¡°?Todos los actores me quer¨ªan meter mano! Normal, yo estaba buen¨ªsima¡±
La actriz y presentadora de televisi¨®n Concha Velasco habla de su juventud y del estreno de 'H¨¦cuba', de Eur¨ªpides, en el Teatro Romano de M¨¦rida
No es lo mismo 5.000 pavos al sol con pa?uelo rojo cantando como descosidos La chica yey¨¦ en la plaza de toros de Pamplona en San Ferm¨ªn que esta cafeter¨ªa escondida, banal y recocida del barrio madrile?o de Sanchinarro. Pero nos vale igual para hablar de la vida y sus curvas con la Velasco, que esta misma noche estrena en el Teatro Romano de M¨¦rida H¨¦cuba,de Eur¨ªpides. H¨¦cuba, mujer de armas tomar. Como Conchita, que repite, orgullosa, el mantra: ¡°Si llega a triunfar el 23-F, me matan, estaba en las listas¡±.
Pregunta. Ven¨ªa pensando en la muerte, y es por lo del tren.
Respuesta. Terrible¡
P. Lo m¨¢s programado de nuestra vida es la muerte, pero puede ser lo m¨¢s inesperado, tambi¨¦n.
R. Todos nos vamos a morir, pero a m¨ª me cuesta mucho admitirlo. Uno de mis mayores motivos de angustia, con seis o siete a?os, era pensar en que cuando fuera vieja me ten¨ªa que morir.
P. Los ni?os tan peque?os no suelen pensar en la muerte¡
R. Que te crees t¨² eso, s¨ª lo piensan.
P. Para una madraza y una abuelaza como es usted, debe de ser f¨¢cil ponerse¡
R. ?En el lugar de esas madres y esas abuelas? Bueno, para eso de ponerse en el lugar de los dem¨¢s hay que educarse sin parar, no solo a nivel de la p¨¦rdida de un ser querido, sino de todo, de la econom¨ªa, de la pol¨ªtica, de la pobreza¡ Adem¨¢s, como dice H¨¦cuba, mi personaje, la palabra de un hombre nunca debe expresar lo contrario de sus actos.
P. Ah, hemos topado con el cinismo. Un mal muy de aqu¨ª.
R. Cumplir lo que se promete es tan dif¨ªcil¡ Hay que prepararse para todo en la vida, hasta para ser c¨ªnico, pero es peor la manipulaci¨®n de los actos, de las noticias. Ya puede pasar cualquier cosa por terrible que sea, como lo del tren, que al final se acaba hablando de otras noticias, como diciendo ¡°bueno, ya, vamos a olvidar esto¡±. Y no. Yo creo que hay que ahondar en la herida. Hay que dejar que la gente llore. Que los psic¨®logos dejen llorar a la gente, que la dejen desesperarse.
P. Supongo que habla con conocimiento de causa.
R. Claro, recuerdo cuando muri¨® mi madre. Yo estaba llorando todo el d¨ªa. Y vino un compa?ero de trabajo y me dijo: ¡°?Qu¨¦ fea est¨¢s!¡±. No me acuerdo, no s¨¦ si le pegu¨¦ o estuve a punto. La mueca del dolor es terrible cuando es verdad, y hay que dejar a la gente que la saque.
P. Pero la gesti¨®n del dolor va por libre: sac¨¢ndolo fuera llor¨¢ndolo o por v¨ªa interna, somatiz¨¢ndolo. Pasa factura. No una buena factura¡
R. Hay momentos en que el hombre debe ser como el animal. Si tiene que aullar, que a¨²lle.
P. En fin, en lo de aullar parece demostrado que el hombre es bastante peor que el animal¡
R. Much¨ªsimo peor.
P. Llevamos d¨¢ndonos zarpazos desde Atapuerca. ?Por qu¨¦?
R. Pues es igual que H¨¦cuba. Ella es la venganza. El odio. Es una mujer que se venga sac¨¢ndole los ojos con sus manos al asesino de su hijo. Y dice: ¡°Gozo con tu dolor, gozo con mi venganza¡±.
P. Y Concha Velasco, ?es como H¨¦cuba? ?Practica la venganza?
R. Una cosa es el rencor y otra la venganza. Yo soy rencorosa, y me gustar¨ªa no serlo, hasta hago ejercicios espirituales para ello.
P. A H¨¦cuba las olas de la vida le traen al hijo muerto. ?Y a usted, qu¨¦ le han tra¨ªdo esas olas?
R. Mira, querido m¨ªo, si cada vez que hago una entrevista tengo que contar mi vida¡ no. No-te-voy-a-decir-nada-de-m¨ª. Yo solo quiero que cuando un espectador se sienta en la butaca se emocione, sufra, se horrorice y piense que ha visto algo maravilloso.
P. ?Y saben ustedes, los c¨®micos, en directo, en tiempo real, si una obra est¨¢ gustando al p¨²blico?
R. Claaaaaro, claro que se nota. Por eso queremos ser actores. Si no, ?por qu¨¦ hacer teatro, cuando lo c¨®modo es hacer televisi¨®n? Ayer tuve que firmar un documento que dice que ni puedo viajar, ni puedo beber ni puedo fumar, porque tengo la responsabilidad de un espect¨¢culo costoso. Pues eso, por todo eso queremos ser actores. Ser actor es un orgasmo constante.
P. Eso ya lo dijo Mick Jagger.
R. Claro.
P. Bueno, y un poquito Santa Teresa¡
R. No te metas con la santa, ?eh?, ?no me toques a la santa!
P. Bueno, pero ?eran reales o fingidos los orgasmos de la santa?
R. ?De fingidos nada! ?T¨² crees que nos tienen que explicar lo que es un orgasmo, c¨®mo tenemos que tener orgasmos?
P. No, creo que viene y punto. O no viene.
R. ?El gozo! La palabra ¡°gozo¡± me parece maravillosa. Y cu¨¢ndo un ni?o se da cuenta de que goza, ?es que se lo tienes que explicar?
P. Tengo vagos recuerdos.
R. Pues no. Lo malo es que cuando se da cuenta de que goza, el ni?o quiere estar constantemente gozando. Lo de explicar el gozo lleva a una frivolizaci¨®n de un acto maravilloso, que¡ tan maravilloso que no me gusta nada.
P. No entiendo nada.
R. Me da mucha pena que la gente joven diga "follar". Bueno, a la gente joven se la manipula como nada. Manipulaci¨®n = gente joven, lo mismo que manipulaci¨®n = ancianos. Qu¨¦ triste. Igual es que ya estoy mayor.
P. ?Y qu¨¦ hacer?
R. Preocuparnos de los nuestros ?De-los-nues-tros! Este es el momento de mi vida en el que he tenido m¨¢s miedo. Yo siempre fui muy echada p¡¯alante, pero¡
P. ...no s¨¦ por qu¨¦ no me sorprende.
R. S¨ª, ya en los sesenta hac¨ªa un teatro que era el que hab¨ªa que hacer, y el que sab¨ªa y pod¨ªa hacer.
P. ?Recuerda aquel t¨ªtulo de pel¨ªcula, Vente a Alemania, Pepe? Es muy actual, ?no?
R. Hemos pasado del Vente a Alemania, Pepe al Vete a Alemania, Pepe. Es un drama. Manipulaci¨®n. Pan y circo.
P. ?Cu¨¢l de los c¨®micos con los que trabaj¨® fue su favorito? ?Es verdad que le met¨ªan mano?
R. ?Todos los actores me quer¨ªan meter mano! Normal, estaba buen¨ªsima. No hagas que te cuente mis cosas ¨ªntimas, es vulgar.
P. Depende. En Espa?a si un t¨ªo cuenta sus haza?as es un casta, pero si las cuenta una t¨ªa, es un put¨®n.
R. Ya, pues no. Es igual de vulgar, me niego a eso. Eso s¨ª: intentar meterme mano, todos intentaban meterme mano.
P. Ejem, vi¨¦ndole en aquellas pelis, se les comprende.
R. Yo era ideal. Con 14 a?os ya marcaba culete. Iba a una cafeter¨ªa de la Gran V¨ªa que se llamaba Monte Estoril, llena de productores y actores importantes, Fernando Rey, Fern¨¢n-G¨®mez¡ y ah¨ª aparec¨ªa yo mon¨ªsima, a ver si coqueteando con ellos ca¨ªa un papelito.
P. A eso se le llama ir a pillar.
R. Pues s¨ª. Pero a m¨ª nunca me meti¨® mano nadie¡ bueno, s¨ª, con los que yo me dejaba.
P. ?Y hay alguno favorito de entre todos ellos? De actor, quiero decir, no de meter mano.
R. Sacrist¨¢n. El mejor. Y lo confieso: siempre quise tener una relaci¨®n amorosa con Pepe Sacrist¨¢n.
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