Lo natural se torna ins¨®lito
'La bicicleta verde' no es una obra de arte, pero s¨ª una pel¨ªcula agridulce que hace sonre¨ªr
Hace tiempo que no escucho esa frase tan manida de que no importa el tema sino su desarrollo, lo cual probablemente es cierto. Pienso en ello al termino de la pel¨ªcula La bicicleta verde. Wajda. Si alguien me pregunta por su argumento le contar¨¦ con expresi¨®n de inocencia que es la historia de una ni?a obsesionada por tener una bicicleta verde. Y puedo intuir que su gesto ser¨¢ de pasmo o que a continuaci¨®n me preguntar¨¢: ?Y....? Tambi¨¦n intentar¨¦ que mi memoria rebobine con inmediata agilidad y pueda recitarle un mont¨®n de argumentos presuntamente simples o et¨¦reos que se convirtieron en pel¨ªculas aut¨¦nticamente po¨¦ticas.
Y, por supuesto, habr¨ªa qu aclararle con celeridad a tu interlocutor que lo ins¨®lito de este argumento es que se desarrolla en un suburbio de Riad y que algo tan normal como que una cr¨ªa desee poseer una bicicleta para poder correr con ella junto a la de un ni?o con el que le une un rollo muy tierno y c¨®mplice, con el que se r¨ªe, se divierte, se pelea, coquetea, puede convertirse en un pecado intolerable para sus profesoras, su familia, su entorno, la educaci¨®n que pretenden implantarle. Tambien habr¨ªa que informar a tu oyente que esta es la primera pel¨ªcula que dirige una mujer en Arabia Saud¨ª y que las condiciones para que pudiera hacerlo exigen riesgo, que lo que deber¨ªa ser natural supone una experiencia tan ins¨®lita como peligrosa. Es posible que el rostro del que te est¨¢ oyendo siga en l¨®gico estado de impavidez. Lamentando, como no, tanto como t¨², la opresi¨®n, la discriminaci¨®n, la injusticia e incluso la barbarie que padecen en determinados pa¨ªses con tradiciones y religi¨®n temibles los seres que han tenido la mala suerte de pertenecer al g¨¦nero femenino. Y despu¨¦s de haber soltado tu inacabable rollo sobre los m¨¦ritos sociol¨®gicos de La bicicleta verde, deber¨¢s aclarar finalmente que no es una obra de arte, que su narrativa no es apasionante, pero s¨ª que van a encontrarse con un una pel¨ªcula agridulce, que te hace sonre¨ªr de vez en cuando, que habla con sutileza de una moral tan hip¨®crita como asfixiante, eficazmente contada y resuelta, protagonizada por una ni?a que te puede enamorar.
Se llama Waad Mohammed. Tiene los ojos muy negros y no m¨¢s de nueve o 10 a?os. Es espont¨¢nea, pero tambien p¨ªcara, a pesar de ser tan peque?a ya conoce los manuales de la supervivencia, el disimulo y la astucia, la obligatoriedad de aprender mejor que ninguna otra compa?era el Cor¨¢n si eso va a servirle para comprar su sue?o, la necesidad de comunicaci¨®n que tiene su desolada madre, una mujer enamorada de su marido que lleva muy mal el abandono en una sociedad que bendice la caprichosa o estrat¨¦gica poligamia de los hombres. Ojal¨¢ que la directora Haifa Al-Mansour pueda seguir haciendo cine. Pero sospecho que va a tenerlo crudo para realizarlo en su pa¨ªs.
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