Nassim Nicholas Taleb: El antigur¨² que vio venir la crisis
El ensayista que previno de la ca¨ªda del sistema financiero vuelve a la carga con 'Antifr¨¢gil' El libro ataca la sobreprotecci¨®n de la sociedad actual y marca pautas para afrontar los riesgos
Nassim Nicholas Taleb (L¨ªbano, 1960) interrumpe la conversaci¨®n y se fija en un objeto de la estancia de la Fundaci¨®n Rafael del Pino en la que se realiza la entrevista: ¡°?Son naturales?¡±. Naturalmente, no. Apunta a un frutero que aloja manzanas o naranjas perfectamente artificiales. La pregunta parece arbitraria, pero tampoco. Taleb afirma en su ¨²ltimo libro, Antifr¨¢gil (Paid¨®s), que solo se alimenta de frutas que tengan nombre griego o hebreo y toma bebidas existentes desde hace 1.000 a?os: el caf¨¦ ¡ªuna taza tras otra durante la entrevista¡ª, el vino y el agua. Y lo natural le es importante, mucho, y las opiniones las da, asegura, porque ¨¦l mismo ¡°ha puesto la carne en el asador¡±.
El ensayista y exoperador de Bolsa alert¨® en El cisne negro. El impacto de lo altamente improbable (Paid¨®s, 2007) de la crisis econ¨®mica que estall¨® en 2008. Hoy es uno de los pensadores m¨¢s provocadores. Tras su best seller recibi¨® numerosas amenazas, ¡°sobre todo, de traders¡±. Frecuent¨® un gimnasio de Brooklyn ¡°repleto de porteros¡± para trabajar en su f¨ªsico levantando pesas para convertirse en una especie de ¡°carnicero¡±. As¨ª viv¨ªa en su cuerpo la transformaci¨®n a su concepto: la antifragilidad, que define como aquello que, a diferencia de lo robusto o de lo fr¨¢gil, se beneficia de los cambios, del desorden, de la volatilidad y de estreses de diversa ¨ªndole. Taleb aboga por olvidar la teor¨ªa y el control desde arriba para fortalecerse ante los cambios que no son predecibles. Antifr¨¢gil abarca desde los errores del sistema econ¨®mico y pol¨ªtico, a la educaci¨®n universitaria ¡°que mata la cultura¡±, la sobremedicaci¨®n tan t¨ªpica de Estados Unidos, pasando por los propios h¨¢bitos del escritor e ir¨®nicos comentarios contra los economistas.
Taleb aboga por olvidar la teor¨ªa y el control desde arriba para fortalecerse ante los cambios que no se pueden predecir
La incertidumbre precede el encuentro con este liban¨¦s con nacionalidad estadounidense. Sonada es su aversi¨®n a los periodistas y su desprecio por que lo encasillen o lo malinterpreten. ¡°Mi libro est¨¢ ah¨ª, ah¨ª est¨¢ mi pensamiento¡¡±, zanja con la amenaza de solo cinco minutos de entrevista. Pero este antigur¨² termina mostrando apasionado en su port¨¢til y en un manojo de papeles su nuevo proyecto: la transformaci¨®n a modelos matem¨¢ticos de los tres libros que lleva publicados hasta la fecha y de otros dos dentro de Incerto. ¡°Llevo nueve meses sin leer una sola palabra, solo vivo con las matem¨¢ticas¡¡±.
A pesar de ser un acad¨¦mico, en Antifr¨¢gil sigue mostrando su oposici¨®n al sistema educativo. ¡°Estoy en la universidad por razones tontas. Adem¨¢s, no me financia¡±. Cree que, de haber acabado la universidad, Bill Gates no ser¨ªa quien es. ¡°Aniquilamos la capacidad de riesgo de los emprendedores¡±, explica. ¡°Cuando te sacas el carn¨¦ de conducir, ?querr¨ªas un Summa cum Laude? No¡ Todo lo que supere al aprobado solo perjudica¡ Las notas son aleatorias¡±. Piensa que el conocimiento que se adquiere en el colegio deber¨ªa ser ¡°el m¨ªnimo¡± y todo lo dem¨¢s tendr¨ªa que ser aprendido de acuerdo con el propio inter¨¦s. ¡°En el sistema actual, se mata todo aquello que no se ense?a¡±.
Su cr¨ªtica de la centralizaci¨®n y de la autoridad desde arriba invade Antifr¨¢gil. La Uni¨®n Europea es uno de los ejemplos. Precisamente, por su apoyo al euro, a los Gobiernos de George W. Bush o a la invasi¨®n estadounidense de Irak, el escritor se burla de medios como The Economist y The New York Times. ¡°Son las dos fuerzas m¨¢s peligrosas. No son lo suficientemente inteligentes para decirnos qu¨¦ hacer, pero s¨ª para parecerlo¡±.
Nunca quise ser un 'best seller'. Hubiera sido mejor una comunidad m¨¢s peque?a de lectores
Internet es ¡°poder para la democracia¡±. El ensayista lleva con mano f¨¦rrea su p¨¢gina de Facebook, en la que aparece en una fotograf¨ªa un tanto kitsch con un cisne negro al cuello. Su popularidad y su controversia le han acarreado m¨¢s de un disgusto. ¡°Nunca quise ser un best seller. Hubiera sido mejor una comunidad m¨¢s peque?a de lectores¡±.
Taleb termina por resumir su libro de m¨¢s de 500 p¨¢ginas en unas pocas reglas que, dice, vienen desde el c¨®digo de Hammurabi (1760 antes de Cristo). ¡°Por ejemplo, el ojo por ojo, nada complicado¡±. Habla con entusiasmo de la heur¨ªstica, el arte de resolver problemas. Volvemos a la importancia de los gestores: ¡°Ning¨²n cargo p¨²blico deber¨ªa aceptar un trabajo en el sector privado por m¨¢s dinero del que ganaba antes. As¨ª no puede tomar el puesto anterior como estrategia de inversi¨®n... ?Nadie se hace sacerdote para que despu¨¦s lo contrate Goldman Sachs!¡±.
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