Vida m¨¢s all¨¢ de Picasso
Una nueva semblanza de Dora Maar revela aspectos in¨¦ditos de la fot¨®grafa
Atractiva, seductora, pasional, culta, fot¨®grafa, pintora, amiga de Paul Eluard, Andr¨¦ Breton, Yves Tanguy, Georges Bataille y amante de Pablo Picasso. Dora Maar (1907-1997) ha pasado a la historia como una de las mujeres que m¨¢s am¨® al pintor, pero tambi¨¦n como la v¨ªctima de sus muchas conquistas, de su abandono. Es la mujer del llanto, incapaz de superar el verse apartada por una nueva amante, Fran?oise Gilot, despu¨¦s de compartir su mundo a partir de 1936, durante diez a?os. Victoria Combal¨ªa ha buceado en su vida y el resultado es Dora Maar. M¨¢s all¨¢ de Picasso (Circe, 2103), una biograf¨ªa en la que ha trabajado en los ¨²ltimos veinte a?os ¡ªen 1993 mantuvo cinco largas conversaciones telef¨®nicas con Maar¡ª en la que afina mucho m¨¢s su retrato, m¨¢s all¨¢ del clich¨¦, apareciendo una mujer inteligente, brillante y profesional ¡°una de las fot¨®grafas m¨¢s importantes de los a?os treinta¡±, con una vida propia anterior a la llegada de Picasso y que vivi¨® una lucha tit¨¢nica por conseguir ¡°desengancharse¡± de ¨¦l despu¨¦s de su separaci¨®n.
¡°Tras descubrir que no estaba ni muerta ni loca, pens¨¦ en entrevistarla. Me dijeron que no contestar¨ªa y que no responder¨ªa jam¨¢s preguntas sobre el pintor, del cual hac¨ªa 50 a?os que se hab¨ªa separado. Pero s¨ª lo hizo¡±, explica la cr¨ªtica y comisaria de exposici¨®n ¡ªes responsable de una triple retrospectiva de Dora Maar en M¨²nich, Marsella y L'Hospitalet¡ª. Las conversaciones con ella, su conocimiento de la vida y la obra de Picasso y el poder acceder a las fotograf¨ªas, cuadros, libros, documentos, objetos varios que pertenecieron a Maar antes de ser subastados entre 1998 y 1999 en Par¨ªs, adem¨¢s de consultar en 2010 otros 2.000 documentos puestos a su disposici¨®n por los herederos de la fot¨®grafa, le han permitido elaborar ¡°como una detective¡± la ¡°biograf¨ªa definitiva de Dora Maar¡±, asegura. En ella, aparte de su relaci¨®n con Picasso, recorre toda la vida de la fot¨®grafa, desde su nacimiento hasta la subasta de sus pertenencias una vez fallecida, el 16 de julio de 1997. Entre ellos, 130 picassos que conserv¨® hasta el final de sus d¨ªas, despu¨¦s de haber vendido, con permiso del pintor, casi una decena de obras.
Que Dora Maar tuvo una vida m¨¢s all¨¢ de Picasso queda muy claro con el libro de Combal¨ªa. De hecho, el encuentro de 1936 entre Dora Maar y Picasso se produce a partir de la mitad de la biograf¨ªa. Antes, la autora se recrea en la infancia de Maar en Argentina, aportando su partida de nacimiento, in¨¦dita, en la que consta que no era jud¨ªa, explicando con detalle sus estudios, su relaci¨®n con la familia, mucho m¨¢s cordial que lo que se hab¨ªa explicado, tal y como reflejan las cartas cruzadas entre los padres y Dora. Tambi¨¦n se detalla su vinculaci¨®n con el surrealismo o con grupos de la ultraizquierda de los a?os treinta en Francia, como Contre-Attaque, que animaba Bataille, con el que vivi¨® un tri¨¢ngulo amoroso, seg¨²n la autora, del que formaba parte Colette Peignot.
Conserv¨® 130 ¡®picassos¡¯ hasta el final de sus d¨ªas, en el a?o 1997
Seg¨²n Combal¨ªa, el conocido episodio de 1936 en el que Maar se lastim¨® la mano con su navaja para llamar la atenci¨®n del pintor, denota un comportamiento masoquista y marc¨® la relaci¨®n de la pareja a lo largo de los a?os, en la que ella era la v¨ªctima que aguantaba las infidelidades de Picasso que aparece en el libro como un s¨¢dico machista. ¡°Seg¨²n Picasso, todas las mujeres eran m¨¢quinas de sufrir¡±, explica. Y esta relaci¨®n es la que nos cautiva, seg¨²n la autora. ¡°Se trata de un combate entre dos personalidades fuertes. Maar se entreg¨® de forma absoluta, fue un amour fou que la marc¨® para el resto de sus d¨ªas¡±. De hecho, no se le conoci¨® un amante con posterioridad a Picasso.
Las obras en las que Picasso retrat¨® a Maar reflejan el estado de su relaci¨®n. Desde la pasi¨®n y la atracci¨®n en la que est¨¢ enamorad¨ªsimo, que la hace representar ¡°como una virgen¡±, hasta representarla con sus rid¨ªculos sombreritos o como un monstruo en Mujer pein¨¢ndose.
Combal¨ªa asegura que pens¨® titular su libro Las cuatro vidas de Dora Maar, porque recoge su infancia burguesa en Argentina, su vida como fot¨®grafa de ultraizquierda, s Su relaci¨®n sentimental con Picasso, en la que Dora Maar, entre otras, hizo la famosa serie sobre la elaboraci¨®n del Guernica, y el resto de sus a?os en los que fue ganando protagonismo la religi¨®n, ¡°como si buscara a Dios tras perder a otro dios que era Picasso¡± y en la que juega un papel fundamental el monje Jean Monleon, al que deja parte de su herencia y que es un descubrimiento de Combal¨ªa. "Entre los dos quer¨ªan convertir a Picasso al catolicismo.
Su relaci¨®n con el pintor era masoquista, afirma Victoria Combal¨ªa
Durante estos a?os de trabajo, ning¨²n momento fue tan emotivo, dice Combal¨ªa, como cuando pudo abrir, junto a la actual due?a de la casa de M¨¦nerbes, en la que Picasso y Maar vivieron muchos momentos juntos y en la que la fot¨®grafa falleci¨®, los ba¨²les en los que se guardaba su ropa y sus pertenencias. "Pese al abandono en el que viv¨ªa en sus ¨²ltimos a?os conservaba sus trajes de alta costura".
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