La moda y el mueble, dos universos de artesan¨ªa

Lo ¨²nico que ten¨ªa claro es que su vida ten¨ªa que estar relacionada con el mundo del arte, pero no sab¨ªa hacia d¨®nde encaminarse. Se licenci¨® en Bellas Artes y de San Sebasti¨¢n, Gabriela Mu?agorri se march¨® a Barcelona. La casualidad le llev¨® al mundo de la moda y relacionada con ella a la docencia. Imparti¨® clases durante ocho a?os en la Escuela de Moda Felicidad Duce de la capital catalana. Entre patrones y telas se dio cuenta de que ten¨ªa que ir m¨¢s all¨¢, buscar aquello que de verdad le gustase y volvi¨® a su tierra.

En un peque?o local empez¨® a coquetear con las telas, dibujando sobre ellas hasta conseguir lo que quer¨ªa; estampaci¨®n en tela de modo artesanal. ¡°Es un trabajo que me apasiona, sobre todo en el terciopelo devor¨¦ o en la seda. Es ah¨ª donde se ve claramente el trabajo artesanal¡±. Mu?agorri colabora con el Museo Crist¨®bal Balenciaga de Getaria y el Centro Arteleku para impartir talleres destinados a j¨®venes que est¨¢n interesados en el dibujo y la moda. O de ilustraci¨®n a los que, seg¨²n Mu?agorri, ¡°han asistido artistas y dise?adores reconocidos. Siempre intento crear espacios dentro de los talleres donde dise?adores j¨®venes que empiezan hagan presentaciones de sus trabajos¡±. Si la docencia le gusta la estampaci¨®n en tela es su pasi¨®n. ¡°Nunca pens¨¦ que aquello que estaba en mi mente escondido pudiese plasmarlo en algo real¡±, puntualiza Mu?agorri.

Su trabajo comienza por realizar los dibujos en papel, sin descartar el ordenador, y luego de manera artesanal va trasladando el dibujo a la tela. En el caso del tercipelo devor¨¦ sus dibujos quedan en relieve de tal manera que da la sensaci¨®n de que la tela est¨¢ troquelada.

¡°Cuando tengo el terciopelo entre mis manos casi sin darme cuenta ya s¨¦ lo que voy hacer con ¨¦l. Los resultados son muy satisfactorios¡±. Mu?agorri ha comenzado a colaborar con la dise?adora de interiores Genoveva Zubiria. ¡°Fue ella la que cuando conoci¨® mi trabajo me anim¨® para que las telas combinasen con los muebles y el resultado ha sido m¨¢s que grato. Nunca pens¨¦ que mis dise?os pudiesen estar en una butaca o en el cabecero de una cama¡±.