Brillante Mendoza sobrevive al secuestro en la jungla

Cuenta Isabelle Huppert que antes de meterse en la jungla de la isla de Luzon (Filipinas) durante 22 d¨ªas, se ley¨® los diarios de Ingrid Betancourt. La actriz francesa se encontr¨® con el director Brillante Mendoza (Filipinas, 1960) en San Paulo e inconsciente de lo que se le ven¨ªa encima dijo s¨ª a su proposici¨®n: Cautiva, una pel¨ªcula sobre la epidemia de secuestros que sufri¨® ¨Cy a¨²n sufre, aunque con menos beligerancia- Filipinas. ¡°Una vez que acept¨®, me puse a escribir el guion siempre con ella en la cabeza¡±, explica el cineasta a trav¨¦s de correo electr¨®nico ¨Cni siquiera los avances tecnol¨®gicos facilitan la comunicaci¨®n con el otro lado del mundo-. ¡°Nos encontramos antes del rodaje en Francia, le entregu¨¦ un borrador y le expliqu¨¦ c¨®mo me gusta hacer las cosas cuando trabajo¡±. Lo que probablemente no esperaba Huppert, y no encontr¨® en los relatos de la pol¨ªtica colombiana, es que el particular estilo de Mendoza implica no conocer a tus compa?eros de reparto hasta el primer d¨ªa de rodaje y que cualquier capricho de la naturaleza formar¨¢ parte de la grabaci¨®n, aunque se trate de la actuaci¨®n improvisada de una serpiente.

¡°La pel¨ªcula no es solo sobre el secuestro, sino que aborda la capacidad de supervivencia de una persona en una situaci¨®n extrema, siguiendo la tem¨¢tica de mi cine: vidas reales sometidas a acontecimientos extraordinarios¡±, cuenta el director de Foster child, Tirador y Kinatay. Presentada oficialmente en la Berlinale de febrero de 2012, Cautiva llega hoy a los cines espa?oles. El autor devuelve la mirada a sus islas para contar la historia de un secuestro a manos de radicales islamistas. ¡°Me intriga el tema por su relevancia y por ser atemporal¡±, cuenta, ¡°este tipo de sucesos no son patrimonio de Filipinas, se trata de un acto de terrorismo global que deber¨ªa preocupar a todo pa¨ªs que ame la paz¡±.

Una vez que pas¨® la historia al papel, convoc¨® a sus actores y a sus 100 compa?eros de equipo en Filipinas. Nadie sab¨ªa qui¨¦n era el otro y con qu¨¦ se pod¨ªan encontrar en las entra?as de la jungla. ¡°As¨ª me aseguraba de que las reacciones de los secuestrados eran lo m¨¢s reales posibles. De hecho creo que lo consegu¨ª: las caras de sorpresa y miedo no son pura interpretaci¨®n¡±. No es que Mendoza pretenda hacerle la competencia al m¨¦todo Stanislavski, simplemente ha mantenido los preceptos que tantas veces dividen a la cr¨ªtica: la apuesta por un cine de apariencia documental. ¡°Mis actores siempre tienen las referencias suficientes para abordar sus papeles, no veo la necesidad de forzar las emociones si los int¨¦rpretes han hecho los deberes¡±. C¨¢mara al hombro, el director de cine se propuso reciclar el concepto de pel¨ªcula en evento de actualidad ¡°fusionando el 75% de incidentes reales con el 25% de ficci¨®n¡±.

Durante un a?o, Mendoza investig¨® y entrevist¨® a todas las partes que aparecen en el filme, ¡°desde una perspectiva hol¨ªstica¡±, especifica. Rebusc¨® en documentos del senado filipino y ley¨® sobre los musulmanes de Mindanoa: ¡°Este colectivo es muy diferente al resto, son pobres y muchos son analfabetos, lo que complica que entiendan el ¨¢rabe, es decir, el idioma del Cor¨¢n y sus posibles interpretaciones¡±. Su objetivo era evitar cualquier tipo de prejuicio o caer en sesgos al presentar los hechos.

Sin pretensi¨®n pol¨ªtica alguna, ni ganas de aleccionar a su pa¨ªs, Mendoza se aferra a su mensaje: ¡°Esta es una pel¨ªcula sobre personas comunes en situaciones sin piedad¡±. ?C¨®mo ve su pa¨ªs tras esta pel¨ªcula? ¡°Si los pol¨ªticos se preocuparan m¨¢s de ofrecer a la gente servicios b¨¢sicos, incluida la cultura y la educaci¨®n, la corrupci¨®n no crecer¨ªa exponencialmente¡±, asegura. ¡°A¨²n as¨ª soy optimista, estamos trabajando en ello, por eso nos llaman pa¨ªs en desarrollo¡±.