Precioso ¨²ltimo encierro de los toros de Miura
Los toros de la legendaria ganader¨ªa sevillana cumplieron con el gui¨®n: una carrera r¨¢pida y limpia que permiti¨® el lucimiento de los corredores Cinco heridos, uno por cornada, es el balance del ¨²ltimo encierro
Quiz¨¢, como contrapunto al dramatismo y la angustia vividos ayer, el ¨²ltimo encierro de 2013, protagonizado por los toros de la legendaria ganader¨ªa de Miura ha sido r¨¢pido -tuvo una duraci¨®n de dos minutos y diecis¨¦is segundos-, permiti¨® el lucimiento de los numerosos corredores del fin de semana y el primer balance de incidencias habla de cinco personas heridas, una de ellas, al parecer, una chica australiana, por cornada, que fue empitonada al final del vallado de Telef¨®nica, muy cerca ya de la entrada a la plaza.
Se notaba tensi¨®n en el ambiente; se hab¨ªan adoptado medidas para evitar el accidente de ayer, pero miura es mucho miura -tal es as¨ª que un grupo de norteamericanos corri¨® vestido con chaqueta por respeto a esta ganader¨ªa-, y los mozos esperaban nerviosos y expectantes el comienzo de la ¨²ltima carrera.
Uno de los toros de los cinco de capa negra tom¨® el mando de la carrera en cuanto son¨® el cohete que anunciaba la apertura de los corrales; y ese que hac¨ªa de liebre olisque¨® en su galope la acera derecha y barri¨® literalmente a los que all¨ª esperan cada ma?ana, convencidos de que los toros pasan, sin m¨¢s, como el aire.
Adelant¨® el pelot¨®n en la misma Cuesta de Santo Domingo, y cuando la manada enfil¨® la calle Mercaderes ya eran cinco los toros que hab¨ªan alcanzado la cabeza por delante de los cabestros. Normal, por otra parte; los mansos llevan un traj¨ªn ma?anero de aqu¨ª te espero, y despu¨¦s de la experiencia de ayer, l¨®gico es que dijeran pasa t¨², que ya ver¨¢s lo que te puedes encontrar m¨¢s adelante.
Lo primero que se encontraron los toros -listos que son los bueyes, o es que la experiencia es un grado- fue la curva de noventa grados en la que termina Mercaderes; y era tal la velocidad de los miuras que fue la primera vez que la manada se estrell¨® contra los tablones antes de iniciar la recta de Estafeta.
Los cinco valientes miuras, abandonados ya de manera definitiva por los cabestros, enfilaron la calle a toda velocidad, sorteando con volumen y seriedad el engorro de los muchos corredores, pero fija siempre la mirada al frente y sin hacer caso de las provocaciones festeras. As¨ª lleg¨® la manada hasta el vallado de Telef¨®nica, donde todo transcurr¨ªa con absoluta normalidad hasta que se produjo un barrido de la valla de la derecha y un joven ataviado con una camiseta de la comunidad valenciana result¨® atropellado y, aparentemente, corneado por el ¨²nico toro sardo de la corrida. No fue as¨ª, sino que la cornada se la llev¨® una chica australiana que estaba parada en el aquel lugar y que se encontr¨® de pronto con un pit¨®n que, en principio, no iba digerido hacia ella.
En esta ocasi¨®n, la entrada a la plaza estaba expedita, lo que no sorprendi¨® a los toros, que no estaban al tanto de las noticias del d¨ªa anterior; pero la cara de satisfacci¨®n de los cabestros hab¨ªa que imaginarla. Con lo mal que lo pasaron ayer, rodeados de humanos por todas partes, temerosos de recibir cualquier agresi¨®n, -que nunca se sabe qu¨¦ pueden hacer estos muchachos de blanco y rojo-, respiraron felices cuando atisbaron la puerta de los corrales.
Momentos antes, hubo tiempo para que un imprudente vestido con camiseta naranja se llevara en sus carnes el ¨²ltimo topetazo de San Ferm¨ªn. Estaba donde no deb¨ªa, en la misma entrada al ruedo, y un miura, nada m¨¢s y nada menos, no tuvo la deferencia de pedirle permiso para pasar. ?Es que estos toros¡!
Nerviosos todav¨ªa esperan los tres toreros que cerrar¨¢n la feria esta tarde. Tres valientes, Rafaelillo, Javier Casta?o y Jim¨¦nez Fortes, tienen la fortuna y la responsabilidad de lidiar a estos toros legendarios que llevan el respeto, y tambi¨¦n el triunfo, en sus entra?as
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