Lasse Hallstr?m: ¡°Sacrifico tramas en beneficio de los sentimientos¡±
El cineasta, autor de 'La pesca del salm¨®n en Yemen', estrena en Espa?a, 'El hipnotista' Un 'thriller' rodado en su pa¨ªs natal, Suecia
En el alma del sueco Lasse Hallstr?m (Estocolmo, 1946) conviven dos directores de cine: uno solvente, con criterio, capaz de pel¨ªculas como Mi vida como un perro (la pel¨ªcula que le llev¨® a Hollywood), Querido intruso, ?A qui¨¦n ama Gilbert Grape?, Atando cabos, La gran estafa, La pesca del salm¨®n en Yemen o la soberbia Las normas de la casa de la sidra. En el otro extremo, est¨¢ el cineasta rom¨¢ntico, mo?a, lacrim¨®geno y almibarado, autor de Chocolat, Siempre a tu lado, Hachiko, Casanova, Una vida por delante. Cuando no se convierte en adaptador de dos novelas del literato baboso Nicholas Sparks. Debe de ser complicado estar en la cabeza de Hallstr?m cuando empiezan sus propias deliberaciones sobre qu¨¦ guion dirigir. El hipnotista,por suerte, pertenece al lado del realizador con estilo, interesante.
Mitad drama, mitad thriller, Hallstr?m vuelve a su pa¨ªs natal; le regala un gran personaje a su esposa, la actriz Lena Olin; se permite el lujo de rodar con uno de los grandes int¨¦rpretes del momento, Mikael Persbrandt (el m¨¦dico de En un mundo mejor); y atornilla al espectador al asiento con una trama jugosa.
En persona Hallstr?m es un tipo encantador. Alto, parece haber nacido ya con una americana puesta. Se confiesa amante de los rodajes ¡ª¡°No puedo parar¡±¡ª, y s¨ª, llevaba mucho mucho tiempo sin volver a casa. ¡°El hipnotista no pod¨ªa rodarla en otro lugar. Necesitaba esa atm¨®sfera sueca. Y me quer¨ªa regalar un rodaje en Suecia: hac¨ªa 25 a?os que no filmaba all¨ª; pero es que hac¨ªa 25 a?os que ni siquiera pisaba mi ciudad¡±.
Que en el guion hubiera un personaje para Olin fue fundamental. ¡°Llev¨¢bamos a?os buscando algo as¨ª. Y casi seguro no la hubiera hecho si no hubiera aparecido ese papel. De verdad, m¨¢s all¨¢ de posibles problemas en casa. Era parte del reto. Eso, y rodar un thriller basado m¨¢s en los personajes que en las acciones, una pel¨ªcula que nos llevara hacia el drama¡±. Y por eso necesitaba grandes actores: ¡°Si ellos no hubieran funcionado, la trama no hubiera fluido¡±. A Persbrandt lleg¨® por Olin: ¡°Hab¨ªan trabajado hac¨ªa siete a?os juntos y ella fue quien me alert¨® de su talento¡±.
¡°Todo poder conlleva una gran responsabilidad¡± ¡ªdec¨ªan en un taquillazo¡ª y ¡°ser padre es complicado¡±. Sobre ambas sentencias se basa el guion de El hipnotista. ¡°No era muy consciente de lo de la paternidad, pero es cierto que est¨¢ en la pel¨ªcula¡±. Incluso cuando uno de los protagonistas carece de esta condici¨®n, termina por sentirse ¡ªinconscientemente¡ª al margen del resto. ¡°Cierto¡±, afirma, ¡°cuando miro atr¨¢s, creo que no lo hice adrede, existe esa reflexi¨®n en mi cine. Curioso. Puede que porque me gusta sacrificar tramas en beneficio de los personajes y los sentimientos¡±. ?Y lo del poder? Hallstr?m reflexiona en silencio. ¡°Tambi¨¦n. Me gustaba mostrar en el cine algo de la psicolog¨ªa. Espero que funcione¡±.
Hallstr?m vuelve a su casa en pleno auge de la literatura y el cine escandinavo del g¨¦nero negro: un gran lago helado tambi¨¦n puede ser opresivo. ¡°Como vivo en Estados Unidos no he sido muy consciente de esta moda. Me gustaba Suecia por la oportunidad de jugar con la oscuridad, con el fr¨ªo como creador de atm¨®sferas. Estoy muy orgulloso del resultado, de la opresi¨®n. Y del resultado en general. Es de las veces que m¨¢s satisfecho he quedado en mi carrera, del c¨®ctel de drama familiar y thriller policial. Nunca hab¨ªa visto algo as¨ª¡±. Y Hallstr?m se levanta como un oso pausado, sin haber sacado en ning¨²n momento al otro director, al amante de <CF1000>Sparks.
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