Lo que s¨ª hay son econom¨ªas experimentales. En Ecuador, por ejemplo, no est¨¢n m¨¢s las tiendas de discos, la industria musical ha sido devastada, y no hay grupos o solistas locales que tengan la oportunidad de girar fuera del pa¨ªs. Si bien sobran propuestas, es muy dif¨ªcil que evolucionen en esas circunstancias porque no cuentan con ciertos aspectos econ¨®micos que promuevan el despegue. Y calculo que lo mismo acontece en otros sitios de Sudam¨¦rica. No obstante, esa realidad es distinta en Estados Unidos. Al menos, por ahora¡±.
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